“La tipificación de los delitos corresponde a castigar todo lo que amenaza el modelo del gobierno en turno”, asevera Marialy Soto (Ciudad de México, 1983), curadora de la muestra La propagación del mal. Crónicas sobre la justicia en la Ciudad de México, que se inaugura en las salas del Centro Cultural de España (CCE) después de cinco meses de investigación sobre el sistema penitenciario desde finales del siglo XIX hasta hoy, a través de una iniciativa del CCE junto con el Centro Cultural Border.

Soto detalla que la muestra es el resultado de una investigación que se basó principalmente en la construcción de una secuencia espacio temporal de las distintas voces que vivieron y viven las formas del sistema penal mexicano y su contexto social en la Ciudad de México, exponiendo así el comportamiento de la ley y sus transformaciones a través de la historia.

Integrada por objetos, documentos, fotografías, mapas y textos, la muestra exhibe entre sus piezas diversos cráneos reales, colocados en una especie de tzompantli, a manera de percibir aquellos rostros que alguna ves fueron marcados por las rejas de las cárceles de Belem y Lecumberri en tiempos de Porfirio Díaz, así como de algunos penales actuales de la Ciudad de México.

La exposición que estará abierta hasta el 25 de febrero del 2018, pone el reflector sobre el sistema penal mexicano en donde pareciera asumir que la pena y el castigo están dispuestos para todo aquel individuo que atente contra la familia, la propiedad privada y el Estado.

“El poder dicta la palabra y empuña la letra que anuncia la idea de una sola nación, de un solo territorio y de una misma identidad mexicana. Nos dice que es la patria la que nos reclama la invención de un futuro mejor y que es nuestro deber responder a la mejora de costumbres […]”, se lee en el texto elaborado por la curadora, para dar la bienvenida al visitante.

 

La muestra es dividida en diferentes salas, en donde se observa el positivismo en justicias, en la sala Medición y ciencia para la invención de una nación, las crónicas de Lecumberri, en la sala El Palacio Negro y su ortopedia social, así como la sala Crónicas de magistrado, en donde a través de un video y documentos judiciales expone cómo se castiga todo lo que está en contra de la propiedad privada, el Estado y la Familia.

“En cada una de estas salas podemos ver por ejemplo, ciertos años en que se castigaban delitos de orden moral, como adulterio, lenocinio y aborto; en cambio, en los 60, el terrorismo o ataques a las vías de comunicación, en el contexto del movimiento estudiantil del 68”, apunta Soto.

Por otro lado, el uso creativo de los medios audiovisuales desde la antropología constituyen parte fundamental de la formación de Marialy Soto, en que explora y expone sus trabajos de investigación. Los principales temas de estudio que aborda son el cuerpo y la cultura urbana. Su experiencia laboral en el ámbito institucional desde el desarrollo social le ha brindado un enfoque interdisciplinario el cual ha enriquecido la manera de afrontar los retos que conlleva el trabajo de campo.

Fue miembro del comité organizador de las Jornadas de Antropología Visual, evento académico-cultural que buscaba provocar una reflexión sobre el quehacer de los medios audiovisuales como parte de la investigación social. Del 2013 a la fecha desarrolla el proyecto La Voz Abierta el cual fomenta procesos reflexivos entorno a las formas de impartición de justicia en la Ciudad de México.