Entrevista a Fernando Dworak, analista político y experto en temas legislativos

 

Morena, como otros partidos políticos, también enfrenta conflictos internos por distintos motivos, principalmente la lucha por el poder. Esta es una de las conclusiones que en entrevista con Siempre! compartió con nuestros lectores el analista político y experto en temas legislativos, Fernando Dworak Camargo.

De acuerdo al análisis de experto, en el caso del actual partido en el poder, influyen en sus pugnas internas desde la intención por controlar al Movimiento, las pugnas por puestos legislativos, así como el deseo de apoyar al Presidente López Obrador.

“Lo que estamos viendo es muy natural para una organización política que no está plenamente institucionalizada como es Morena, es decir, es una alianza de muchos grupos que tienen muy poco que ver entre sí, más allá que apuntalar las ambiciones de una presidencia, más o menos lo que fue el PRD en las épocas de Cárdenas o de López Obrador naturalmente”.

Así, la gran motivación, como en el caso de otras formaciones políticas, es el poder.

“Obviamente, el tema es que facciones están compitiendo para controlar al partido, y todos los golpeteos que vemos públicos, incluso dentro de las cámaras del Congreso, a mi modo de ver, obedecen a esa lucha por el poder”.

Fernando Dworak Camargo.

Anticipos

Los conflictos que Morena vive hoy en día obedecen a diversos motivos. Unos son por el control presente de la estructura partidista, pero otros tienen que ver con las próximas elecciones.

En este sentido, Fernando Dworak explicó a este medio que hay que revisar lo que sucede en Morena a la luz de un elemento que domina su vida partidista: la presencia de un caudillo.

“El tema de la (candidatura a la) Presidencia lo veo demasiado lejos como para que sea un tema de hoy, creo que aquí el tema es más bien qué se está jugando o qué grupo va a definir las candidaturas rumbo a 2020 y, especialmente, 2021; cual es el tema, es algo que he publicado: si no hay una organización que tenga una vida interna y permita procesar todos los conflictos de acuerdo a reglas claras, entonces un caudillo no solamente va a tomar la capacidad de nombrar, sino va a generar reglas que impliquen ese control, como lo que hizo el PRI en 1933 con la prohibición de la reelección inmediata de legisladores y presidentes municipales”.

Así, el caudillo puede imponer no sólo su programa, sino determinar la propia sobrevivencia de la organización, pues como declaró el propio López Obrador el pasado 29 de agosto: “Es muy lamentable que partidos que surgen defendiendo causas justas terminan muy mal. Yo, si el partido que ayudé a fundar, Morena, se echara a perder, no sólo renunciaría a él, sino que me gustaría le cambiarán de nombre, que ya no usaran ese nombre, porque ese nombre nos dio la oportunidad de llevar a cabo la Cuarta Transformación de la vida pública del país”.

Para nuestro entrevistado, es claro quien manda en la organización.

“Él ha vivido arruinando partidos políticos, a final de cuentas, es una persona a quien no le importa una vida institucional ajena a lo que él mismo diga, lo que dice que es bueno o provechoso es lo que él defina, por lo tanto lo que estamos viendo es no tanto la pérdida de un partido que se desvirtúa lo cual es común a cualquier partido, sino quien se va a quedar con la franquicia López Obrador, que es lo que ahora vende”.

Te pareces tanto al PRI

Otro de los temas abordados en la entrevista es el parecido que Morena tiene con otros institutos políticos, ante lo cual Fernando Dworak señaló que lo que ha sucedido recientemente le hace recordar lo sucedido con el PRI, pero en su etapa de PNR de la tercera década del siglo XX.

A pregunta expresa acerca de qué tan diferente o parecido es Morena a los demás partidos, respondió:

“Morena se parece al Partido Nacional Revolucionario (PNR) de los años 30, es decir, es decir, es una especie de coalición más o menos estable entre múltiples grupos que todavía no encuentra como gravitar más allá de una persona. Obviamente, qué tan diferentes son al PRI, al PAN o al PRD, lo primero es el discurso, comienzas a cambiar nombres para tener una identidad propia, no es un partido es un movimiento, pero que es un movimiento, no tengo la menor idea; qué es lo que se dice de los principios o de sus bases, fundamentos o doctrina, nada, simple y llanamente está hablando de valores y virtudes, cosas que son inaplicables en la real politik”.

