Entrevista con José Luis de la Cruz, titular del IDIC

 

Ante el arribo del coronavirus y su incidencia en la economía nacional, México debe prepararse para enfrentar los problemas que implican en el área económica y financiera, advierte el titular del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, quien apuntó que no debe subestimarse el entorno negativo que se vive con una economía en recesión, un sector industrial débil y un mercado laboral precarizado.

En plática con Siempre, De la Cruz dijo que hasta ahora ya se observan efectos preliminares inmediatos como son: “Primero; lo que ocurrió fue un efecto sobre el precio del petróleo que es lo que más le repercute a México, hay una variación a la baja, muestra de que hay una percepción de que habrá un menor ritmo de crecimiento económico.

“Segundo, la volatilidad en las Bolsas de Valores que muestran su nerviosismo, sobre todo la parte más especulativa del sector financiero y que están vinculados con el hecho de que esto provocó, a su vez, salidas de capitales lo que acabó influyendo en el tipo de cambio. En un primer momento, el dólar fue la reserva de valor, es decir, ganó frente a la mayor parte de las monedas, producto del nerviosismo de los primeros días y la salida de capitales, sobre todo de las economías consideradas como menos sólidas”, apuntó.

“Tercero;  lo que ha provocado en las manufacturas. En China hay indicadores que muestran una marcada desaceleración de esta actividad manufacturera que provocará efectos sobre la manufactura global, debido a las cadenas globales de valor que durante muchos años enviaron una gran parte de su producción a China y hoy tienen un menor ritmo de actividad productiva que acabará impactando a sectores como la electrónica, la fabricación de equipo de cómputo, de equipo eléctrico, de telefonía”.

Por eso, aseveró, la Reserva Federal decidió bajar en medio punto, su tasa de referencia, en una reunión no programada, que muestra es que hay un nerviosismo relevante alrededor de esta situación.

 

Coronavirus y la economía mexicana

Cuestionado sobre lo que significa en nuestra economía el arribo de esta pandemia, De la Cruz reconoció los difíciles momentos que se están viviendo.

“Toma a la economía en un momento de debilidad, México llega a este momento sin crecer con una actividad industrial que de por sí venía cayendo y con la necesidad de reactivar su actividad productiva, primero por los factores internos que ya la estaban afectando y la necesidad de actuar con un programa contingente ante esta nueva situación. México es de los países que llega, digamos de una forma débil a este nuevo entorno”, alertó

Con la información disponible, prosiguió “el sector industrial ha registrado caídas en 15 meses consecutivos, en donde hay sectores como la construcción, donde los niveles de producción son los más bajos de los últimos 5 años y donde las manufacturas ya empezaban a sentir efectos negativos por la menor producción y venta de automóviles en otros lugares del mundo”.

 

Necesidad de un Acuerdo Nacional

El especialista urgió a contar con un programa contingente que permita enfrentar este nuevo desafío:

“Se debe de considerar que un empresario, alguien que desea emprender un negocio desde muy chiquito hasta muy grande, en ocasiones tiene que recurrir a deudas, en poner en riesgo su patrimonio y para que eso sea financieramente viable, debe tener una prospectiva de que va a ser rentable, que va haber utilidades y que podrá pagar salarios”.

“Ese es el problema que enfrenta la economía mexicana, con un entorno donde ya había muchos desafíos internos, que hoy son exacerbados por ese ambiente negativo, se requiere un acuerdo que tendría que ir, primero: para generar certidumbre, y un objetivo común, que nuestro país reactive su economía y preserve el empleo”.

Aseveró que los efectos financieros hasta ahora están acotados a las bolsas de valores, y todavía no llegan al empleo. Sin embargo, señaló “si esto alcanza a las manufacturas, lo que se puede poner en riesgo son los empleos y evidentemente, el bienestar de la población. Los acuerdos tienen que ir en función de promover el empleo, las inversiones y para eso hay que asegurar el crecimiento del país.

“La señal que envió el presidente Donald Trump el fin de semana pasado de que estaba considerando limitar el paso de mercancías en la frontera con México si el problema de salud pública avanzaba, muestra una posibilidad probablemente remota, pero una posibilidad, de que el comercio internacional tanto con Estados como con otros países se modere y por lo tanto México tiene que actuar contingentemente, fortaleciendo su mercado interno y ahí apostar por lo hecho en México, por el consumo de lo hecho en el país, que tendría que ser esencial”.

 

Compromiso del gobierno: reglas claras

De la Cruz dijo que por el lado del gobierno debe haber compromisos para que se generen inversiones.

“Sin lugar a dudas los compromisos deben ser:  uno, contar con certidumbre legal, fiscal, es importante por eso el acuerdo tiene que garantizar cumplir con esos elementos mínimos para generar inversiones pero además tiene que detectar los sectores, las regiones estratégicas para garantizar que el crecimiento del país se empiece a generar, por eso es importante el diálogo con los sectores productivos para encontrar medidas muy puntuales que cada sector requiere”.

Añadió que “México tiene que comenzar a dialogar para generar este programa estratégico que le permita no solo enfrentar esta coyuntura del coronavirus sino el problema estructural de bajo crecimiento que el año pasado se exacerbó. Hay que respaldar que el empleo no se vea afectado pero para eso se tiene que garantizar que la economía funcione, porque al final del día –y es lo delicado– después de un año de no crecer y en algunos sectores, de seguir cayendo, la posibilidad financiera de las empresas, desde los micro negocios hasta los grandes negocios, es limitada. Hay que preguntarse cuánto puede soportar una empresa con un mal entorno económico ahora exacerbada por este problema de salud pública”, aseveró.

Reconoció que el problema en México con el coronavirus no es como sucedió hace 10 años con la influenza, sin embargo, “los que si se están viendo afectados son aquellas empresas y sectores que exportan y dependen de insumos fabricados por ejemplo en China. Se tiene que estar monitoreando que ocurre tanto a nivel nacional como internacional para tomar las medidas adecuadas, sin precipitarse pero sin subestimar los posibles efectos”.

Al final del día lo que se plantea es la necesidad de garantizar que la economía siempre esté sana, enfrentar coyunturas no planeados, tener siempre ´la guardia en alto´ de una economía que funcione bien para tener mayor margen de maniobra ante estas situaciones”, puntualizó.