Gabriela Arnaud*

En 1932 los mexicanos perdimos la isla de Clipperton, el rey Víctor Manuel III de Italia después de 25 años de deliberar, se decidió por Francia, los muchos documentos que integraron la defensa de México no fueron tomados en cuenta, el momento histórico nos presenta a una Italia condescendiente con Francia por razones políticas favorables a ambos países. Y una isla que fuera regalo para Francia.

En aquel entonces, México deliberó en el congreso la aceptación de esa resolución. Solo un senador mostró su defensa patriota de la isla. Pero todos los demás votaron la aceptación de dicha resolución, el principal argumento fue que era “un trozo pequeño de tierra sin valor”. Y se borró del Art. 43 de la constitución mexicana.

Si esos hombres hubieran hecho un esfuerzo patriota, hubieran visto con claridad el valor de lo que estaban “regalando” con tanta soltura. En 1915 murió en Clipperton el último hombre que defendiera la soberanía de la isla con su vida y con verdadera heroicidad. El capitán Ramón Arnaud Vignon. Allá, a mil 200 kilómetros de México quedo la solitaria isla, regada de sangre y lágrimas de mexicanos que dieron su vida por un ideal, por una responsabilidad como connacionales.

Mexicanos que sufrieron el abandono de sus autoridades y a pesar de ello siguieron luchando por su patria. Aquella tierra tiene el valor patrio de haber visto nacer y morir mexicanos. Si ya la isla era mexicana porque la heredó la Nueva España a México, estos actos nos dan soberanía sobre ella, pero los congresistas del 32 no recordaron esto, y el valor y heroísmo de esos mexicanos no sirvió para luchar por lo nuestro.

inis-lacken-from-errisbegHoy en día, en 2016 estamos a punto de perder la isla por segunda vez y de manera real y definitiva. ¿Volveremos a cometer el mismo error? El país que no recuerda su historia, vuelve a caer en su mismo error. Durante todos estos años, Francia no había hecho nada en la isla de Clipperton, excepto enviar de vez en cuando un barco para colocar su bandera. En un acuerdo poco claro, permitieron a México la pesca sin aranceles en sus aguas por diez años, siempre que México no reclamara la isla.

En 2017 ese acuerdo venció y sabemos por nuestro colaborador el Dr. Juan Carlos Pascual y por documentos franceses, que Francia está moviendo fichas para realizar varias acciones que indudablemente resultan contrarias a México, principalmente a la economía pesquera de nuestro país, ya que Francia pretende cobrar regalías por permitir esta actividad en esa zona que considera suya. Y con esos beneficios va a financiar lo que pretende hacer en Clipperton. Que si fuera poco la afectación a la economía mexicana, también afecta el ecosistema de la isla que posee cantidad de especies endémicas que solo se encuentran en ella.

Cuando como sociedad permitimos que se realicen actos injustos contra nuestra patria, y nadie hace nada, ni dice nada, estamos perdiendo nuestra dignidad, nuestra integridad patria. Y nos volvemos vulnerables a criticas, engaños y burlas.

Los extranjeros se dan cuenta de la falta de dignidad como sociedad y encuentran razones para creer que pueden ofendernos, pueden manipularnos, pueden quitarnos lo nuestro y saben que no vamos a mover un dedo. Este el  momento de recuperar nuestra dignidad y mostrar al mundo que somos un país donde sabemos luchar por lo nuestro, donde defendemos la justicia y el honor.

La culpa de perder la isla, la culpa de las ofensas que recibimos sólo es nuestra. Nadie se atrevería a meterse con nosotros si fuéramos un país formado por una sociedad honesta, valiente, defensora de sus derechos nacionales e internacionales. Una sociedad digna.

¿Vamos a repetir la historia?

Conozcamos nuestra historia y aprendamos de nuestros errores. Valoremos a nuestros verdaderos héroes y defendamos con actos dignos de lo que es nuestro.

No es el momento histórico de comenzar una guerra con nadie, pero sí lo es de realizar acuerdos bilaterales serios y honestos, que nos permitan en igualdad de circunstancias hacer uso de una tierra que históricamente no queda claro a quién pertenece. Y podríamos los mexicanos reabrir el caso y un tribunal actual podría quizás aceptar que todas nuestras pruebas de soberanía son válidas.

Pero ¿no será mas eficiente para todos, llegar a acuerdos bilaterales igualitarios en donde ambos países salgamos ganando algo y no alguno lo pierda todo?

 * La autora es presidente del proyecto: Clipperton Honor y Gloria. En calidad de nieta y bisnieta de Ramón Arnaud Rovira y el Capitán Ramón Arnaud Vignon y Alicia Rovira. Todos ellos héroes en la historia de la isla Clipperton.