Asimismo, profundizó con relación a lo que dicho movimiento está haciendo y que se refleja en discusiones y enfrentamientos que protagonizan sus integrantes.

“Lo que estamos viendo es a un grupo que, obviamente, es menos compartido y en ese sentido se comporta o trata de justificar su desmesura o falta de reglas a través de un discurso moralista, pero en la práctica no ha sido muy diferente a los vicios en los que cayeron el PRI, el PAN y el PRD y que fue lo que provocó su colapso a mi manera de ver”.

Con o sin el caudillo

El futuro, tanto de Morena como de los demás partidos políticos es aún una incógnita, aunque se pueden adelantar algunos temas que se presentarán, de acuerdo al análisis de Fernando Dworak. Uno de estos tiene que ver con el impacto que tendrá la reelección de legisladores y presidentes municipales en la elección de 2021, en tanto que el otro tiene que ver con la presencia de caudillos como en el caso del lopezobradorismo.

“El tema es que todos los partidos ya están en las últimas. 2021 es la última gira de los partidos como los conocemos, a partir de ahí van a presentarse diversas fuerzas que van a ir remoldeando a los institutos políticos. Es algo de lo que he  escrito, pues estamos hablando que la reelección inmediata va a generar una descentralización. En el momento que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ante un juicio de protección de derechos del militante, defina que se entenderá –según el artículo 59 constitucional– por partido político como aquel en el que la persona desee reelegirse, que es la decisión lógica, de inmediato vamos a tener un cambio en la decisión partidista. También otro tema muy importante, los viejos discursos políticos van a pasar por una renovación, creo que el liberalismo como lo entendemos va a tener que ser más igualitarismo si quiere sobrevivir, todo este liberalismo –o libertarismo– está en la lona por los próximos 40 años y vamos a ver toda una serie de recalibraciones.

“Qué le va a pasar a Morena en 2021: cuando un grupo de legisladores con bases quiera competir por la reelección, va a ser una cacería sin tregua entre todos, porque no solamente van a tener visiones encontradas, sino que no hay un marco estable que dirima esas ambiciones, hasta el momento la solución han sido las consultas y, ojo, la renovación de la dirigencia nacional de Morena va a ser mediante consulta y (Ricardo) Monreal no puede decir ni pio sobre la validez de la consulta, porque él perdió una y la terminó validando. Pero el recurso de la consulta no creo que dure y sirva para gran cosa cuando el escenario es muy complejo. Qué vas a hacer para que personas que tuvieron una lealtad nominal para Morena para ganar en 2018 se mantengan, eso va a ser un gran reto, o se consolida como partido político con reglas estables, o desaparece o comienza a desarmar la democracia, que fue lo que hizo el PRI justamente con la reelección inmediata”.

Y en cuanto a la presencia de caudillos en los organismos políticos, Fernando Dworak concluyó que su influencia irá disminuyendo con los años.

“Influye todavía bastante, pero cada vez menos. La reelección no implica que tengamos políticos mejores, cualitativamente, cosa que honestamente no existe. Lo que vamos a tener es que las familias que pueden controlar candidaturas de manera vertical, que básicamente es su fuerza, van a perder cada vez más reuniones; si antes un líder local podría controlar las candidaturas a diputados, locales y federales, ayuntamientos y, quizá, hasta senadores y gobernadores, va a tener rebeliones. Una crítica que se me hacía cuando defendía la reelección era que va a pasar con el caudillismo, pues precisamente los caciquismos se alimentan de un entorno en el que no hay reelección, si una persona nomina todos los cargos de elección, pues obviamente es el cacique y va a decir que la reelección es mala. En la medida que se puedan preservar todos los logros en cuanto a libertades públicas, van a pesar cada vez menos”.

@AReyesVigueras