Entrevista a Froilán EsquincaExperto en la Comisión de Gestión de Ecosistemas, UICN

En el marco del primer Foro Mexicano de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su comunidad destacó la importancia de que el nuevo gobierno lopezobradorista tome decisiones basadas en ciencia y con absoluto respeto a la naturaleza. “El inicio de esta nueva administración, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es un momento oportuno de incidir en la forma de implementación de las políticas públicas y de la articulación de las instituciones para entender la dinámica de lo que son las cuencas, estas zonas que son ecorregiones —tramas intrincadas de ecosistemas— y que cualquier transformación o cambio que se haga tendrá implicaciones, algún efecto adverso”, explica Froilán Esquinca Cano, experto en la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN.

Por ejemplo, dice: “mucho de lo que vivimos en los últimos años, como el desgajamiento de cerros, que provocan miles de muertes, se debe a un cambio de subsuelo violento, es la evidencia que se tiene que trabajar en el reordenamiento del territorio, el cual tiene que ser participativo”.

Agrega que en la pasada administración, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) asumió un rol de trabajo con los ordenamientos que va más hacia el tema de urbanización, o de no ruralizar nuestra dimensión, de lo que sería la planeación del desarrollo. Es un enorme reto que estaría muy bien armonizado desde el punto de vista de una gestión del territorio más sustentable a partir de un reordenamiento ecológico del territorio, y entendiendo esas dinámicas regionales que serían las cuencas y los ecosistemas”.

El biólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México apunta que el trabajo que se desarrolla en Chiapas, la conservación de los recursos naturales con base en la comunidad, el manejo integrado de ecosistemas y sus cuencas, pertenece a la Comisión de Gestión de Ecosistemas de la UICN. Parte de lo que se promovió en esa región “es cómo hablar del trabajo en cuencas, cómo la biodiversidad y los ecosistemas juegan una trama muy importante para conservar el suelo, el agua y filtrarla. Que haya calidad del agua, lo cual se consideró ya como un bien o servicio de la naturaleza para la sociedad”.

Añade que también se lograron actividades que recuperan especies amenazadas o en peligro de extinción, “se hizo con una especie de árboles, la otra parte fue cómo considerar algunas prácticas de manejo del agua, su captación, el aspecto de dotación para lo que serían las escuelas y al mismo tiempo una calidad que estuviera suficientemente buena para que los niños tomaran un litro de agua cuando menos al día fue un gran logro”.

 

Que el nuevo gobierno lopezobradorista tome decisiones basadas en ciencia y con absoluto respeto a la naturaleza.

 

Explica que son ya “14 años trabajando para articular el proyecto integral para el rescate de cuencas de los ríos Coatán y Cahoacán en comunidades cercanas al volcán Tacaná y de la frontera con Guatemala, “que es una reserva de la biosfera, incluso trabajando en lo que sería otro tipo de desarrollo como pequeñas prácticas para la fruticultura, la apicultura, la pesca, el ordenamiento y la restauración, también como un gran tema, de hectáreas de manglar”.

El biólogo mexicano destaca que “lo más importante es que una gran cantidad de ciudadanos ya sabe cómo hacer los proyectos, por lo que será de mucho beneficio porque habrá más conciencia en otras comunidades; ellos son maestros, saben el papel que juegan en su cuenca y lo mejor es que ya se apropiaron del proceso. Se entrega a la sociedad y a modelos que sirven como escuelas de campo, como es al gobierno del estado, al municipio y a la federación”.

“Ahora que comienza el nuevo gobierno es un buen momento para hacer un proceso de transferencia, que las autoridades lo puedan retomar para echarlo a andar y crear conciencia en más localidades. Es un proceso largo, no es un trabajo de la noche a la mañana, porque capacitas, restauras y estableces pequeñas obras de conservación”, dice.

Reitera que “estamos en un momento de transición y es un momento en donde los mismos resultados de lo que se evalúa como planeta acaba de arrojar datos en el panel de cambio climático acerca del estudio de 1.5 grados que pudiera ser la emergencia de estos cambios que vivimos ya en torno a los huracanes y algunos efectos del clima, esas son las conclusiones globales, pero eso ligado a cambios o transformaciones que se tengan en lo local y en las regiones hace más violentos estos impactos”.

Sin embargo, asegura que, aun cuando a México le falta mucho por hacer y trabajar en materia ambiental, va por buen camino, “es reconocido desde hace un par de décadas, porque constituyó una institucionalidad respecto a la biodiversidad. Es un acierto tener la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Canabio), una institución que compila y hace estudios que ordenan el análisis de cómo está el país en cuanto a las condiciones de vacíos de áreas protegidas, la biodiversidad terrestre, acuática y marina, que dan elementos para lo que es el estudio de país, La diversidad biológica de México, presentado y reconocido a escala mundial.

