La “cacería” y posterior detención de Joaquín Loera, El Chapo, “pudo haber abierto la puerta a alguien aún peor”: el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alías El Mencho, sostiene la revista Rolling Stone. 

En el reportaje El ascenso brutal de El Mencho, firmado por el periodista Josh Eells, se expone el origen humilde del capo mexicano, su iniciación en el narcotráfico, se integración a los grandes cárteles del país, su ruptura con ellos, el comienzo de su empresa criminal y el rápido ascenso de su organización en una de las más poderosas que existe en México.

De acuerdo a la investigación realizada por el periodista, Oseguera Cervantes, nació el 17 de julio de 1985 en el pueblo de Naranjo de Chila, Michoacán, y tiene cinco hermanos. Su cuñado Abigael González Valencia, El Cuini, educó a Oseguera Cervantes sobre el negocio de las drogas.

El joven Nemesio Oseguera Cervantes detenido en San Francisco, California, por venta de drogas. Foto: Rolling Stone.

El joven Nemesio Oseguera Cervantes detenido en San Francisco, California, por venta de drogas. Foto: Rolling Stone.

En 1989 fue detenido junto a su hermano mayor, Abraham, por venta de drogas. El joven Nemesio Oseguera fue obligado a declararse culpable para evitar que se dictara una cadena perpetua a su hermano. Ya en enero de 1997 salió de prisión con libertad condicional y luego fue deportado a México, donde se enrolaría como policía estatal en Jalisco.

De acuerdo a la información publicada en la página web de la revista, El Mencho se integró al Cártel de Milenio cuando éste ya estaba convertido “esencialmente en una filial (del Cártel) de Sinaloa”.

Al mando de Ignacio Nacho Coronel, el ex policía se convirtió en estratega de seguridad y contrainteligencia de la facción del cártel que controlaba Jalisco y que desde entonces era líder en el comercio y producción de metanfetamina. “Gracias a su experiencia en Estados Unidos, El Mecho estaba bien posicionado para tomar ventaja”, destaca Josh Eells.

Cuando uno de los líderes del cartel Milenio fue arrestado y, el propio Nacho Coronel fue asesinado, los dos principales jefes de Jalisco habían sido sacados de la mesa. “Un ambicioso Mencho se adelantó para ocupar su lugar” .

Sin embargo, el cártel entregó el mando a otro de sus colegas y como segundo al mando “inició su propio grupo disidente, que pronto declaró la guerra a los (los cárteles de) Milenio y Sinaloa.

“Los tipos que eran leales al (Cártel) Milenio fueron asesinado (…). Todo el mundo se vio obligado a huir, y Mencho  ganó –ese fue el comienzo del CJNG”, explica al medio estadounidense el agente especial Kely Mori, integrante de la división de campo de DEA en Los Ángeles.

El reportaje destaca la violencia que caracteriza al cártel,  pero advierte  que “Mencho también ha mostrado un salvajismo que es extremo incluso para los estándares del narco. Para El Chapo, sin duda brutal, el asesinato era una parte necesaria de los negocios. Para Mencho se parece más al sadismo como espectáculo público. Ha habido asesinatos masivos, como los 35 cuerpos atados y torturados arrojados en las calles de Veracruz durante la hora punta de la tarde de 2011. Dos años más tarde, los integrantes del CJNG violaron, mataron y prendieron fuego a una niña de 10 años a quien ellos (equivocadamente) creyeron hija de un rival. En 2015, los asesinos del CJNG ejecutaron a un hombre y a su hijo en una escuela primaria detonando palos de dinamita pegados en sus cuerpos, riéndose mientras filmaban la espantosa escena con sus teléfonos”.

La revista Rolling Stone plantea que el origen de la violenta forma de operar de CJNG se podría explicar, como parte de un esquema de negocio, que no depende de alianzas con organizaciones del continente para producir su negocio estrella: la metanfetamina.

“El problema con los hombres de las metanfetaminas es que están desquiciados”, dijo un analista de la DEA, quien explica que en comparación con los cárteles más establecidos, El Mencho y el CJNG eran “tipos que hicieron su reputación aplastando pseudoefedrina y no tenía que vincular y cenar con proveedores  bolivianos, o volar a Sudamérica para hacer negocios internacionales, no son sofisticados, son muy duros”, apunta el reportaje.

Y aunque el carácter violento del líder del CJNG impulsó su rápido ascenso también podría ser su condena. El antiguo agente de campo de la DEA no cree que llegue a ser detenido y extraditado. “(El) Mencho es un asesino”, dice. “Me sorprendería que lo capturaran vivo”.