Entrevistas con José Manuel Suárez Mier, Guillermo Barba y Hugo Páez, analistas

Fuera de discursos triunfalistas, los primeros datos del nuevo acuerdo comercial para América del Norte arrojan varias dudas entre especialistas en temas como el impacto en la competitividad del país y el verdadero contenido del documento.

Siempre entrevistó a Guillermo Barba y José Manuel Suárez Mier, economistas, así como al analista político Hugo Páez, quiénes explican para nuestros lectores diversas interrogantes alrededor del T-MEC.

Trump, el ganador Barba

“El que queda con la mayor desventaja es México”, señala para Siempre, Guillermo Barba, quien apunta de inicio que aunque hay tres bandos festejando, en realidad hay un solo ganador.

“Hay una confusión, en parte debido a la propaganda con la que manejaron el tema las tres partes. Por un lado Trump, por otro los demócratas y en otro el presidente López Obrador. Alguien está celebrando de más, o alguien de plano está mintiendo, no puede ser que las tres partes sean ganadoras, no en un acuerdo de libre comercio que, hay que decirlo y ponerlo entre comillas, el libre comercio no necesita acuerdos. Es unTtratado que se desglosa en un montón de restricciones al libre comercio y que a través de éstas se regula cómo van a fluir los intercambios de mercancías y servicios. No hay que perder de vista el fondo, México no fue el que buscó la renegociación, fue Trump, él fue el verdadero ganador del T-MEC.

“La mayoría republicana en el Senado anticipó que, por lo menos, este año no va a salir. Entonces, nos van a poner un freno, Trump es el verdadero ganador y quienes tienen el control son los republicanos.

“Qué celebra López Obrador, que va a permitir una mejor resolución de controversias, pero celebra un tratado como si fuera suyo —la mayor parte se negoció en el sexenio anterior—, que cedió ante las demandas de los Demócratas y los sindicatos que los apoyan, haciendo a un lado los empresarios de este lado.

Guillermo Barba

“Va a haber supervisión en material laboral, en medio ambiente y, en eso perdemos soberanía, en la supervisión con base en México”.

“El verdadero ganador es Trump, la modificación del TLC, más restrictivo, se hizo por él, lo mantuvo como bandera de campaña y ahora, gracias a ello, se tiene un tratado favorable a Estados Unidos. Los Republicanos también porque tienen una carta con la que pueden jugar contra los Demócratas. Éstos últimos tienen el impeachment en contra de Trump y será una ficha de cambio en este tema”.

Para nuestro entrevistado, lo preocupante es que nuestro país perderá competitividad en el mercado laboral.

“Sujetarnos a las leyes de Estados Unidos nos puede volver más costosos como país, menos competitivos, justamente por eso celebran los sindicatos estadounidenses porque lo ven como una oportunidad de que ya no se generen más empleos en México. Con estos desincentivos, la economía no va a crecer”.

Acerca del cambio de señales del presidente mexicano y su apoyo a esta negociación, Barba cree que se trata de una simple necesidad de tener algo que presumir en el plano económico.

“No creo que López Obrador le apueste al Tratado, en realidad lo que tiene es una necesidad de buscar un triunfo económico, recordemos que en su primer año la economía ha sido un desastre, estamos en recesión y sin ningún factor externo, por las malas decisiones. Le da certidumbre, pero fuera de eso, el beneficio para México es muy poco”.

Acerca de que tanto funcionará el acuerdo en un entorno de recesión mundial, explica que no ve ese escenario en 2020.

“En lo económico, no veo una recesión para el año entrante, hay visos de mejoría en la economía estadounidense, incentivos desde la Fed. Para que haya recesión mundial, se necesita que Estados Unidos entre en recesión, porque representa una parte importante del PIB mundial, no en un año electoral. La economía no debería, al menos por factores externos, deteriorarse mar. Para el próximo año en México, ya que estamos en recesión, parecerá que será mejor que el actual, por la base de comparación baja, no creo que tengamos un uno por ciento de crecimiento, pero esa cifra es mejor que un decrecimiento de 0.1 por ciento”.

 

No sabemos lo que en realidad implica: Páez

“Primeramente lo están presentando como una victoria del gobierno de la 4T, pero creo que es el Tratado más neoliberal que ha existido, mucho más que el TLC pasado. Puede ser un triunfo porque lograron una firma antes de finalizar el año cuando ya no había mucha expectativa. Lo que llama la atención es como México deja meter mano a Estados Unidos como nunca en cuanto a reformas laborales y la dinámica sindical, porque consultaron a los líderes laborales estadounidenses para ratificar esto. Estamos hablando de que aquí no se hizo una consulta”.

De acuerdo con Hugo Páez, con los primeros datos de lo que implica el nuevo acuerdo comercial, una de las conclusiones iniciales es que “vamos a ver una desventaja en el esquema laboral en México”.

Asimismo, pidió que no se vea la forma del T-MEC como algo aislado de otros acontecimientos.

“El otro punto es cómo se está definiendo la firma con ciertos eventos, como la detención de Genaro García Luna, que es un evento mediático pero es solo una acusación, no es una declaración jurídica sobre culpabilidad, pero sale el mismo día en que la firma se ve como una victoria de López Obrador, y la detención como una derrota moral del sexenio de Felipe Calderón, el principal adversario visible, ahorita, de la 4T. El partido México Libre se está viendo como la principal oposición, real, incluso el PAN le abrió las puertas por si quieren regresar y si no hay un regreso, al menos una alianza. Eso no debemos soslayarlo”.

