Colocar en el buscador la palabra Ecatepec arroja noticias relacionados con muerte, feminicidios, robos e impunidad. Ecatepec de Morelos es sinónimo de miedo. Es uno de los 125 municipios que conforman al Estado de México, y encabeza el número de feminicidios y fue el primero en declarar una alerta de género.

Entre las colonias más peligrosas de este municipio se encuentra Jardines de Morelos, barrio en el que vivió por 29 años José Fabián Estrada, “El Perro”, joven dibujante que le tocó vivir en carne propia la violencia contra las mujeres y el robo a mano armada.

Ecatepec (Ediciones Hungría, 2017), debut editorial de “El Perro”, recopila dibujos inéditos que le tomaron seis meses de arduo trabajo. “El secuestro”, “Robos de lujo” y la “Bestia” forman parte de esta primera edición.

“El Perro” no teme levantar la voz a través del arte. “Yo no sé de alguien que hayan matado por dibujar. En ningún lado (del libro) viene mi nombre y es lo que menos quiero. No quiero que se le dé vuelo a mi nombre e imagen. No tengo ganas de hacer otro libro ni tengo nada más que decir”, reveló en entrevista para Siempre!

El dibujante José Fabián Estrada.

El dibujante José Fabián Estrada.

-¿Cómo surgió el Libro Ecatepec?

Venía pensando si la personas que me ven con el nombre del municipio se preguntarán qué es eso, si lo conocen o no. La idea surge de la necesidad de aclarar lo que hay allí. Llevo 29 años viviendo en Ecatepec, en la colonia Jardines de Morelos, una de las más violentas en el sexenio de Felipe Calderón. Es importante para mí mostrar en este libro lo que siempre ha pasado. No es mi libro sino un libro de personas que sobreviven lo cotidiano. Si a las personas les gusta o se les ha hecho interesante, es porque se identifican con una zona que no ajena.

-¿Cómo fue el proceso de realización de las ilustraciones?

El libro se llevó a cabo después de hablar con mi editor Rodrigo Téllez Repetto, de Ediciones Hungría, me dijo que le gustaban mis dibujos y que armáramos algo. Todos mis dibujos son intermediaros del discurso cotidiano: lo que hago es bajar en papel lo que estoy viendo. Este trabajo se llevó a cabo por seis meses de dibujo intenso, llegaba a mi casa o a la oficina y me ponía a trabajar. Mi esposa estuvo apoyándome. Todos los dibujos que están plasmados en el libro fueron hechos desde cero.

-Llevas viviendo 29 años en Jardines de Morelos. Descríbenos cómo es.

Varias personas me han dicho que el libro les reflejaba ciertas colonias. Sin embargo, es un resumen de todo el municipio. Si a este libro se le cambia el nombre y se le pone Tultitlán, Tlalnepantla o cualquier región del Estado de México o de un país de Latinoamérica, sería lo mismo. Son los mismos temas y problemas que se han permeado durante muchos años en la sociedad. Vivir en Jardines de Morelos ha sido la mayor influencia de todo lo que hago. El hecho de que tengas que bajarte del camión y correr hacia tu casa para que no te asalten o maten te cambia la forma de ver las cosas. Habla un chavo que no la ha visto tan difícil, porque hay personas que se tienen que trasladar dos horas para llegar a trabajar o que viven con menos del salario mínimo. Es una paradoja ver un teleférico en un municipio de tercer mundo.

-¿Cómo definirías tu estilo?

Desgraciadamente me formé en un escuela antiacadémica. La mitad de mi profesión la llevé en la Facultad de Filosofía y Letras. Cuando salí de diseño gráfico me invitaron a tomar clases allá, nunca obtuve la matricula de la UNAM, pero creo que eso formó mi visión de ver las cosas. Cuando me preguntan si me considero ilustrador, me niego a reconocerlo. No me siento de ese gremio, a pesar de que tengo una maestría en ilustración y de que terminé la licenciatura no me gusta definirme como ilustrador o diseñador gráfico, prefiero que me digan José o dibujante.

¿Tienes alguna influencia de caricaturistas o ilustradores? 

Me puso bastante triste la muerte de Naranjo. Felipe Ehrenberg, que murió en 2017, también me guió por esa corriente. Son artistas pensadores y críticos del sentir del mexicano y de Latinoamérica.

-¿Qué significa para ti Ecatepec? ¿Hay una esperanza de que cambien las condiciones sociales en el municipio? 

No creo que cambie nada, ni espero que cambie algo. El hecho de que yo esté haciendo un dibujo no quiere decir que voy a mover a una persona para que haga algo, si ella de principio no quiere hacer nada. Éste es un aviso de dar a conocer lo que pasa y que reflexionen las personas de qué están haciendo. Lo primero que le diría a cualquier persona es que visite Ecatepec, no es cierto que te van a matar por ir, sí te pueden asaltar en el camión pero tampoco debes ir con el iPad en el camión de Indios Verdes, es algo que no es coherente si sabemos cuál es la situación. Allá ni alerta sísmica hay. No hay un manual para sobrevivir en Ecatepec, ni en ningún lugar de este país. 

-¿De dónde salió el seudónimo de “El Perro”?

Siempre le pongo un perrito a lo que hago. Si fuera un animal me gustaría ser un perro de la calle, no domesticado. Ese es mi oficio, como dibujante me paseo por las calles y lo que me llama la atención lo paso al dibujo.

-Cuéntanos alguna anécdota dura o dolorosa que hayas tenido en Ecatepec…

A dos cuadras de llegar a mi casa me quitaron mi libreta de dibujos, el teléfono, un cable de proyector con el que doy clases y al final me pidieron toda la mochila. Cuando llegué a mi casa lo que más me dolió fue mi libreta, me solté a llorar. En medio del libro hay una mujer que está en el suelo, se suponía que sería la portada del libro pero mi editor me dijo que convenía que le bajáramos el tono porque era mi primer libro y porque es un tema (feminicidios) que está fuerte en el municipio. Todas las cosas que están en el libro son cosas que vi o que me pasaron. La mujer que está en el suelo la conocí una vez que estaba en el parque, estaba jugando con una piedra y un palo; la piedra se fue atrás de una primaria y una pareja estaba discutiendo. Era una mujer de 20 años y un hombre como de 40. Mi amigo volvió al lugar y me dijo que la discusión había subido de tono, estaban forcejeando. Fuimos con la delegada, llegó con un palo de escoba y llamó a la patrulla. Tardó más de 20 minutos en llegar. Para Jardines de Morelos, que es una de las colonias más pobladas de Ecatepec, sólo hay dos patrullas. Cuando llegó me subieron por la apariencia que tenía y el hombre que le hizo daño a la mujer se cruzó las vías hacia un zona de construcción. No lo agarraron.mHace dos meses me levanté, como a las tres de la mañana, recordé a la mujer en el suelo. Había sido el primero desnudo que vi en mi vida. Tenía entre 14 y 16 años, iba en la preparatoria. El hecho pasó en 2007 y apenas nos voltean a ver. Ecatepec no está de moda, el feminicidio no está de moda, tampoco el Estado de México. Lo que está pasando es grave desde hace años. Mi libro es una denuncia contra el PRI. Ya estoy hasta la madre y no creo ser el único.