¡AL GRITO DE GUERRA!, de José Antonio Crespo

NORMA SALAZAR

El Himno Nacional Mexicano es uno de los tres símbolos patrios oficiales de México. Su primer conocimiento data en el año 1854, no es cuando en 1943 se da oficialmente a conocer por decreto del presidente Manuel Ávila Camacho el himno como hoy lo conocemos, expone las victorias en batallas y protección a la patria, está escrito en diez estrofas y estribillo por el poeta potosino Francisco González Bocanegra en 1953 mientras que en la parte musical fue el español Jaime Nunó. Años antepuestos en México ya escuchaban algo similar como si fuera un Himno Nacional era la Marcha Real o Marcha Granadera proveniente de España y sus colonias donde tenía gran aceptación en ceremonias cívicas  para luego dar acogida a un nuevo nacionalismo mexicano; referente a esta aceptación musical explica el escritor y crítico Gabriel Zaid detalladamente una reflexión. Capítulo I. Himnos Nacionales y Patriotismo: “En relación al uso político de los himnos nacionales, Zaid advierte: ‘¿Qué se canta en los himnos nacionales? La exaltación de nosotros frente a los otros, el llamado a las armas para defender como sagradas las fronteras de cada centro del poder, la presunción de tener a Dios (a la razón, a la historia milenaria) del lado nuestro. Los himnos y las banderas ayudan a imponer la ficción de que los súbditos de un nuevo centro de poder son de hecho una antiquísima nación que logra, por fin, constituirse como Estado; aunque las naciones de verdad queden de hecho repartidas entre varios Estados, aunque casi todos los estados de hecho sean multinacionales’”.

¡Al Grito de Guerra! Historia y significado del Himno Nacional Mexicano del doctor José Antonio Crespo en Historia por la Universidad Iberoamericana expone un recorrido cívico e histórico para divulgar de modo viable el origen del Himno Nacional Mexicano e Himnos del mundo como La Marsellesa, escrito en 1792 a raíz de la guerra Francia contra Austria, originalmente se llamó Canción de Guerra para el Ejército del Rhin por Rouget De L̓isle escrito en una noche letra y música. Exalta desde la apertura un ánimo patriótico que el propio Napoleón Bonaparte expreso “Esta música nos ahorrará muchos cañones”.

Otros himnos podemos leer en este libro fragmentos de los países latinoamericanos que necesitaban su propio himno después de lograr su autonomía ante España; distintivo es el himno de Bolivia: “Bolivianos, el hado propicio/ coronó nuestros votos y anhelos./ Es ya libre, ya libre este suelo./ Ya cesó su servil condición”.

En nuestro Himno Nacional observamos todas las gestas bélicas a lo largo de nuestra historia mexicana. El General Antonio López de Santa Anna dio la orden de que se escribiera el guerrero inmortal de Zempoala; se hace notar en las diez estrofas originales que posteriormente fueron eliminadas seis y sólo se mantuvo la frase “Para ti las guirnaldas de oliva” que le corresponden exactamente al “guerrero inmortal de Zempoala”, otra frase “Guerra sin tregua” el grito del Congreso ordenando al ejército a combatir hasta la muerte “guerra, guerra en el monto, en el valle” se refiere a las batallas de Churubusco, Molino del Rey, Chapultepec y Padierna, “el acero aprestad y el bridón” hace referencia a lanza o espada que debe estar lista como el caballo de batalla (bridón) Sin embargo todo inicio tiene un fin, en el año 1855 los liberales derrocarían a Santa Anna quien tuvo que abandonar la presidencia para asumir la presidencia Juan Nepomuceno Álvarez y el Himno Nacional que fue creado por un gobierno conservador, le fueron suprimidas dos estrofas referentes a Agustín de Iturbide y Santa Anna.

Otra travesía de nuestra historia que es muy significativa leer en ¡Al Grito de Guerra! es que existen notas testimoniales haciendo referencia al título: V. MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA. “La Constitución de Apatzingán de 1814, por ejemplo, pedía a los mexicanos ‘un sacrificio voluntario de los bienes y de la vida, cuando sus necesidades (de la Patria) lo exijan’. Morelos hablaba con orgullo de la valentía de sus hombres, que ciertamente dieron ejemplo de ella en varias ocasiones, pero hacía extensiva dicha virtud militar a todos los nacidos en estas tierras: ‘Los americanos (mexicanos) son militares por naturaleza… cualquier soldado veterano puede suplir la cátedra de general’”.

No debemos olvidar que el Himno Nacional tiene un significado en cada palabra, de cada estrofa una idea a través de metáforas políticas, religiosas, sociales, etcétera. Explica por ende un razonamiento lógico de todo acontecimiento sea un desenlace positivo o negativo.

 A pesar del belicismo en nuestro Himno hay una esperanza, un lado positivo y humano existe, una estrofa concretamente dedicada a la paz, a una paz en particular la paz interna entre los mexicanos después de tantas batallas en el país. VIII YA NO MAS SANGRE… DE HERMANOS “Ya no más de tus hijos la sangre, se derrame en contienda de hermanos”. Los países beligerantes siguieron exaltando el orgullo de identidad como sendero para sensibilizar a sus tropas como la gente civil una esperanza de vida mejor al cesar la batalla, por ello, dedicaron fragmentos para exaltar en sus himnos el futuro de Paz. “Cesen pues, los partidos; abracémonos fraternalmente; sepúltense pues para siempre en el olvido los enconos y opiniones; y sea la única divisa de todos la Patria… Destiérrese de la política la funesta rivalidad de clases”.

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