 

 

 

En paralelo —explica— con la Convención de Biodiversidad nacen las metas de Aichi para la Diversidad Biológica, un orden de cómo cumplir parámetros sobre especies, ecosistemas, de la apropiación y del manejo de los recursos naturales. Reconoce, en el caso particular, la participación de las comunidades locales, la parte intercultural, a lo que se llama también Protocolo de Nagoya, en donde hay quejas y elementos de saqueos de biodiversidad, así como el mal uso de estos para lograr obtener productos de la naturaleza sin reconocer a las comunidades o a aquellos que manejan o cuidan los recursos”.

Para Esquinca Cano, hay dos temas importantes: “uno, cumplir como país, que al mismo tiempo hace sinergia con los objetivos del desarrollo sustentable, las metas de Aichi y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por otro lado, esta parte del Protocolo de Nagoya de cómo comprender el valor de la biodiversidad entendiendo y comprendiendo también el reconocimiento de las comunidades originales”.

Es un tema que en el Primer Foro Mexicano de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), realizado en Ciudad de México en octubre, se abordó; fue muy interesante e importante, porque se cuenta con elementos importantes del grupo de trabajo de la UICN en México y en Mesoamérica.

El biólogo señala que fue coordinador en la parte de Mesoamérica y encontró un tema fundamental: “reconocer el patrimonio vivo de lo que tienen ellos, pero al mismo tiempo cómo los usos y manejos deben ser parte de respeto y de integridad. Así como la valorización, encontrar nuevas cadenas de mercado o de lo que se llama economía circular —sistema de aprovechamiento de recursos donde prima la reducción, la reutilización y el reciclaje de los elementos—, que sean parte de lo que promovería el desarrollo sustentable en la humanidad”.

Es un tema muy importante “el reconocimiento al uso y manejo, pero al mismo tiempo, como eso es parte de un Estado-Nación, que es parte del complejo de las Naciones Unidas que acuerdan ese tipo de elementos de monitoreo. Hay un logro muy interesante desde la ciencia, el Inbex, una plataforma de monitoreo de la biodiversidad en torno a lo que sería la globalidad, cada uno de los países sabe qué le toca y le corresponde en cada uno de los parámetros, ahí están también las metas de Aichi”, expresa.

“México, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), es de los pocos países en el mundo que tienen este estudio, somos tres o cuatro países, por tanto, es un gran aporte. Es hacer uso de la herramienta de la gestión y de la planeación, base para el desarrollo sustentable”, indica.

Froilán Esquinca asegura que México está “en las mejores condiciones de tener la calidad técnica de un seguimiento de este tipo. Hay una evaluación ambiental estratégica que lleva a analizar los proyectos grandes, se tiene que hacer uso de esas herramientas, de la parte geohidrológica y geológica, así como de la mecánica de suelos que es parte de ello. Todo lo que implicarían los elementos del paisaje y aquellas especies que sean permanentes o aquellas que recurren intermitentemente o tienen una variación estacional”.

Explica que “todo esto tiene que ser parte de los estudios previos, existen los elementos para hacer un buen trazo, un buen manejo, pero también toda la implementación de cómo todo esto debe detonar en un desarrollo regional diferente. Las propuestas nuevas, modernas, deben implicar las consideraciones de la sustentabilidad, pero también los criterios del desarrollo local y regional”.

 

Froilán Esquinca | Experto en la Comisión de Gestión de Ecosistemas, UICN

Froilán Esquinca | Experto en la Comisión de Gestión de Ecosistemas, UICN

 

“Ahí es donde se debe fortalecer este punto de vista, desde el sur-sureste, así como se plantea la parte del Soconusco, la costa de Chiapas o la zona de desarrollo económico. Se está incidiendo en la articulación de esas propuestas, que no sea la parte agropecuaria con la parte de la zona económica, sino que todas trabajen juntas, entendiendo esa dimensión de potencial, pero al mismo tiempo de articulación de elementos que nos significan, a lo mejor no se exportan volúmenes enormes, pero sí exportamos orgánicos o productos que son únicos en el mundo”, señala.

Esa parte —dice— “es la que tiene que articular lo que fue la ruta maya, considerar y darle fortaleza primero a lo nuestro, darle un sentido, porque lo que pasa en Chiapas es que la mayor cantidad de visitantes que llegan son del país, entonces hay que cuidar a los visitantes del país, mejorar las carreteras, tener mejor conectividad y al mismo tiempo todo eso conectaría con el tren Maya perfectamente, incluso Puerto Chiapas, que recibe transbordadores, desde ahí pueden ir a parar hasta el Caribe, si se articula bien la oferta que se puede generar, es trabajar juntos, no verlo desde una visión sectorial, sino cómo articular políticas públicas que destaquen un desarrollo sustentable”.