Tú dices que partes de la Independencia de México para sumar las 3 anteriores transformaciones y con la nueva es la 4T o Cuarta Transformación. Yo pienso en la suma de otras 4. Todas llenas de confabulaciones, violencia, traiciones, engaños al pueblo y con la urgencia de mantener el poder por encima de los intereses de los ciudadanos.

Las mayorías valen un comino. Lo importante es el poder.

Lo entiendo. Todos son dictadores de sistema, que llevan al país por donde se les ocurre, para salir del paso y preservar el poder. Todos iguales, cortos de visión. No les gustan los planes de largo plazo. Sentar las bases digamos para el México del 2050. Por eso hoy no importa asistir al G20, ni a la Asamblea de la ONU, o a la Asamblea del Ambiente, ni la presencia de esa jovencita extraordinaria que es reflejo de millones de jóvenes que así gritan, Greta Thunberg.

Plutarco Elías Calles fue el que encabezó la 1T en 1928, con el Sistema de las Instituciones, porque no le quedó otra después del asesinato de Álvaro Obregón. Para no perder la vida creó el juego de las sillas y que nadie echara bala, vaya contra él, que al terminar su mandato se largaba. Supuestamente trató de darle punto final a los caudillos. Lo que no informó a la nación es que su plan era turnar como presidentes a esquiroles suyos como sucesores. Le funcionó con tres.

El siguiente, en ese momento, el general Lázaro Cárdenas, que empaqueta a Calles y lo manda a vivir a EEUU. Cárdenas tuvo que hacer la 2T. Las Instituciones de obreros y campesinos. A él lo que le sirvió fue la expropiación petrolera. Menudo relajo que armó con los gringos y con las mineras extranjeras. Ahhh qué bello el populismo. Pero bueno, en los años 30 era la moda occidental, los populismos de izquierda o de derecha. Este señor le guiñó el ojo a la izquierda, pero también le entraba al danzón con la derecha, que le ofrecía desde el Tercer Reich de Germania inversiones importantes en Tampico. ¡Qué padre época! Fotos en medios del buen pueblo colaborando con gallinas y guajolotes, para pagar lo que Cárdenas prometió a las empresas expropiadas.

Populismo y más populismo pero que pudo capitalizar en un país cerrado del cerebro, de poca población, aislado en micro regiones, sin comunicaciones ni transportes. Una IP pequeña con algo de industria y sector primario fácil de expropiar por la Reforma Agraria que se inventó para rematar los remanentes del porfiriato. A Cárdenas y su 2T le debemos obras tales como la Reforma Agraria, los ejidos, la expropiación petrolera, El Colegio de México, el IPN, y el refugio a muchos republicanos españoles, oleada que trajo a grandes seres productivos, creadores, de provecho para nuestro país.

La 3T la hizo Miguel Alemán Valdés. Igual de populista vio urgente un cambio porque se enfrentó a otro mundo. Sin populismo de moda, en un mundo bipolar o de guerra fría, en un México molesto con sus prácticas agrarias, optó por recargarse hacia EEUU y seguir lo que le aconsejaba Antonio Ortiz Mena, Ramón Beteta, e impulsar la industrialización del país.  Ahí tienes las 1, 2 y 3T.

La 4T debería por primera vez sentar un principio: por las nuevas generaciones, la innovación y el respeto al planeta. Decidiste como frase: primero los pobres.  ¡Por supuesto! Emocionas a las masas y a muchos jóvenes. Por eso las masas son masas y los jóvenes, pues jóvenes, claro está. ¿Y el dinero? ¡Claro de Pemex! El paciente en coma y pérdida total de memoria histórica. Si revives a Pemex bajo la promesa de traer al México del XXI al nuevo Prometeo que nos devuelva la grandeza nacional que tú añoras, te puede surgir un simple Frankenstein que aterrorizará a la misma Mary Shelley. Estás en la antesala de darle vida a un monstruito que acabará con todo el país. Ojalá nada más te des cuenta del papel que juega hoy por hoy Pemex dentro de la matriz económica integral del México que lucha por crecer y desarrollar su futuro.

