Entrevista con Edel Rodríguez/Ilustrador

Emma Islas

La imagen del gran símbolo de la libertad y la democracia que hay en Estados Unidos dio la vuelta al mundo en pocas horas, cuando apareció la estatua decapitada ni más ni menos que por Donald Trump, en una portada del semanario alemán Der Spigel, imagen que se volvió viral. El shock fue inevitable, sobre todo en Nueva York y otros estados donde continúa el enojo y las protestas debido a las acciones emprendidas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

A menos de un mes de haber asumido el poder, Trump sigue imparable. A diario el mundo se encuentra a la expectativa de sus decisiones, de los tuits que envía cada mañana y las órdenes ejecutivas que firma día a día. Tan solo este jueves, firmó tres acciones con las que asegura que quebrará a los cárteles del narcotráfico y reducirá los niveles de violencia en su país.

Las portadas de revistas de todo el orbe se han centrado en su persona, y no de la mejor manera. La semana pasada la revista británica The Economist presentó en su portada al presidente de Estados Unidos con una expresión de rabia y una bomba molotov en la mano, su título lo decía todo, “An Insurgent at the White House” (Un insurgente en la Casa Blanca).

Al igual que The Economist, el semanario alemán Der Spiegel no se detuvo. En su carátula presentó una ilustración del artista cubano Edel Rodríguez, quien en su calidad de refugiado habla de la responsabilidad que tiene de alzar la voz, sobre todo cuando el país que lo acogió desde pequeño —a los 9 años—, junto con su familia, está en riesgo de convertirse en uno muy distinto: una nación de puertas cerradas.

EU, nación de oportunidades 

Con 45 años, Edel se abre y conversa con Siempre! sobre su vida, su carrera, sus sentimientos y sobre su protesta en contra del magnate que ha cambiado y jugado con la vida de miles de migrantes, que al igual que él, llegan en busca de mejores oportunidades que no pueden encontrar en sus países de origen.

Pese a las críticas que ha recibido por este trabajo por parte de algunos exiliados cubanos pro Trump radicados en Miami, el artista se siente satisfecho. Sus ilustraciones en contra del presidente le han hecho alcanzar su objetivo: captar la atención de las personas. “La gente tomó la imagen y la llevó a las protestas. Me mandan fotos”.

Edel Rodríguez

Edel Rodríguez tiene una prolífica carrera de más de 20 años como ilustrador. Además de colaborar con reconocidas publicaciones internacionales, entre las que se encuentran Rolling Stone, Time, Playboy, Reader’s Digest, The New York Times, The New Republic, Der Spiegel, The Wall Street JournalFortune, Billboard, The Crisis, ha ilustrado tres libros infantiles y creó un sello para el Servicio Postal estadounidense en 2005.

Otra de sus ilustraciones —que en agosto pasado fue portada de Time—  también fue retomada en diversas protestas. Ahí se advierte cómo la cabeza de Trump se derrite junto a la leyenda “Meltdown”, término muy utilizado para expresar la idea de hundimiento. Incluso realizó una imagen especial para la Marcha de las Mujeres, el pasado 21 de enero, que congregó tan solo en Washington a medio millón de personas y que se reprodujo en diversos estados de la Unión Americana y en el mundo.

En la página de Facebook del artista se pueden encontrar diversas imágenes del nuevo mandatario. Entre ellas, una pro aborto en donde se lee la palabra “Choice” y Trump aparece convertido en feto; o bien, varias en las que se ve al millonario acompañado de imágenes que remiten al Ku Klux Klan, una de las que más llama la atención es la de un miembro de este grupo orinando sobre el mapa de Estados Unidos.

Con su trabajo lo que quiere hacer, al igual que muchos americanos y migrantes, es empujar para que Estados Unidos no se convierta en lo que pretende Donald Trump, pues —asegura— en su interior es un país diferente que está conformado por gente buena y que para muchos significa libertad y oportunidad. “Yo hago lo que hago porque esa idea es la que me mantiene en este país y no se lo voy a regalar a nadie”.

Remembranzas

Relata cómo a su llegada a Miami junto con su familia, en los años ochenta, como parte del éxodo de Mariel —uno de los grandes movimientos migratorios del pasado siglo durante el cual más de 125 mil cubanos salieron de su país huyendo del régimen castrista—, fueron bien recibidos y pronto iniciaron su nueva vida, una llena de promesas.

La gente junto con el ejército les ofrecía comida y ropa. Sus oportunidades a partir de ese momento fueron mejores. A los 19 años decide partir y trasladarse a Nueva York en búsqueda de lo que siempre fue su principal interés, lo que le gustaba: el arte. Así inició una nueva historia que lo ha llevado a ser reconocido como uno de los mejores creadores.

