Entrevista con Alejandro Encinas Rodríguez | Senador

 

Por mucho tiempo la izquierda en México ha intentado unirse para lograr el cambio que el país requiere. Sin embargo, los intentos han sido en vano. Para muchos —entre ellos Roger Bartra— se ha convertido más que en un mito, en una obsesión. Idea con la cual discrepa en su totalidad el senador Alejandro Encinas Rodríguez quien junto con Cuauhtémoc Cárdenas encabezan la organización Por México Hoy, que busca proponer una agenda política progresista que sea adoptada en 2018.

Durante un homenaje por su trayectoria, la fundadora del Frente Democrático Nacional, Ifigenia Martínez y Hernández, rodeada de personajes importantes en la izquierda mexicana, reiteró su compromiso por lograr esta unidad. Llamó a construir acuerdos equitativos de mutuo respeto pues —aseguró— “es momento de que haya un gobierno de izquierda en México”.

Para Marco Rascón, analista y fundador del PRD, 1988 marcó un hito para la izquierda en el país, “se resolvió en los hechos un largo debate en el interior de la izquierda sobre lucha por la democracia y la igualdad social; ayudó a ampliar el pensamiento democrático y la alternativa electoral”.

Sin embargo, asevera que a partir de 2000, “avanzó en prerrogativas, espacios de poder y legisladores, pero retrocedió en calidad política, conceptual y programática”.  La lucha por la presidencia se convirtió en su único objetivo. Así, dice que desde ese año “la izquierda entró en una de las noches más oscuras de su historia”.

Al acercarnos con el senador Alejandro Encinas para hablar sobre la unidad de las izquierdas y a la pregunta expresa sobre si se ha convertido en más que un mito, en una obsesión, el político mexicano fervientemente asegura que “no se trata de un mito, ni una obsesión, es una necesidad; no solo para avanzar en la silla presidencial, sino para lograr un cambio en el régimen”.

Tras aceptar la existencia “de sectores con los pies insalvables de la posibilidad de unirse”, señala que no solo se trata de tener buenas intenciones, “hay que ir dejando atrás el pragmatismo que tanto nos ha debilitado para poner los pies en la tierra y entender que los cambios no se van a lograr por el acuerdo de las cúpulas de los partidos”.

Al encuentro de ideas y causas comunes

El político de izquierda explica que a través de Por México Hoy lo que se esta tratando de construir es un espacio de encuentro: de ideas y causas comunes, tanto de las organizaciones sociales, como de las organizaciones civiles progresistas, así como de los partidos que se identifican con las izquierdas: “Un espacio para caminar juntos”.

Al precisar que no están pensando en organizar un partido político o buscando candidaturas, ni cargos públicos, aclara que se intenta construir una plataforma que permita volver a escuchar a esa izquierda, “volver a ponernos de acuerdo y sobre la base de las ideas y causas comunes, ir juntos en un proyecto que, además de la presidencia, transforme el régimen político en el país”.

Lo cual —dice— es urgente ante la presencia de una autoridad electoral que se ha mostrado profundamente incompetente y cómplice de la burla a la voluntad popular, así como de un gobierno “que sí está obsesionado con mantenerse en el poder”.

Pero sobre todo, cuando en su intento por lograr esta unidad se han topado con mucha gente que está harta de la forma de hacer política, “hay muchos militantes inconformes de los distintos partidos políticos, particularmente de las izquierdas”, para los cuales —asegura— las puertas están abiertas en este espacio.

Se requiere un cambio de régimen

Encinas Rodríguez subraya que ante un régimen que dio de sí, que no solamente está agotado, sino en pleno proceso de descomposición, se abre la necesidad de hacer un viraje, en el cual es indispensable que los acuerdos se den en torno a las ideas.

“Lo que necesitamos es simplemente un régimen en el que se recupere la rectoría económica y de bienestar, en el que el centro de atención sean los ciudadanos y no los negocios. Un estado democrático dónde más que el estado de derecho deba regir un Estado de derechos para los ciudadanos”.

Un régimen —indica— ­en el que no haya ni pobreza, ni riqueza extrema. En el cual se radique la corrupción que ha corroído las instituciones públicas. Cambio que no puede ser garantizado ni por el gobierno actual, “ni el PRI, ni el PAN y menos una alianza del PAN con el PRD están en condiciones lograr un cambio de  esta naturaleza”.

Considera que en este momento lo que el país requiere para avanzar es una ruptura cultural que no solo se centre en cambiar las formas de gobierno, sino en cambiar las formas de participación ciudadana, “hacer que los ciudadanos se empoderen de los asuntos públicos. Acabar con las mafias que han privatizado la política y que han convertido la política en un gran negocio”.

 

Una nueva Constitución

Al referirse a los cambios que deberán de hacerse a la Constitución mexicana para lograr un cambio de esta naturaleza, quien también fuera presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, asevera que no solo se requieren cambios, sino una nueva Constitución.

Aunque admite que este es un paso que se tendrá que dar más adelante explica que, tras las más de 600 reformas que ha sufrido la Constitución de 1917, ya no representa el pacto social que se suscribió. “Es por eso que en la actualidad a lo que nos estamos enfrentando es a la necesidad de hacer un rediseño del pacto social que funcione a todos los mexicanos”.

Dejar atrás los agravios

Sobre lo que se requiere para lograr la unidad de las izquierdas, el experredista —seguro de sí— afirma que todo dependerá de la voluntad política. Por ello, señala que en primer lugar lo que se necesita es mucha generosidad de parte de todos.

“Todos necesitamos ceder, dejar atrás los agravios que tanto han lastimado a algunos. En todo caso ceder a muchas de nuestras posiciones, y de esa manera lograr volver a tener un entendimiento”.

Respecto al candidato que pudiera surgir de esta unidad, refiere que deberá salir de entre quienes compartan el mismo proyecto: “Hay candidatos que ya están en plena campaña, si alguno llega a asumir el compromiso que estamos planteando, pues podríamos acompañarlo. Sin embargo, son muchos los que están buscando la presidencia, pero muy pocos plantean programas o ideas completas”.

En torno a la posibilidad de que López Obrador pueda unirse en este proyecto, Encinas —evasivo— únicamente responde que eso aún se tiene que discutir. “No veo la razón por la cual no podamos construir un frente mucho más amplio de dos organizaciones partidarias”.

Señala que no se debe olvidar que lo más importante son frentes de ciudadanos que se deben construir a fin de rebasar los muy limitados márgenes que tienen los partidos políticos: “Se tiene que asumir que solos no se puede, esa es la lección que arrojó el Estado de México”.

FAD repetirá prácticas de siempre

Al referirse al Frente Amplio Democrático, Encinas Rodríguez asegura que en este frente se repetirán las mismas practicas de siempre, “es un acuerdo entre las burocracias partidarias donde no se considera ni siquiera a los militantes. Básicamente se busca preservar las posiciones que actualmente tienen. Defender sus intereses por pequeños que sean”.

“Lo que han planteado hasta ahora el PAN y el PRD no es un proyecto de cambio de régimen político, es una simple alianza que busca sacar del poder al PRI; partiendo de la lógica de que el candidato a la presidencia que encabece este frente será del PAN, mientras que el PRD encabezará las candidaturas de la Ciudad de México, Morelos o Tabasco”.

Lo cual para el senador es un claro reflejo de que este frente “no es una alianza en contra del PRI, sino una alianza en contra de Morena, de López Obrador y eso es justamente lo que tenemos que dejar atrás, y evitar, para lograr unificar a las izquierdas”.

@emma_iza

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