Si logras cambiar en seis años al país en uno más con visión del futuro, mis respetos.

Enhorabuena por la 4T. El canto de las masas de tu nombre dejará de ser canto de sirenas, para convertirse en nuevo tema de análisis y ejemplo que se discutirá en todos los continentes, en foros políticos, económicos, sociales, educativos y de salud. Tal vez la 4T será la salida a los retos de México y camino de análisis para sacar al mundo de las tremendas amenazas que le aquejan. Me temo por desgracia que la intolerancia, la venganza y la actitud de dedo absoluto del Ejecutivo, la sabiduría platanera del legislativo, y el optimismo de una sociedad embriagada por promesas que le impiden ver que Roma se quema, nos regresará al pleistoceno del populismo rapaz, primitivo, que parecía que habíamos superado en la segunda mitad del siglo pasado.

Cito parte del texto del artículo de Maruan Antaki, Milenio domingo 22 de septiembre, Mentiras del País Nuevo: “En el espejismo de la nación recreada, pocas situaciones han exhibido nuestras carencias más que el intento de aquelarre legislativo reciente. La ley y la educación son la base más sólida con la que la figura del Estado ha contado para modelar las sociedades, en virtud de ellas. Cuando la ley y la educación son dispuestas al interés de las fuerzas políticas y no al del Estado, éste pierde su papel formador. Nada nuevo surgirá por espontaneidad. Es la reiteración donde se modela la formación de vicios políticos”.

 

Miedo al Miedo

En México millones estamos ante esa situación: el Miedo al miedo. La angustia que surge ante la incertidumbre. Resulta interesante observar que la mayor parte de las naciones de lo que conocemos como Occidente, nos encontramos en situaciones similares. Es más, el Miedo al miedo que nos aqueja es cada vez más generalizado en todo el mundo.

En Europa países tan estables como Gran Bretaña se encuentran en aparente caos con el asunto del Brexit. Otro síntoma del mismo fenómeno es el surgimiento de partidos de extrema izquierda y de extrema derecha en naciones como Italia, España, Francia, Austria, Hungría, Polonia.

Aún en el caso de una sociedad centralmente planificada, con ese peculiar modelo mixto marxista-capitalista que es el chino, ahora vemos a Hong Kong rumbo a su cuarto mes de manifestaciones en contra del centro, y que clama por libertad, autonomía, y respeto a la forma de vida sui generis hongkongense, fruto de la combinación de la mano dura china milenaria y cien años de colonialismo británico.

Ahora bien, esta incertidumbre, este desorden que también vivimos en México, es tan solo aparente. Hay una tendencia para lo que ocurre en nuestro país, así como en todo el mundo; se da tanto en naciones desarrolladas como emergentes, y aún en algunas subdesarrolladas. Basta sentarse a analizar, a leer, estudiar, y separarse del mundanal ruido de las noticias del día, los chismes, rumores, y demás que nos traen como trompos chilladores. Una vez que se comienza a entender el patrón que ya se dibuja a nivel mundial, entonces podemos armar escenarios más aterrizados de lo que ocurrirá en el mundo en los próximos años. México, insisto, no es la excepción.

Todo parece un caos. Nadie nos explica nada, la economía a la baja, el empleo de la patada, la inversión muy mal, la producción manufacturera peor aún, señales de una recesión mexicana que se retroalimentará con la mundial. Los empresarios pasmados unos, vendidos otros al nuevo gobierno. Lógico que así pensemos. Lo curioso es que con todo y Mañaneras, el gobierno no nos explica. ¿Por qué? Porque también ellos son víctimas de la misma retroalimentación social, que al final es la que genera este cambio importante de tendencias.

Así de tajantes somos: Trump es un demonio, igual que Le Pen, Boris Johnson, Maduro, o lógico pensarlo, López Obrador.

