El mayor problema de México es la desigualdad, no la violencia ni la corrupción, aseguró el informe Desigualdades en México 2018, realizado por investigadores de El Colegio de México (Colmex).

El estudio aporta una perspectiva inédita, pasa de tratar el tema como “desigualdad” y lo conceptualiza desde las “desigualdades”, al analizar las desventajas sistémicas a las que se enfrentan en el transcurso de su vida las personas en México.

Asimismo,el informe revela en el apartado Desigualdad en el ingreso y las oportunidades de movilidad que en México, las personas nacidas en pobreza siguen teniendo posibilidades muy limitadas de ascender en la escala social. “De hecho, tenemos una de las tasas de movilidad social ascendente más bajas en el mundo. Además, como los ingresos laborales de los trabajadores se han estancado desde 2007, aun con talento y esfuerzo, el panorama de la movilidad es muy desalentador”.

En la presentación se lee el “carácter relacional de estas desventajas, la interseccionalidad entre sus diferentes dimensiones, su acumulación durante el ciclo de vida y, finalmente, los nuevos desafíos para la igualdad”.

Los hallazgos que arrojó el informe es la brecha en los salarios entre el grupo de mayor educación y el de menos escolaridad se ha cerrado a la baja. El grupo de altos estudios percibe sueldos más bajos que se asemejan cada vez más a los montos percibidos por los grupos de estudios menores.

El fenómeno de cierre de brechas a la baja también se da en la educación, los resultados de los escolares de menores ingresos y de mayores ingresos se igualan a la baja en las métricas de desempeño escolar.

Los migrantes, que vuelven al país, también se ven afectados por la disminución de las ventajas que presentaron en algún momento. Los migrantes que volvían al país y se insertaban en el campo laboral, en años anteriores tenían mejores sueldos que quienes se mantenían en el país. A partir de 2015, la población de retorno perdió esta ventaja, y por primera vez, presenta sueldos menores que la población que se mantuvo trabajando en el país, reveló el estudio.

Desigualdades en México 2018 afirmó que las personas nacidas en pobreza siguen teniendo posibilidades muy limitadas de ascender en la escala social. “La situación es más grave para las mujeres. Ellas son más propensas a descender en la escala socioeconómica si parten de una posición privilegiada, y las que nacen en hogares con pobreza tienen mayor probabilidad de mantenerse en condiciones de marginación en su vida adulta”.

Una quinta parte de las mexicanas con estudios universitarios, más de un millón, no tiene una ocupación remunerada y se dedica principalmente a trabajos de cuidado. Las mujeres experimentan oportunidades desiguales en cuanto a educación superior, salario y trabajo dignos; además, se ocupan de la mayor parte de los trabajos de cuidado no remunerado, se lee en el documento.

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Desde 2000, las oportunidades para acceder a empleos de calidad han disminuido. A partir de la recesión de 2008, los salarios se han deteriorado para las personas con alta escolaridad y para los empleadores, sin una mejora sustancial en los ingresos de los otros grupos.

El Colmex refirió que sin considerar las características del hogar de origen o su esfuerzo, los mexicanos enfrentan oportunidades muy desiguales en cuanto al logro educativo, los  salarios o la movilidad social por el simple y azaroso hecho de nacer en una entidad o municipio determinado.

El informe, coordinado por Melina Altamirano y Laura Flamand, recomendó que como sociedad se tiene la posibilidad de evitar que los lugares de origen y las posiciones sociales de las personas en desventaja determinen la mayor parte de su futuro. Con este objetivo, es necesario que el tema de las desigualdades ocupe un lugar prioritario en la agenda pública y que tomemos acciones para lograr que los derechos que la Constitución otorga a todas las personas nacidas en México se traduzcan en oportunidades de vida verdaderas.