México ha sido un país con una tradición de alta escuela en materia de relaciones internacionales. Su servicio exterior ha sido destacado por políticos, expertos y diplomáticos, que lo han considerado como uno de los más apegados a las leyes internacionales. En 1922 y, en medio de un contexto mundial muy difícil por los cambios revolucionarios que entonces se dieron, nuestro país reconoció a la Unión Soviética y con ello, inició una nueva era en las relaciones bilaterales. El 14 de febrero de 1972 hizo lo mismo con la joven República Popular China. En ambos casos, este apoyo fue fundamental para que esos países se consolidaran en la arena internacional. Recientemente, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray se ha pronunciado por apoyar una serie de políticas lideradas por Estados Unidos para presionar al gobierno izquierdista de Nicolás Maduro. Expertos y académicos como la maestra Yuriria Iturriaga, consideran que se trata de una posición que no refleja la gran tradición de respeto al derecho internacional que tanto caracterizó a la posición mexicana. Esta es la entrevista que concedió a Siempre! respecto al lineamiento que el servicio exterior actual está mostrando al mundo en el caso de la crisis venezolana.

Desconocimiento pleno

¿En qué situación se encuentra Venezuela, según su opinión personal?

De entrada, hay que situar mi perspectiva personal: mi padre fue un especialista en historia de México y acudí a la escuela pública de entonces, que enseñaba la historia de nuestro país y de nuestras relaciones con otras naciones, amigables o prepotentes, solidarias o imperialistas. Desde niña supe que los EEUU invadieron con su ejército nuestro país 214 veces, incluso en el siglo XX.

Mi educación me enseñó a leer e interesarme por los problemas sociales y a usar un criterio propio, sin filias ni fobias, en asuntos de justicia e injusticia. Esta introducción me permite situar mi perspectiva sobre la crisis, inducida desde el exterior en la República Bolivariana de Venezuela, dentro del contexto de la historia de nuestros hermanos de América Latina, subcontinente lastimado en el siglo XX por dictaduras sangrientas e injustificables y todas, curiosamente, apoyadas por los EEUU.

Si la gente estuviera informada, si los jóvenes de hoy leyeran información seria y artículos de fondo, no habría nadie que pudiera condenar las Misiones Bolivarianas que ampliaron el acceso de la población a la alimentación, la vivienda, la sanidad y la educación. Aunque aún espero que la Constituyente pueda hacer valer el voto explícito mayoritario, contra los enemigos del bienestar social general y los simples cobardes u oportunistas que se abstuvieron.

Yuriria Iturriaga.

Urge una renovación 

Según analistas internacionales, la política mexicana respecto a la crisis venezolana está siendo mal encauzada, sobre todo ante la gran tradición que ha tenido de respeto a las naciones, ¿Qué opinión tiene de esto?

Volveré a mencionar a mi padre, que fue embajador de México en la URSS y en Portugal, además de haber llevado muchas otras misiones diplomáticas por encargo de dos presidentes. Por él supe del enorme orgullo ante el mundo que la frase de Benito Juárez debía aportarnos: “entre las personas como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.  Conocí de muy cerca a otro gran diplomático, el Canciller Jorge Castañeda de la Rosa, quien colaboró en las conversaciones de paz durante el conflicto de El Salvador. También conocí a nuestro Premio Nobel, don Alfonso García Robles, iniciador del Tratado de Tlatelolco contra la proliferación de armas nucleares en territorio latinoamericano.

Pero lo que está pasando actualmente con nuestros representantes diplomáticos ante EEUU me hace temer que, a nuestras espaldas, un día nos enteremos de que hay armamento nuclear sobre nuestro territorio… Por eso urge renovar por completo nuestras autoridades, desde la cúspide a los empleados de oficina, todos los antipatriotas.

La enfermedad neoliberal 

México recientemente confirmó que apoyaría las sanciones impuestas por Estados Unidos para presionar al gobierno de Nicolás Maduro ante su obstinación de cambiar la Asamblea Nacional, ¿qué implicaciones tendría esto en la imagen de México ante Latinoamérica?

Países que fueron muy respetables, como la Francia de Mitterrand, e incluso la de Chirac, estaban lejos de cerrar filas con EEUU, como prueba tenemos a un ministro de la defensa Francés, J.C. Chevenement quien renunció cuando países europeos, con EEUU a la cabeza, invadieron Irak.

Pero ahora ¿quién en su sano juicio y sin vendas (véase intereses personales) en los ojos, puede propiciar  sanciones sobre otro país, después del fracaso de esta táctica sobre el heroico pueblo cubano?  El problema es que la enfermedad neoliberal ha cegado a muchos, a pueblos enteros, sobre todo a jóvenes sin conocimiento de la historia y desconectados de los seres humanos por las tecnologías de la in-comunicación a las que los han vuelto adictos. No sé si me va a tocar ver resultados positivos contra la ola maléfica que azota actualmente los gobiernos con cierta autonomía de América Latina, quisiera ver el triunfo del bien actuar sobre el mal disfrazado e inyectado en las consciencias de Occidente. Pero creo que a quienes nos representan hoy no les importa en absoluto la imagen de nuestro país: son tan soberbios que se creen, ellos mismos, México.

Política exterior divagante

¿Podríamos decir que la política exterior mexicana se encuentra en una abierta crisis de enfoque ante fenómenos como el de Venezuela y las actitudes de Donald Trump?

La política exterior mexicana se murió de inanición desde el Canciller Castañeda de la Rosa, aunque muchos de sus colaboradores intentaron todavía poner en alto el nombre de nuestro país, la política presidencial mexicana injerencista y frívola, al servicio de EEUU, mató una historia de 150 años de dignidad.

La autora es miembro de carrera del Servicio Exterior Mexicano. Estuvo diez años en activo en Francia y actualmente está en retiro. Es maestra en antropología de la alimentación.