 

Entonces qué pasa

En el fondo lo que ocurre es que el modelo central anterior se agotó. En gran parte del orbe se nos pasó la mano con las políticas híper monetaristas de los años setenta, ochenta, noventa del siglo pasado. Hoy por hoy nos enfrentamos a circunstancias que cambian continuamente en los mercados, en el comportamiento de los consumidores, de los ciudadanos. Además con el surgimiento de las nuevas generaciones aparecen nuevas demandas que ya no se pueden agregar tan fácilmente al modelo anterior.

Todos entramos en pánico. El miedo a los radicales, a los extremos, a quienes quieren destruir nuestro grupo de pertenencia como si fuéramos cucarachas. Además en México es poco claro el discurso político populista del Presidente López Obrador. A veces me pregunto si él sabe lo que está diciendo, o se hace bolas con tantos discursos y promesas que hace a distintos grupos de interés. Lo cierto es que AMLO tenía que llegar, porque lo que teníamos de antaño, fuera conservador, liberal, progresista o de izquierda, ya no funcionó frente a las demandas de la población.

Tampoco AMLO es la panacea, pero era la opción disponible para acabar con lo que ya no se quería. AMLO es un puente tan solo entre el siglo XX y el XXI. Irónico, ¿verdad? Me da la impresión que él todavía no se entera. Pero así son los procesos históricos. De inmediato muchos nos lanzamos a hablar de fractura del Sistema. Algunos ya incurren en extremos para analizar al extremo, como que López Obrador es parte de un golpe de estado institucional. Vaya pues, que ya se nos olvidó que llegó a la Presidencia en la más democrática de todas las elecciones que ha vivido este país. Por lo tanto no podemos hablar de golpe de Estado.

El pánico cunde: inepto, violencia al alza, mal diseñado Paquete Económico 2020, mal iniciada Guardia Nacional, se desploma la Inversión nacional y extranjera, aumenta el desempleo, se crean empleos de petatillo, el señor delira con el Pemex de los años setenta, quiere agrandar el tamaño del gobierno, todo se va en subsidios, mala educación, pésima salud, por citar solo unos cuantos ejemplos.

Buena parte de lo anterior es cierto. Se nota que el gobierno no se sabe gobernar, y que el máximo gobernante no para de disparar ideas, proyectos, refranes y dichos que paran los pelos de punta de unos tantos mexicanos y otros tantos medios de comunicación nacionales e internacionales. Quieren hacer las cosas, corren, se desbocan, quieren el control de todas las riendas y culpan de todo a todos. Eso de entrada no es correcto y está mal por parte de esta administración.

 

Por favor, seamos reflexivos

Pero importa analizar la tendencia del paciente, no quedarnos en la nota del día. Las inconsistencias de este gobierno, igual las padecen en EEUU, que en Gran Bretaña con el intento de Boris Johnson de disolver el Parlamento y los países o regiones que conforman la Gran Bretaña indecisos, confundidos: Irlanda del Norte, Escocia, Gales. ¿Cómo? ¡También Albión en crisis! Por supuesto.

Vayamos a esos vecinos distantes: Argentina y Brasil, con brincos de gobiernos populistas el uno, radical de derecha el otro. Da la impresión que hablamos de levantamientos de campesinos en la Edad Media, o el resurgimiento de los extremos políticos de los años 30 del siglo pasado, con los comunistas, los nazistas, falangistas, e imperios que pronto iban a desaparecer. Si usted es liberal, lo anterior le prende focos amarillos claro está. Pero hay que entender lo que ocurre en el mundo.

