Entrevista con Gabriel Regino, especialista en seguridad pública

En mayo de 2019, se cometieron en el país 180 mil 387 presuntos delitos. Las dos entidades que encabezan la lista son el Estado de México con 30 mil 354 y la Ciudad de México con 21 mil 250. De la entidad vecina a la capital del país no es de extrañar dicha cifra, por ser la más poblada, pero en el caso de la urbe más grande de la república llama la atención que este escenario se presenta con un cambio de gobierno y que las cifras delictivas se mantengan al alza.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va de 2019 se han denunciado 5 mil 713 presuntos delitos contra la vida y la integridad corporal (homicidios, lesiones, feminicidio y otros), en tanto que los presuntos delitos contra la libertad personal (secuestro, tráfico de menores) suman 678 casos, los presuntos delitos contra la libertad y la seguridad sexual (violaciones, principalmente) 2 mil 704 y los presuntos delitos contra el patrimonio (robo en sus diferentes modalidades, fraude y otros) 65 mil 680. Todo esto en la Ciudad de México

El tema de los homicidios dolosos ejemplifica claramente como los criminales no respetan cambios de gobierno o nuevas siglas partidistas en la urbe, pues de 2015 hasta mayo de este año, se ha visto un incremento alarmante en la comisión de este tipo de delitos. Así, tenemos que en 2015 hubo 798 homicidios dolosos, en 2016 esta cifra ascendió a 906, para crecer a mil 48 en 2017 y a mil 225 el año pasado. Tan sólo en lo que va de 2019 ya se dieron 651 homicidios dolosos, cantidad que de mantenerse la tendencia podría superar los 12 meses previos.

El tema del secuestro también ejemplifica este comportamiento que es calificado como atípico por especialistas en la materia.

En 2015 se denunciaron 55 presuntos secuestros, en 2016 la cifra bajó a 46, en 2017 se ubicó en 40, para bajar nuevamente a 35 en 2018, mostrando una creciente tendencia en estos primeros meses de 2019 con 31 presuntos casos denunciados, uno de ellos de impacto mediático que culminó en el asesinato de Norberto Ronquillo a días de su graduación.

¿Por qué se ha presentado esta situación?

Gabriel Regino, especialista en seguridad pública.

Es atípico

Para Gabriel Regino, abogado penalista y ex subsecretario de seguridad pública en la Ciudad de México, de tener la oportunidad de poder platicar con la jefa de gobierno de la Ciudad de México –“qué serían muchos cafés”, aclara nuestro entrevistado–, haría énfasis en el tema de la investigación.

“Tendríamos que tomarnos muchas tazas de café, durante muchos días seguidos, porque es un tema sumamente complejo, pero lo que le recomendaría a la jefa de gobierno sería potenciar con recursos humanos y materiales los servicios periciales de la Ciudad de México, incrementar la especialización de los ministerios públicos para hacerlos criminalistas y no solamente funcionarios de escritorio y le sugeriría potenciar con recursos humanos y materiales a la policía de investigación, fundamentalmente”.

¿Cuál es la razón de este escenario delictivo? Regino explica en entrevista con Siempre!

“Estamos viendo algo atípico, un incremento en las cresta de la ola delictiva que se está caracterizando, primordialmente, por los delitos violentos. Hay un cambio notable que puede tener como factores, de esta dinámica violenta, los siguientes: un cambio en la estructura socioeconómica, esto lo interpretamos como carestía, problemas en la economía –personal, familiar, empresarial– que llevan a un aumento de conductas delictivas del orden patrimonial. Aquí se va a incrementar los robos a transeúntes, casa habitación, negocio, repartidores y vehículos, pero la situación de carestía puede llevar también a que este aumento vaya acompañado de acciones violentas, entonces a que tengamos robos violencia y, posiblemente, personas lesionadas por este tema por resistirse a ser víctima de una asalto, con lo que los autores del mismo hagan uso de las armas para tal efecto. Esta es una posibilidad.

“La otra cuestión, que tiene que ver con el aumento de los hechos delictivos en torno al ámbito de violencia, como son homicidios; la cuota que se ha incrementado y tiene una vinculación directa al fenómeno que ya se ha presentado en otras capitales del país y que es la disputa territorial por parte del crimen organizado, que llegan intentando desplazar a células existentes o son divisiones internas de los grupos criminales ya asentados; entonces, en los últimos años en la Ciudad de México se dejó de combatir el fenómeno del crimen organizado, permitiendo su connivencia con autoridades, su connivencia y expansión que permitió a grupos como el de Tepito para crear corredores donde se cobra el derecho de piso, como es en la Condesa, Roma, las zonas de Polanco, Álvaro Obregón y otras.

“Ahora la irrupción de un nuevo grupo criminal en la Ciudad, pues esté generando esta desafortunada violencia homicida. Es así, en términos generales, lo que está sucediendo en este sector”.

Inteligencia contra el crimen

Una de las críticas que se hace al trabajo de la policía capitalina, es la falta de inteligencia para prever acciones delictivas en la ciudad. Para Gabriel Regino, existe esta área en la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pero no se utiliza de la manera más adecuada.

“Sí hay inteligencia policial, pero no se explotó en los años anteriores, quizá por corrupción o quizá porque la dedicaron a otros usos, como investigaciones políticas, que es una tentación en la que caen la mayoría de los gobernantes, por eso ahora en la CDMX se requiere la inteligencia que permita, primero, detener a los responsables de los hechos violentos y, posteriormente, avanzar a una inteligencia predictiva del crimen, a qué me refiero, a que las autoridades puedan tener la información de reclusorios, de procesos penales, de detenidos, de organizaciones criminales y puedan anticiparse a sus movimientos, en esto es fundamental que también entren –espero que lo estén haciendo– las áreas de inteligencia financieras para detectar en donde está entrando el capital criminal y, de forma conjunta, puedan anticipar las autoridades anticipar los movimientos que pretenda hacer el crimen organizado, y no ser reactivos como, desafortunadamente, les está tocando en esta elevada curva de aprendizaje”.

Jesús Orta, secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX.

Finalmente, a pregunta expresa de Siempre! Acerca de su opinión de lo dicho por el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Jesús Orta, en el sentido de que si en un año no da resultados, renuncia, Gabriel Regino consideró que es un plazo muy corto para dar resultados.

“Una situación de criminalidad como la que se está viviendo actualmente en la capital del país no puede ser reversible en un año, es imposible, puede ser contenida, sí, pero para reducir a las tasas delictivas de ‘normalidad’ para una urbe como es la capital del país se requiere mucho tiempo, y la razón es la siguiente, se requieren de investigaciones eficaces y científicas, que es un tema que siempre se ha dejado de lado porque se pone el foco en la policía uniformada, es decir, la policía preventiva, pero ésta no tiene la capacidad de contener este fenómeno que se ha presentado en la Ciudad, porque es una dependencia que también se abandonó, se dejó en la desorganización y la corrupción, entonces aquí quien lleva la carga de poder contener la ola de criminalidad es la Fiscalía de la Ciudad de México a través de investigaciones que abatan la impunidad, es decir que se haga realidad ese lema de que quien la hace la paga, pero para eso pueda ser así se requiere de un plazo mayor que el que el titular de la policía se automarcó”.

@AReyesVigueras