En Nueva York estudió artes plásticas en el Instituto Pratt y el Hunter College. A los 26 años se convirtió en el director artístico más joven de la prestigiada revista Time, puesto que ocupó entre 1994 y 2008 y en el que encontró mucha gente que lo ayudó a convertirse en lo que es, un artista. Actualmente, trabaja como free lance y se dedica a dictar conferencias. En mayo visitará nuestro país ya que fue invitado a participar para hablar en un foro dedicado al diseño que se realizará en la ciudad de Querétaro.

Edel rememora la primera vez que sus padres lo visitaron en la urbe de hierro. Su mayor deseo era visitar la isla de Ellis para conocer la Estatua de la Libertad, icono de los estadounidenses que desde 1886 da la bienvenida a los migrantes y que fuera regalada por el gobierno francés al cumplirse 100 años de la Independencia estadounidense. Este emblema lo retomó Edel en su trabajo y fue publicad como portada del semanario Der Spiegel el pasado 4 de febrero. Su objetivo: sacudir al mundo y obligarlo a reaccionar ante la amenaza de que Trump destroce este sueño.

Su protesta da la vuelta al mundo

El artista cubano nos habla sobre su proceso creativo; explica que, al momento de trabajar, en su mente no existe otro objetivo que no sea el de comunicar a todo tipo de gente. Desde un universitario hasta un campesino, desde alguien que tiene la educación más alta, hasta aquellos que no la han tenido. Los mejores carteles y artistas, entre los que ocupa un lugar destacado el pintor mexicano Diego Rivera, lo que buscan es hacer que su obra logre comunicar a todo el mundo.

En torno a la motivación para crear su ilustración en la que aparece Donald Trump con un cuchillo en la mano izquierda y la cabeza ensangrentada de la Estatua de la Libertad en la derecha, y que ha conmovido a la opinión pública mundial, Edel Rodríguez refiere que esta figura surgió en su mente tras ver la preocupación de muchas personas, no solo inmigrantes sino también estadounidenses, de lo que está pasando en el país, sobre todo con la democracia.

Rodríguez busca transmitir en esa imagen que las acciones de Trump representan hoy una decapitación de la democracia, la mutilación de un símbolo sagrado. Para él las estatuas tienen un significado determinante. En cada país hay figuras muy determinantes e intocables, como ocurre en México con el Ángel de la Independencia o la virgen de Guadalupe, ejemplifica. Con ellas se logra comunicar de manera muy directa.

Se trata de protestar en contra de un hombre muy duro (Donald Trump), que insulta mucho y al que se le debe de responder de la misma manera. “Si alguien es duro con uno, pues uno debe ser más duro con ellos, es la única manera en que entiende esa gente”. Pese a considerar que en cualquier país deben existir límites, estos siempre deben de establecerse de forma correcta, no de manera grosera o humillante.

En repetidas ocasiones se le ha preguntado el porqué nunca hizo este tipo de ilustraciones con la imagen de Barack Obama; su respuesta siempre es la misma, el exmandatario era otro tipo de persona con más educación al que le importaban las formas y jamás se expresó de mala manera de nadie.

La molestia que más siente Edel Rodríguez contra Trump es el hecho de que juega con la vida de la gente y ese jugueteo le recuerda lo que hacia el comunismo en Cuba. “Trump debe entender que cualquier ley que haga puede afectar a la gente de una manera que ni se imagina”.

Los muros no son necesarios

Tras externar su apoyo hacia México, el artista expresa su enojo por la manera en que Donald Trump se ha referido a los migrantes, en específico a los mexicanos pues —considera— la cultura mexicana es de las más ricas que existen y ha visto nacer a reconocidos artistas.

En relación con el muro que se intenta construir en la frontera entre los dos países, al que le ve pocas posibilidades —afirma—, no es necesario, sobre todo cuando a lo largo de la historia se ha podido comprobar que la gente siempre encuentra maneras de darle la vuelta. “Las cosas no se cambian con muros, primero se deben de arreglar las economías”.

Sobre el significado de un eventual cierre de fronteras sobre todo para el ámbito cultural, el artista cubano no descarta que el mandatario busque que en ese país solo radiquen artistas americanos. En la mente de Donald Trump —advierte—, el ofrecer oportunidades para otros es restarle oportunidades a un americano; no entiende las ventajas que tiene ayudar a la gente en favor de Estados Unidos, en cuestión de creación de ideas. “Cuando entran inmigrantes y hacen cosas aquí, esos productos y esas ideas son americanas y es lo que ha hecho de este país lo que es, un país de inmigrantes”.

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