Por Adriana Oñate

Durante años el gobierno de Marruecos se ha dedicado a propagar una serie de ‘fake news’ respecto al pueblo saharaui. Noticias que van desde supuestos nexos con yihadistas, con el partido de Hezbolá, manipulación de la ayuda humanitaria, entre muchas otras. Estrategia que no ha triunfado del todo porque el reino marroquí se sigue enfrentando a reveses judiciales  que deslegitiman su postura frente al territorio del Sáhara Occidental.

Ejemplo de esto es el reciente fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que dictaminó que Marruecos no tiene soberanía sobre el Sáhara Occidental. El TJUE sostiene en la sentencia que: “Habida cuenta de que el territorio del Sáhara Occidental no forma parte del territorio del Reino de Marruecos, las aguas adyacentes al territorio del Sáhara Occidental no están comprendidas en la zona de pesca marroquí, objeto del acuerdo de pesca. Aunque la UE, con especial interés de España, trate de darle vueltas a esta resolución y seguir faenando en estas aguas, el Tribunal Supremo europeo no reconoce al Sáhara Occidental como parte del territorio marroquí.

La realidad es que se han cumplido más de cuarenta años desde que España abandonó a su antigua colonia, ignorando su compromiso con la descolonización; y de que Marruecos invadió ese territorio sin permitir hasta ahora, que se lleve a cabo un referéndum para que los saharauis puedan decidir su futuro. Algo que está estipulado en la resolución 2229 (XXI) de la ONU aprobada por la Asamblea General el 20 de diciembre de 1966, la cual afirma expresamente “el derecho inalienable del pueblo del Sáhara español a la libre determinación”. Previamente en 1963, el Sáhara español había sido incluido en la lista de territorios no autónomos, pendientes de descolonización, con efectos desde el 31 de diciembre de 1962. La idea del referéndum también se encuentra en la resolución 690 del Consejo de Seguridad, cuando se creó la MINURSO o Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental en 1991. Algunos de sus mandatos originales eran los de identificar y registrar a las personas con derecho a voto; así como organizar y asegurar la realización de un referéndum libre y justo, y dar a conocer los resultados. Acciones que no pudieron realizar con éxito debido a la negativa de Marruecos.

Desde entonces, la población saharaui que vive en los territorios controlados por Marruecos, se enfrenta a condiciones adversas desde la falta de oportunidades laborales, malos servicios públicos y una constante –y documentada– violación a sus derechos humanos. También es conocida la censura hacia periodistas, tanto locales como extranjeros, así como a los observadores de derechos humanos quienes incluso han sido expulsados del país. Ante esto es de destacar la labor del noticiario Democracy Now! quienes son el primer equipo informativo en reportar desde los territorios ocupados en años.

Por lo pronto se espera que en diciembre de este año se realice en Ginebra una reunión entre el Frente Polisario y Marruecos organizada por el enviado especial de la ONU, Horst Köhler para tratar de reactivar el proceso de paz, estancado desde 2012.

 

Foto portada: ONU/Martin Peret