Entrevistas con Fernando Dworak e Irvin Gatell, analistas
La actual coyuntura que vive el país –amenaza de crisis económica y una pandemia como el coronavirus–, también ofrece la oportunidad para apreciar como reaccionan las autoridades al respecto.
En el caso del presidente de México, muchos se dicen sorprendidos al ver como mantiene las giras, abraza a la gente que se le acerca y enseña imágenes religiosas, además de mantener el discurso de que todo saldrá bien y que gracias a la cultura del pueblo el Covid-19 no nos afectará, a contracorriente de lo que sucede en otros países en los que la actividad pública está paralizada.
Pero para analistas consultados por Siempre, no hay sorpresa en la actitud del jefe del ejecutivo nacional.
Fernando Dworak, analista político, apunta que “no nos debe asombrar lo que está haciendo, porque es precisamente su modo de actuar en el más de un año que viene siendo presidente, a que me refiero, cualquier crisis de comunicación que ha venido enfrentando en este sexenio, llámese el accidente de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso, Tlahuelilpán, Culiacán, siempre lo ha tratado de enfocar en torno a su persona”.
Para el historiador y teólogo Irving Gatell, “es profundamente irresponsable, porque estamos ante una situación, ante un coyuntura en lo que más problemático viene de fuera, una pandemia que está dejando miles de muertos en todo el mundo, son situaciones que dejan ver el liderazgo y éste no sólo significa dar órdenes, sino también darle sentido a todo lo que hace todo un país, finalmente se espera de los presidentes liderazgo, aquí lo que estamos viendo es la repetición de una conducta sistemática de López Obrador que es que a él no le importa lo que pasa, el tema de conversación solamente puede ser él, los temas de conversación los puede poner él, viene saliendo de una crisis terrible por el movimiento feminista que fue un tema que lo desbordó y que no supo como enfrentar y perdió el control de la agenda”.
Lejanía
Al ahondar en lo que es la táctica de comunicación que, de acuerdo a Fernando Dworak, el presidente ha utilizado en los últimos 30 años, nuestro entrevistado la describe como un reflejo de alguien lejano.
“Por qué nos estamos dando cuenta de que algo está mal, porque al contrario de tragedias como la de Moreno Valle-Marthe Erika Alonso, Tlahuelilpán, el coronavirus es algo que nos está pegando a nuestras vidas, las otras se veían lejanas para el ciudadano común y corriente, y obviamente había credibilidad ante los márgenes de popularidad, esto es algo que impacta en la vida de todo mundo y muestra a una presidente que siempre ha sido lejano, su discurso se basa en una fachada en la que aparenta cercanía con el ciudadano, es decir, habla campechano, viaja en aviones, dice anécdotas, parece austero, ha vendido su discurso anticorrupción, pero siempre fue alguien que basó su discurso en apariencias, nunca en una empatía clara hacia alguien”.
Dworak agregó que para que esto funcione, se debe dar la impresión de que la gente quiere y es cercana al presidente, pero por los resultados obtenidos hasta el momento, se espera una radicalización.
“Es una cosa muy interesante, porque una parte de esta estrategia populista es el desprecio a los expertos y eso lo vemos desde Trump hasta López Obrador. En un entorno como el que tenemos, es cierto que los expertos no tienen todos los elementos de la realidad, pero a pesar de que están desacreditados la gente está tomando medidas. Lo que vamos a ver en los próximos meses, por el coronavirus y la inminente crisis económica, es la radicalización del discurso de López Obrador y de sus propagandistas, se va a convertir en una víctima de las circunstancias con ataque todavía más fuertes en contra de otros sectores”.
Y acerca de la oposición, Fernando Dworak señaló que debería estar pensando en un nuevo discurso.