Todo indica tanto en México como en el mundo, que no nos enfrentamos a una debacle liberal ni democrática. Lo que vivimos es un Realineamiento Político de magnitud importante. Por eso ni Europa, ni EEUU, ni México, ni América Latina, viven su mejor momento. Tal vez por eso se entiende que la inversión extranjera financiera sigue favoreciendo a los instrumentos de deuda del gobierno mexicano: por el spread ofrecido, sí, pero también es que no hay muchas más opciones en mercados emergentes. México es de los menos peores. Así también Pemex colocó un bono y la demanda triplicó la oferta. Compro México con todo y AMLO, porque el resto de mercados son circos peores.

 

Todos nos estamos realineando

Para el caso mexicano no recuerdo una realineación tan fuerte, desde 1928 (asesinato de Obregón), aunado al surgimiento del Partido Nacional Revolucionario (1929) y hasta 1940 con la salida de Lázaro Cárdenas de la Presidencia. Típico de estos realineamientos es su duración; un promedio de diez a quince años. Así fue ese plazo entre Calles y Cárdenas, ese puente de transición.

 

Características de una Realineación Mundial

En una realineación importa convencer a un gran número de electores a como dé lugar, para que voten por el candidato específico.

Enseguida van los poderes económicos para que inviertan. Pero primero que inviertan en lo que le interesa al grupo que realínea la política. Es muy normal en estos procesos, sean en Europa, en EEUU, en cualquier país desarrollado, —y México sigue ese tenor—, seleccionar a un Grupo Campeón de Empresarios que apoyen los planes de Gobierno del nuevo Presidente. Evitar a toda costa la atonía económica, crear a esos campeones, aún cuando al resto de los empresarios no les parezca el ritmo del nuevo gobierno.

Por último es muy importante hacer nuevas coaliciones sindicales, que alinien a los sindicatos y sus líderes a los planes e intenciones del nuevo gobierno. ¿Le suena conocido? Después se elimina lo que no es funcional. Pero en principio son los pasos fundamentales para iniciar una Realineación Política. Fieles creyentes, seguidores, o interesados. Qué más da. Lo importante es preservar el poder. Por lo general hay un discurso de Realineación, tal vez con un par de discursos secundarios. Los temas centrales definen el significado de derecha o izquierda a los ojos del gobierno realineador. Puede haber aliados del nuevo proyecto que disientan en algunos de los aspectos que trata la Realineación, y que aún así aceptan el contexto general del nuevo discurso. Con el tiempo las divisiones internas tienden a disminuir, aunque nunca desaparezcan del todo.

Algunos seguidores no toleran el cambio y terminan por salirse de ese movimiento. Otros quieren que los cambios sean extremos. Pero todo se va calmando después del proceso inicial de Realineamiento.

Para mayor información de este tema les recomiendo dos libros: Political Realignment: Economics, Culture, and Electoral Change, Russell J. Dalton, Oxford; y The Nationalist Revival. Trade, immigration, and the revolt against globalization, John B. Judis, Columbia Global Reports.

 

Lo que destaca en esta Primera Realineación Global XXI

Desde la década de los años 30 del siglo XX la principal variable de alineación de las sociedades desarrolladas fue la Económica. Específicamente la discusión dio vueltas en torno al involucramiento relativo del gobierno y la política por un lado, y por el otro lado los mercados y órdenes espontáneos de movimiento de las variables económicas que delimitaban oferta y demanda, apogeo y ralentización del mundo en general.

Lo anterior llevó a diferencias de criterios y opiniones profundos sobre la participación de cada sector en la importancia de la economía. De ahí también las divisiones políticas bien conocidas desde esos tiempos: conservadores, liberales, socialistas, comunistas. Luego estas diferencias se agudizaron sobre todo a partir de la década de los años 60, cuando se abrió un nuevo centro de discusión: el grado en el que los gobiernos debieran promover ciertos valores morales y normas sociales, lo que dividió aún más a las sociedades.

Este último punto está cambiando ahora. En la mayoría de los países la división económica se convierte en una prioridad secundaria en vez de primaria.  La división primaria que ahora surge es por asuntos de identidad, tensiones entre nacionalismo y Estado-Nación por un lado, y los gobiernos supranacionales y economías globales, por el otro.

