Tras nueve meses de permanecer como encargado del despacho de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública (Lotenal), esta semana el presidente de la república, Enrique Peña Nieto, nombró al regiomontano Eugenio Garza Riva Palacio director general de este organismo que, junto a otros 22 más, conforma el mapa de las 23 instituciones que integran el sector hacendario que encabeza la Secretaría de Hacienda y Crédito y Público (SHCP), que en estos momentos dirige el doctor José Antonio González Anaya.

Con este nombramiento, que a todas luces podemos interpretar más como una ratificación por parte del primer mandatario, toda vez que Garza Riva Palacio ha sido parte del organigrama de la Lotenal desde septiembre de 2015, se le dota de una importante certeza a esta muy querida institución entre todos los mexicanos, en lo que representa ya la recta final de la administración peñanietista, pero también permite que su operación siga dándose bajo los principios de integridad, transparencia, eficiencia y austeridad.

Para aquellos que no estén lo suficientemente familiarizados con la historia y la relevancia de esta importante institución, hay que destacar que desde su fundación, el 7 de agosto de 1770, la Lotenal tiene como principal encomienda realizar juegos y sorteos legales en todo el país, lo que le permite captar recursos financieros, a través de la venta de billetes de lotería en diferentes sorteos y así impulsar el proceso de redistribución de una parte considerable de la riqueza, pues ayuda a generar empleos y también (a través de una planeación adecuada) detona una inversión institucional que se traduce en la entrega de más y mejores premios.

Por otra parte, cabe destacar dentro de la trayectoria del flamante director general de la Lotenal que, pese a su juventud, cuenta con 47 años de edad, se trata de un funcionario que conoce profundamente tanto la filosofía como el funcionamiento de esta institución cuyo carácter eminentemente social exige de personas comprometidas en presentar permanentemente resultados y su trabajo, de septiembre de 2015 a septiembre de 2017 como coordinador de asesores del director general de la Lotería Nacional y de Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública, y desde septiembre de 2017 hasta esta semana, como presidente del Comité de Apoyo para la Administración de la Lotería Nacional y Pronósticos para la Asistencia Pública hablan por sí mismos.

Y la sensibilidad para este tipo de cargos es endémica en Eugenio Garza y para botón de muestra podemos tomar el convenio firmado entre la Lotería Nacional, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y la Comisión Nacional para la Integración de las Personas con Discapacidad (Conadis) apenas en febrero pasado, tendiente a incluir a niñas y niños gritones con discapacidad y en situación de vulnerabilidad, iniciativa que surgió justo de una inquietud de la primera dama Angélica Rivera de Peña, quien propuso dignificar la vida de los pequeños y darles la oportunidad de seguir creciendo en un ambiente de inclusión, cumpliendo con tareas relevantes que les brinden herramientas para enfrentar los retos de la vida cotidiana.

Y así, entre reconocimientos tangibles que incluyen el cariño de toda la sociedad y la cancelación de billetes de lotería para sus diversos sorteos a protagonistas tan diversos como la Cruz Roja, la Sonora Santanera, la Cruz Roja Internacional, el FOVISSSTE, la Universidad Naval, la Policía Federal, Capufe, el artista plástico Rodrigo de la Sierra y su “hijo” Timo, entre muchísimos más, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública y sus 348 años de existencia se erigen como uno de los más claros ejemplos de solidez institucional.

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