A pesar de que el Banco Central previó a la baja la economía global por el panorama de desaceleración al que se enfrenta el mundo por la incertidumbre en torno a la nueva administración de Donald Trump, que comienza el 20 de enero de 2017, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se dijo “optimista” ante el dinamismo que presenta el mercado interno.

El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, dijo que el recorte al PIB aún no se incorpora a los efectos sobre nuestro país, sobre política fiscal, programas de infraestructura, y la complicada relación bilateral entre México y el Trump, presidente electo de Estados Unidos, por desconocimiento.

Mientras que Hacienda prevé un crecimiento en la economía mexicana para 2017 de 2.5 por ciento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que será un 2.2%, frente al 2.0 por ciento de Banxico. Asimismo, BlackRock, compañía global de gestión de inversiones, solo estima un 1% de crecimiento.

Ante estas cifras, Carstens aseguró que es normal que no se coincida con las cifras de posible crecimiento dado que se vive una incertidumbre mundial debido al resultado de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos: “ahorita es un mundo rico de incertidumbre, y la verdad no sorprende que haya diferencias en las expectativas”. Y ajustó su crecimiento para 2016 entre un 1.8 y un 2.3 por ciento.

Para el gobernador de Banxico los ajustes fueron necesarios porque las perspectivas en cuanto a crecimiento mundial y comercio internacional continuaron a la baja. Esto se suma al resultado electoral, que mantiene la economía global en riesgo por diversas políticas que podrían obstaculizar el comercio exterior y la inversión extranjera.

La secretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, afirmó que la economía mexicana continúa en crecimiento, en comparación con países como Chile y Argentina, a pesar del contexto global adverso: “la expectativa sigue como la planteamos, de 2017, del crecimiento, sigue en un rango de 2% a 3%, y definitivamente no estamos siendo optimistas, estamos siendo realistas”, ya que dice, no se cuenta con ningún elemento que le haga opinar lo contrario.

Además recordó que “hay mucha volatilidad, sí hay mucha ansiedad en los mercados, sí hay mucha expectativa pero al final del día es eso. No hemos tenido ninguna política materializada sobre la cual nosotros tengamos que reaccionar”, afirmó Rubio.

Por su parte el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer un informe que señala que la economía mexicana se enfrentó a una desaceleración durante el tercer trimestre del año, al registrar un crecimiento de 2 por ciento, en comparación con el 2.6% que se registró en junio, en términos anuales, y previó más volatilidad.

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