¿Investigación o coincidencia?

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Si la justicia existe, tiene que ser para todos;

nadie puede quedar excluido, de lo

contrario ya no sería justicia. Paul Auster

La gran nota en estos días fue la detención del exgobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington quien gobernó entre 1999 a 2004. Sobre él pesan acusaciones de lavado de dinero derivado de conductas ilícitas de algunos cárteles delincuenciales y de las drogas. Lo encontraron y detuvieron en Italia, en Florencia, donde según autoridades locales negó ser él y se identificó con una licencia para conducir a nombre de una persona distinta.

Sin embargo la autoridad no cayó en ese juego y logró la detención. Sin duda resulta loable la acción de la justicia internacional para dar cumplimiento a una orden de aprehensión en contra de alguien acusado de diversos delitos. Sin embargo resulta digno de análisis poder determinar si esta acción se encuentra enmarcada y es el resultado de acciones de investigación e inteligencia judicial o se trata de una acción premeditada para incidir en un momento y tiempo específico.

Lo anterior surge porque la orden de aprehensión data desde el año 2012, es decir, han pasado casi cinco años para que pudieran dar con el paradero de Yarrington. Lo que genera duda es que el resultado se da en el tiempo en que se están viviendo, batallas electorales en estados clave como el Estado de México, donde se definirá en gran medida el escenario que se estará a viviendo en las elecciones presidenciales de 2018.

Si el resultado es producto de la investigación y se ha dado en este momento y es pura coincidencia, no pasa nada y tendrá que reconocerse el trabajo de la autoridad; pero si la detención y la exposición mediática surge de algún plan para tratar de influir en los resultados electorales, la acción resulta reprobable. Y esto es así porque entonces estamos en el escenario de que la autoridad usa las instituciones para tratar de mantenerse en el poder y no en su franca y clara vocación de servir y hacer justicia.

Si este es el ritmo de trabajo de las autoridades, estamos ante una realidad compleja y difícil, porque son muchos los pendientes de exgobernantes perseguidos por la justicia y no se sabe nada del lugar donde se encuentran, y el tiempo en que serán capturados para rendir cuentas.

A este ritmo pasarán muchísimos años para poner tras las rejas a los responsables de los cuantiosos desvíos de recursos públicos, que sin los mínimos escrúpulos truncaron vidas, proyectos y oportunidades de miles de mexicanos que no recibieron medicinas, becas y programas de apoyo que les permitieran salir adelante y resolver su problemática.

Los hechos están ahí y resultan apremiantes para que los gobiernos y sus autoridades en verdad se ocupen de dar resultados porque esa es su obligación y no solo por el hecho de tratar de influir en las elecciones para su beneficio personal, usando la justicia para fines electoreros.

@perezcuevasmx

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