En términos sociales es la división entre zonas metropolitanas exitosas, grandes, conectadas al mundo global, frente a las zonas rurales junto a poblaciones pequeñas, zonas en decadencia o deprimidas.También surge la discusión cultural entre la población universitaria, bien educada, por lo general jóvenes profesionistas, que trabajan en empresas globales, frente a los menos educados, inclusive mayores de edad y en sectores menos conectados con las economías globales, con frecuencia además con empleos inseguros.

Los temas sobre la palestra son cultura e identidad, nacionalismo y medio ambiente, todo ello frente a lo cosmopolita, y con los temas económicos en un nivel secundario. La verdad es que estos dos polis nuevos de discusión también están divididos en torno a temas económicos.

En el caso mexicano esa división nos regresa al viejo tema del mayor o menor intervencionismo del gobierno en asuntos económicos, y las estrategias de antaño para resolver problemas como la pobreza, empleo, educación, y distribución del ingreso.

Se repite el patrón transicional mundial en nuestro país: se vota por un gobierno populista, esperando que resuelva todos los problemas que en el pensamiento de una parte importante de la población crecieron con los gobiernos conservadores del PRI y el PAN: corrupción, violencia, impunidad, pérdida de horizonte de desarrollo económico favorable.

En Europa hay una predilección por partidos de corte populista, nacionalistas, verdes, liberales.

En EEUU eligieron a un Presidente populista, racista de clóset, de ultra derecha, sin capacidad de ser estadista, que ha puesto a esa nación en tela de juicio como el patrón base a seguir para las próximas décadas, como lo era antes. Desgastó la división de poderes de forma asombrosa, con el grupo Republicano en el Congreso de plano alineado, sometido a lo que ordene la Casa Blanca. La corrupción brota a flor de tierra como nunca nos imaginamos ver en EEUU. Ahora todo indica que ese Presidente Trump será juzgado por hacer negocios ilícitos con otra nación. Una por lo menos.

 

Se complican las alianzas interpartidistas

En EEUU los republicanos de siempre se alejan rápido de los pro-Trump. En Europa son más difíciles las alianzas entre partidos de centro izquierda y centro derecha. Vaya que hasta Israel está entrampada en estos sainetes. Si al espectro anterior agregamos la llegada de las nuevas generaciones al mundo político, participativo, electoral, en todas partes del mundo las alianzas inter-partidos resultarán cada vez  más difíciles en un escenario como el antes descrito, pues las nuevas generaciones y las tendencias de los electores buscan ahora alternativas que den voz y acción a sus demandas que parten de nuevas divisiones: Cultura y nacionalismos, frente a forma integral de vida cosmopolita. Así se apartan los nuevos grupos políticos que ahora se conforman.

Para esta nueva población electoral del siglo XXI ya no hay conservadores, o socialistas, o socialdemócratas, o radicales; la derecha y la izquierda como las entendemos nosotros pierden sentido. Estos nuevos habitantes tienen otros esquemas y expectativas que con claridad se dejan sentir en las urnas.

En términos económicos persiste la dupla:  mayor concentración en el proteccionismo de la economía interna, y allegarse esos “Empresarios Campeones” que apoyen al nuevo gobierno y lo ayuden a construir la nueva política industrial.

Habrá tensiones frente a algunos sectores transnacionales; no todos. Por ejemplo frente al  sector financiero, así como también contra las TIC y las tecnologías de alto nivel en general, más que nada por la falta de comprensión de los nuevos gobernantes de la forma en la que operan en todo el mundo estas nuevas economías, así como sus implicaciones para las economías locales, la creación de empleos y el fortalecimiento de la soberanía nacional.

Lo experimentó Francia con las TIC estadounidenses y han tenido que llegar a un franco arreglo intermedio internacional; lo tenemos ahora en México con ciertas vertientes  tecnológicas.

