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Investigadores de varios países confirman que en México se recombinaron segmentos de varios virus para dar origen al virus de la influenza A (H1N1).
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Vino probablemente del centro-oeste del paí

En abril de 2009, cuando se dieron a conocer los primeros casos del virus de la influenza A (H1N1), se pensó inicialmente que la enfermedad había llegado de los Estados Unidos, donde un mejor sistema epidemiológico pudo detectar rápidamente el aumento de casos de influenza.

Posteriormente, la elevación de pacientes con influenza en la capital de México y en otros estados, dirigió las sospechas a nuestro país como origen de ese nuevo y pernicioso virus de la influenza que se propagaba con rapidez. Sin embargo, nunca hubo la confirmación de que el virus se hubiese originado en México, hasta que se publicó este año un estudio genético de los virus.

Un virus cosmopolita

A mediados de 2009, en el estudio Análisis evolutivo de la influenza A (H1N1): Un reporte preliminar, un grupo de investigadores mexicanos consideró que el virus había surgido entre noviembre de 2008 y enero de 2009, pero dudaban de que fuera originario de nuestro país, ya que sus componentes provenían de diferentes regiones, pues tomó segmentos de virus de tres continentes: América, Europa y Asia.

Se sabe que los virus A de la influenza tienen parecido a un chayote con espinas, sólo que las “espinas” son de dos formas distintas, unas son hemaglutinina (H) y otras neuraminidasa (N). La primera aglutina a los glóbulos rojos alrededor del virus, y se adhiere y fusiona a la célula; por su parte, la N neutraliza el sistema de defensa de la célula para que pueda entrar en ella.

Además, tiene otros seis segmentos: M (proteínas M1 y M2), NP (nucleoproteínas), NS (proteínas no estructurales: NS1 y NS2) y PB2, PA y PB1 (transcriptasas, responsables de replicar los ácidos nucleicos: ADN y ARN). Esos segmentos pueden provenir de diferentes virus de la influenza, no solamente humana sino también porcina y aviaria.

Con estos antecedentes, en 2009 se determinó que el virus A (H1N1) resultó de una recombinación de segmentos de otros virus. Los segmentos PB2, PB1, PA, NP y NS proceden de un virus triple recombinante, el H3N2 porcino (TRsw), encontrado en los cerdos de América del Norte a mediados de la década de 1990. El segmento H1 fue del linaje del H1N1 porcino clásico (Csw), que también circula entre cerdos de América del Norte desde la pandemia de 1918. Los segmentos MP y N1 están relacionados con el linaje aviar de la influenza porcina euroasiática (EAsw), que surgió en los cerdos europeos a finales de 1970.

Los pecados de la globalización

A partir de esas y otras investigaciones genéticas y epidemiológicas, se determinó que el primer brote en seres humanos de la influenza A (H1N1) ocurrió en México, pero se dudaba que aquí hubiera surgido el virus, ya que el porcino euroasiático nunca se había detectado en el continente americano; además, se conocía que Asia era la única zona en la que los virus TRsw, Csw y EAsw circulaban comúnmente entre los cerdos.

Un grupo de investigadores de Estados Unidos, México, Bélgica y Reino Unido, encabezados por Ignacio Mena y Martha I. Nelson, realizó el estudio “Origins of the 2009 H1N1 Influenza Pandemic in Swine in Mexico” (Orígenes en México de la influenza pandémica porcina H1N1 de 2009), publicado el 28 de junio en la revista en línea eLife. En ese trabajo describen la recombinación del A (H1N1) referida, y dan a conocer los resultados de un estudio sobre los virus de cerdos de México.

Mena y colaboradores analizaron 58 secuencias genéticas de virus obtenidos de cerdos. “Las secuencias revelaron la extensa diversidad de virus de influenza que circulan en los cerdos mexicanos”, señalan en su trabajo. En esos virus se encontraron segmentos que se originaron en los de Eurasia, que antes no se habían detectado en América.

“Las secuencias sugieren que los virus con una composición genética similar para el virus pandémico de 2009 han estado circulando en cerdos en el centro-oeste de México durante más de una década. Así, esta región es la fuente más probable del virus que comenzó la pandemia de 2009”, consideran en su trabajo los investigadores.

Además de esas conclusiones, el grupo ha advertido sobre el papel importante que desempeña el tráfico mundial de animales que permite reunir en una región virus de otros continentes que, como en la pandemia de 2009, se pueden combinar y crear nuevos virus.

Por tanto, el virus A (H1N1) puede considerarse como el primero que se desarrolló por la globalización, ya que el tráfico intenso de animales ha causado que los virus de otras regiones se reúnan y una sola y se recombinen.

 

 

reneanaya2000@gmail.com

f/René Anaya Periodista Científico