Para el también columnista de Impacto, la principal preocupación debe ser la opacidad en cuanto a los términos del acuerdo.

Hugo Páez.

“No sabemos que se firmó, eso es un hecho. En la conferencia de Palacio Nacional, el presidente dijo ‘van a ver como si es beneficioso para México’, con lo que él mismo dice que hay una opacidad en cuanto a los compromisos que se firmaron, con Estados Unidos sobre todo, de los cuales no sabemos, ni el Congreso sabe a detalle a que nos comprometimos”.

Páez pide no hacer a un lado el contexto en el que se dio la firma del T-MEC.

“No podemos dejar fuera de este ámbito como Trump cede a no calificar como terroristas a los cárteles de la droga de México, lo hace a unas horas de la firma, resulta altamente sospechoso, en primer lugar, que Trump se eche para atrás en esta calificación, para no entorpecer la firma, cerrar bien el año, para quedar más o menos bien pese al decrecimiento económico, con la inversión casi nula, el gasto interno bajo, el empleo a la baja, todos estos indicadores y no se diga la inseguridad”.

Acerca de los ánimos triunfalistas de las partes y sus verdaderas intenciones.

“Las dos partes están explotando el perfil positivo de esto. Estados Unidos, por su posición geopolítica, siempre va a ganar. Una meta política era lograr el acuerdo, muy benéfico para Estados Unidos y de ahí las opacidad. Una promesa de campaña de Trump era quitarle los beneficios al tratado, eso le dio votos, en ese sentido está cumpliendo con sus metas, allá está habiendo claro, acá no.

“Es un favor que le está haciendo el gobierno de Estados Unidos al de México. En 2020 todavía vamos a tener en las arcas públicas un tanque de oxígeno, pero México se va a ver obligado a aumentar impuestos para poder cumplir con los compromisos de los programas sociales. Estados Unidos nos va a agarrar de piñata cuando quiera, la agenda de Trump es electoral y si le sirve, nos va a golpear”.

 

Es un bodrio impresentable: Suárez Mier

Para el economista José Manuel Suárez Mier, se trata de un acuerdo comercial que impone muchas trabas a lo que se supone debe impulsar: el libre comercio.

“Ya estamos mejor informados, pero como suele suceder no gracias al gobierno de México sino al Congreso de Estados Unidos. En primer lugar, es todo menos un tratado de libre comercio, es un tratado para restringir el comercio. Impone enormes costos a las empresas mexicanas, significa unas pérdida de soberanía que no había visto en un acuerdo de esta naturaleza. Resulta que no sólo México se abre a que haya revisiones sobre cómo se manejan los asuntos laborales en nuestro país, a través de unos attaches laborales —es una palabra francesa que se usa para designar a un funcionario diplomático— que van a estar asociado a la embajada y consulados, para revisar cómo se llevan las prácticas laborales, entrevistar a los trabajadores y ver si se cumple el contrato colectivo.

“Es una medida que no se ve con los campesinos mexicanos que laboran en los campos de Estados Unidos y si son bien tratados y no explotados, eso se lo reservan los americanos para hacer lo que se les dé la gana.

“Es un claro ejemplo de la inequidad eso que llaman tratado, es todo lo contrario al libre comercio, es algo administrado a favor de Estados Unidos, en lo que se sujeta a la producción de México a todo tipo de restricciones que tienen que ver con los sueldos de los trabajadores de la industria automotriz, con el contenido de acero, en fin, me parece una vergüenza”.

Sobre los señalamiento anteriores del presidente en los que condenaba el neoliberalismo, incluido el TLC, nuestro entrevistado explica cual es en su opinión la razón de este cambio.

“Es por ser un convenenciero político, se dio cuenta que la región que más crecía era la que estaba asociada al tratado que sigue en vigor, no lo que se ratificó por el Senado recientemente. A López Obrador lo convencieron de que para lograr el crecimiento era mejor con un Tratado de Libre Comercio, toda la demagogia y el veneno que le había tirado al Tratado anterior, se lo comieron y ahora todas son virtudes para este tratado que es peor que el anterior”.

José Mannuel Suárez Mier

De igual manera, considera que pese a que se recurrió a un instrumento neoliberal, eso no significa que se pueda dar una corrección en el rumbo económico del país.

“No veo el menor indicio de rectificación, López Obrador es un hombre que desde la campaña de 2006 repite las mismas ocurrencias de siempre, no va a cambiar. Eso va a generar una incertidumbre que no va a corregir el nuevo tratado, por eso es que los empresarios prometen, pero no hay inversión, la única que ha seguido fluyendo es la extranjera que no se ha percatado todavía de lo que ha pasado en el país”.

Finalmente, considera que el ganador en este tema es el mandatario estadounidense.

“Es paradójico, pero los ganadores de esto son, políticamente, Trump que se pone una medalla, y López Obrador, al menos en el corto plazo, pero en el largo se va a ver qué este asunto no sirvió para nada. Los otros grandes ganadores son los sindicatos de Estados Unidos y el ala más radical del Partido Demócrata que se salió con la suya de imponer a México condiciones inaceptables en materia no sólo laboral, sino de cuidado de medio ambiente. Es paradójico que México sigue siendo miembro del Tratado de París en materia de calentamiento global y ahora sujeto a los caprichos de Estados Unidos en materia de contaminación ambiental en función del tratado, lo que permite un monitoreo robusto de las emisiones de contaminantes de las empresas. Es algo en una sola dirección porque no hay reciprocidad. Es un bodrio impresentable”.

@AReyesVigueras