Tenemos mucho por aprender en el país. Ya resulta más que claro el sospechosismo de gobierno contra todos lo que no aplauden, o la revisión de comisiones y tarifas a la banca, los impuestos a los negocios vía aplicaciones tecnológicas (Uber, UberEats, AirBnB, Didi, Google, Mercado Libre, etc.) bajo amenaza de o pagan o se les baja el switch de interconexión, como si fuera un simple recibo de luz, sin entender que las tarifas o impuestos unilaterales pueden provocar respuestas internacionales. Además ninguna de las aplicaciones se opone al pago de contribuciones. Tan solo quieren ajustar los mecanismos y montos, a partir de esquemas que ya operan en los mercados globales.

Otro caso es el de las energías limpias. Sospechosos de su actuar, se posterga su participación en la generación de energía un par de años, mientras se entiende qué es lo que están haciendo, y si generan algún beneficio para el país. ¡Total que energías como la eólica, solar, geotérmica carecen de importancia en el mundo!. Lo anterior se sumará a otros factores que acumulan los grupos ecologistas, defensores del medio ambiente, preocupados por el futuro de la tierra, que además demandan productos saludables, limpios, libres de pesticidas, orgánicos, verdes.

A propósito de lo anterior dejo al último los dos temas más importantes: Uno, es el fuerte surgimiento de los grupos ambientalistas, verdes, en defensa de la ecología, que quieren cambios radicales en la emisión de CO2 en México. ONGs, sociedad civil organizada, comunidades originarias que ya van por ese camino, porque sus valores personales, familiares, culturales, de salud y nutrición así lo dictan. Estos movimientos van a presionar cada vez más a los gobiernos para que apliquen cambios en los modelos de negocio del país, lo que puede ser benéfico para México, si nos organizamos y lo sabemos aprovechar.

Por último, es la Sociedad Civil, no el gobierno, la que ostenta desde hace años en México la bandera de la RSC, la Movilidad Social, la colaboración entre pueblos originarios y el resto de la sociedad, para ofrecer nuevas alternativas de producción y comercialización de productos, para fortalecer y dignificar a comunidades enteras, y para establecer canales directos de comunicación entre distintos grupos de la sociedad, que además ofrecen estrategias constructivas para generar nuevas cadenas de valor entre los más desfavorecidos y los grupos económicos con acceso a espacios comerciales nacionales e internacionales.

El gobierno ya llega tarde, con acciones sospechosas y propias de modelos obsoletos. Si de verdad considera que la distribución directa de recursos a las familias es la salida a la pobreza, va de regreso al pasado. Es todo lo contrario, a menos que hablen de transferencias directas temporales. Lo contrario es destruir todo horizonte productivo de vida, toda esperanza, es romper con la dignidad de las personas, es construir sociedades de seres que estiren la mano a cambio de una dádiva, sea de la iglesia, o del Estado. Lo mismo da.

Estos cambios alteran de forma importante los principios que nos condujeron a todos aquellos que nacimos en la segunda mitad del siglo pasado. Ahora se recrean los principios del siglo XXI. Curioso, algunos de ellos se asemejan mucho a las estructuras que se dieron en el mundo occidental durante el último cuarto del siglo XIX y principios del siglo XX.

AMLO se equivoca en mucho. Verá usted cómo el Paquete 2020 será reasignado una vez que comience ese año de gobierno. Lo malo es que va a perjudicar a millones de mexicanos que ni la tememos ni la debemos. Lo bueno es saber que su realineamiento tiene muchas acotaciones; algunas que le imprime la propia historia de México; otras que tendrá que aplicar, al percatarse que las mayorías nacionales quieren la nueva realidad de bienestar del siglo XXI, con políticos honestos, mejores empleos, más oportunidades para todos, no tan solo para los más pobres.  En este siglo XXI las Nuevas Tecnologías serán parte nueva del discurso ideológico, político y económico, que cambian poco a poco las viejas reglas de mediados del siglo pasado.

 

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos impresos, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y de las nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EEUU.