“Va a perder los estribos como pasó en Tabasco, hay el riesgo de que se llegue a enfermar, lo que sería todavía más grave no para él sino para el país, eso puede hacer que naturalmente pierde simpatías, en especial de personas neutrales, esperamos una mayor radicalización, pero el problema es que hay un vacío en la oposición, con usuarios en redes sociales que creen que lo son, que mentando la madre al presidente, ponerle apodos es ser opositores; en realidad lo que deberían pensar es como tejer un nuevo discurso. Nuestra élite política se agotó en 2018 y habrá que esperar a ver que pasa”.
Desconectado de la realidad
Irving Gatell asegura que “(López Obrador) está intentando otra vez decir que él decide de que se va a hablar, por eso habla dos días de Santa Lucia, que se mueran todos, y luego saca sus estampitas y muestra que enfoca el tema de la manera en que quiere. Lo verdaderamente terrible de esta situación es que está desconectado de la realidad, no ve lo que tiene enfrente, las consecuencias posibles, hasta donde se puede llegar si no se toman las medidas urgentes. Es una conducta irresponsable por querer hablar de él y lo que le interesa y no enfrentar la situación como lo haría un verdadero estadista”.
Es por lo anterior que señala que no se puede esperar nada directamente del presidente.
“Lleva año y medio en el poder, ya vimos su repertorio completo de posibilidades. La situación más bien es qué se puede esperar de los factores externos, en especial de Donald Trump, porque ya vimos que el único momento en que López Obrador se sale de su agenda y actúa de una manera distinta, incluso en forma contraproducente, es cuando le ponen un alto desde Estados Unidos, lo vimos en el caso de los migrantes y en la negociación de T-Mec. Va a llegar un momento en que a Estados Unidos no le convenga tener focos de infección en su frontera sur y empezará a dar órdenes, mientras podemos esperar el mismo sinsentido y que se siga hablando de Dos Bocas, de producir más petróleo”.
Asimismo, agrega que es muy importante hacer notar que se trata de un ejecutivo totalmente alejado de la realidad.
“Esta idea de que el presidente es una fuerza moral, no una de contagio, habla de una perspectiva irreal, lamentablemente del presidente no podemos esperar algo distinto a lo que ya nos mostró, decisiones que no tienen contacto con la realidad y que evidencia que al señor sólo le preocupa él”.
Es por lo anterior, asegura nuestro entrevistado, que la ciudadanía ya empezó a moverse para llenar el vacío que se está generando.
“Tan se hizo evidente que la gente ya tomó la iniciativa, como algunas instituciones de la sociedad civil ante el letargo del gobierno, porque ya no se espera nada de él”.
¿Y la oposición?
“La oposición no existe, hablar de ella como una entidad articulada que puede ponerle un alto o representa una crítica básica, fundamental e importante que hace un contrapeso efectivo en la vida política del país, no existe; la gran tragedia de México en este momento es que la oposición se colapse de esta manera, porque esta cuestión del contrapeso –no solamente los contrapesos obligados, que López Obrador se ha encargado de destruir, como el Poder Legislativo y el Judicial–, es algo vital por ser crítico; lo normal para un gobierno no es que la principal crítica provenga de la Suprema Corte, sino de fuera del gobierno. La mejor crítica, se supone, debería venir de la oposición, pero lamentablemente vemos una oposición aniquilada en 2018, ante una situación en que ésta evidencia que sigue mermada y no sabe que hacer, algo que se refleja en la actitud de la sociedad, cuya crítica es por iniciativa propia. El discurso de que su gobierno es atacado desde la oposición, con figuras huecas como que es un complot de los conservadores o de los neoliberales, también refleja que el mismo intuye que no hay oposición, porque sabe que no viene del PAN, de Movimiento Ciudadano, no hay una oposición articulada”.
Irving Gatell concluyó que la oposición no puede ser abstracta, debe ser concreta y reflejar alternativas electorales. “Quizá México Libre podría ser una oposición efectiva. Una cosa queda clara, López Obrador le tiene pánico a Felipe Calderón, pero es habrá que ver si se consolida como partido político y conjuga el apoyo de la gente, mientras tanto estamos huérfanos en este sentido”.