Una mala costumbre

 

 

 

Te dije que el trabajo estaría en 5

minutos; deja de llamarme cada media

hora para recordármelo.

Anónimo

 

 

Según la Real Academia Española, procrastinar es: “diferir, aplazar”, es decir, dejar para después las cosas que se tienen que hacer en el momento. Y esta definición es acorde y queda muy bien con el tema que vamos a exponer, porque en México desafortunadamente vemos muchas cosas que no se operan, construyen o realizan por falta de disposición para lograrlas.

Es muy común que las cosas se dejen para después; es más, parece que todas las personas saben que a pesar de que se hacen promesas, proyectos y proyecciones con fechas, plazos y tiempos, éstas no se van a cumplir o si lo llegaran a hacer será mucho después de lo acordado.

Esta manera de actuar no sólo constituye una mala costumbre sino que se asume como un destino que siempre se repetirá una y otra vez. Esto viene a colación porque aproximadamente en dos semanas se vencerá el plazo que el Congreso de la Unión estableció como obligación a las entidades federativas para que armonizaran sus leyes en materia de transparencia y acceso a la información pública.

Una reforma creada el año pasado puso como meta que a más tardar doce meses después tendrían que estar armonizadas las leyes en los estados de la república mexicana; y ¿qué creen!, esto no sucedió. Sólo ocho congresos de los 32 del país cumplieron y 24 no han realizado la tarea a la que están obligados por la nueva Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, legislación que es creada como una norma reglamentaria del artículo sexto constitucional.

El tema no es menor dado que no es un caso aislado de incumplimiento; como muestra otro botón: la reforma penal que vino a ser todo un avance en materia penal para lograr la creación del nuevo sistema de justicia oral, que haría que la procuración y administración de justicia fuera más transparente, pronta y expedita, donde el juez participara en los procesos de manera directa y las sentencias se expidieran en la misma audiencia.

De suyo esta reforma costó mucho; una vez lograda en 2008, fijó como plazo ocho años para que el sistema estuviera totalmente concluido y operando, hecho que hasta ahora no ha sucedido. En el mes de junio se cumplirá este término obligatorio. Los años pasaron y la reforma adolece de muchas fallas que hace que tengamos un sistema trunco e inoperante. En este tiempo debieron de capacitarse policías, ministerios públicos, jueces y muchos operadores del sistema judicial; si no lo hicieron en casi una década, por supuesto que no se realizará en un par de meses. Si hacemos un análisis también de la legislación anticorrupción, debe estar lista para dentro de un mes; las organizaciones de la sociedad civil se quejan de que no ven que los legisladores actúen en consecuencia. En verdad espero que lo hagan en este periodo y no lo dejen para después.

@perezcuevasmx

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