Jaime Septién

Muchos hablan del fin del tráfico de armas. Otros, del respeto a la libertad religiosa. Pero muy pocos han dicho que el principio del fin de la violencia que aqueja hoy mismo a la humanidad pasa por el buen uso del lenguaje. Y más: por el uso pacífico de la palabra en las redes sociales (ámbito de hostilidad sin restricciones).

“El Manifiesto de la comunicación no hostil” es una iniciativa surgida en el contexto de un simposio celebrado en Trieste (Italia) los días 17 y 18 de febrero de 2017 y auspiciado por el colectivo Parole/Stili. Con la idea de que el poder de las palabras es importante, y que en las redes sociales predomina el mal uso de éstas, incluso el insulto y la denigración, el colectivo creó un manifiesto que propague, viralmente, “un estilo positivo” de estar en la red, mediante el uso cuidadoso del lenguaje, de las propias palabras.

Se trata de un decálogo de sentido común, que todos pueden entender y que vale la pena difundir:

1. Virtual es real – Digo y escribo en la red sólo las cosas que tengo la valentía de decir en persona.

2. Se es lo que se comunica – Las palabras que elijo relatan la persona que soy: me representan.

3. Las palabras dan forma al pensamiento – Me tomo todo el tiempo necesario para expresar lo mejor posible mi pensamiento.

4. Antes de hablar hace falta escuchar – Nadie tiene siempre razón, tampoco yo. Escucho con honradez y apertura.

5. Las palabras son un puente – Elijo las palabras para comprender, hacerme entender, acercarme a los demás.

6. Las palabras tienen consecuencias – Sé que cada una de mis palabras puede tener consecuencias, grandes o pequeñas.

7. Compartir es una responsabilidad – Comparto textos e imágenes sólo después de haberlos leído, valorado, comprendido.

8. Las ideas se pueden discutir. Las personas se deben respetar – No convierto a quien sostiene ideas que no comparto en un enemigo al que hay que eliminar.

9. Los insultos no son argumentos – No acepto insultos ni agresividad, ni tan siquiera a favor de mi tesis.

10. También el silencio comunica – Cuando la mejor elección es callar, callo.

Es un decálogo que relanza las antiguas virtudes de la comunicación interpersonal, avasalladas por el estilo nervioso, rápido, desligado de reglas y de normas y, a menudo, brutalmente agresivo en que se han convertido las redes sociales en el mundo.

Y es de enhorabuena que este colectivo italiano haya lanzado esta iniciativa para el mundo digital: finalmente, los esfuerzos que se hagan por humanizar las redes sociales, son loables. Dondequiera que se presenten.

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