El artero asesinato del Juez Uriel Villegas Ortiz y de su esposa   la Señora Verónica Barajas no encuentra sitio en la conciencia. La tristeza que provoca este hecho reprobable, destroza el espíritu. La resignación para sus familiares y compañeros, sólo pertenece al tiempo, medio eficaz, que sin permitir el olvido, paulatinamente va permitiendo la cicatrización de las heridas. Para sus pequeñas hijas Olivia y Matilde asimilar a su corta vida de 3 y 7 años, respectivamente, la ausencia de sus padres será tarea enormemente compleja. Y, desde luego, para la sociedad mexicana una mezcla de sentimientos: indignación, malestar, inseguridad.

Procurar su recuerdo: conforta el pensamiento y da consuelo al corazón. Como lo expresara el ilustre escritor regiomontano, Alfonso Reyes, sirve de reclinatorio al alma.

Uriel Villegas Ortiz nació en el norte de nuestro país, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Desde muy joven emigró al Estado de Sonora, en donde de 1996 a 2001 realizó sus estudios de Licenciatura en Derecho, en la Universidad Autónoma de dicha Entidad Federativa. Joven de espíritu inquieto, en el mismo año en que concluyó los estudios universitarios, obtuvo el título de Licenciado en Derecho, el 8 de junio de 2001, con la Tesis: “Los Verdaderos Alcances de las Fracciones II y III del Artículo 103 Constitucional”.

En el año 2000 Uriel ingresó al Poder Judicial Federal, como Oficial Judicial en el Juzgado Décimo de Distrito en el Estado de Sonora, en donde dos años más tarde, fue ascendido a Actuario Judicial. En 2004, tuvo la oportunidad de ser nombrado Secretario Proyectista del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal en el Estado de Jalisco. Fechas por las que concluyó su Maestría en Derecho Penal en la Universidad de la Salle, Bajío.

Fue en esta época en la que conoció a una linda joven llamada Verónica, que por entonces era la Secretaria Particular del Titular del Juzgado, con quien después de algún tiempo de noviazgo, en 2006 contrajeron matrimonio. Formando una sólida unión familiar.

En el afán de continuar ascendiendo en la carrera judicial, nunca les importó viajar a cualquier parte de la república mexicana. Así, fue como en 2009 emigraron al Estado de Guanajuato, en donde fue designado Secretario Proyectista en el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Décimo Sexto Circuito con residencia en Guanajuato. Su esposa Verónica siempre con él, pues como recuerdan sus compañeros, ellos siempre se identificaron como familia muégano, pues no concebían la vida separados.

Con la idea preconcebida de ser un profesional de excelencia, siempre se mantuvo en preparación constante, actualizándose e incrementando su nivel académico. Hizo innumerables cursos, en el Instituto de la Judicatura, en diversas Universidades y en diferentes materias, aunque la gran mayoría enfocados a la materia penal, sólo por mencionar algunos:  El Juicio de Amparo Indirecto en el Nuevo Sistema de Justicia Penal. La Nueva Regulación del Secuestro. Capacitación Teórico-Práctico Sobre el Juicio Oral Penal. Marco Jurídico Internacional de la Libertad de Expresión, Acceso a la Información Pública y Protección de Periodistas, en la Universidad de Austin, Texas.

Con aproximadamente 15 años de experiencia en el Poder Judicial Federal, después de haber recorrido el escalafón de la carrera judicial en Juzgado de Distrito y Tribunal Colegiado de Circuito y con un amplio bagaje de conocimientos, se inscribió en el Concurso de Oposición para ser designado Juez de Distrito, del que resultó vencedor  y el 22 de febrero de 2017, fue  nombrado Juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Jalisco. Logrando de esta manera una de sus grandes aspiraciones profesionales.

Este órgano jurisdiccional fue convertido en el Juzgado Noveno de Distrito del Amparo en Materia Penal en el propio Estado de Jalisco, en el que el Juez Uriel continuó como su Titular. Hace tres meses fue designado Juez de Distrito en el Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de Colima, con residencia en la capital de ese Estado, cargo en el que se encontraba al momento de su fallecimiento.

El bien jurídico tutelado en la materia penal, es la libertad, el derecho más preciado que tiene el ser humano después del derecho a la vida.  Desde hace relativamente pocos años, algunos impartidores de justicia en esta materia han sido amenazados en cuanto a su seguridad física, por la toma de decisiones. Por esta razón, el CJF ha procurado brindarles ciertas medidas de protección, como coches blindados y escoltas de seguridad.

En el caso del Juez Uriel, según la información proporcionada por el CJF, recordemos que en marzo de 2017 fue designado Juez 6º. de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Jalisco, motivo por el cual le fue proporcionada la seguridad correspondiente. Este Juzgado en noviembre de 2018 se transformó en un Juzgado de Distrito en materia de Amparo Penal. Con este motivo, el 1º. de febrero de 2019 el Juez Villegas Ortiz envió un oficio al Consejo en el que solicitó “…el retiro de las medidas de seguridad que actualmente tiene asignadas para su seguridad personal, consistentes en vehículo blindado y servicio de escolta integrada por 6 elementos con vehículo escolta y prenda de protección personal”.

El CJF remitió esta solicitud para su evaluación a la Coordinación de Seguridad, la que concluyó, en síntesis, que tomando en consideración los asuntos que tramitaba el Juez y el trayecto de 33 kilómetros que recorría diariamente de su domicilio a la ubicación del Juzgado, estimaban que debería continuar protegido. La Secretaría hizo del conocimiento del Juzgador este dictamen y le comunicó que de insistir en su petición, “…una vez conocido el riesgo detectado hacia su persona, se le solicita ratifique su renuncia a las medidas de seguridad…en dicho escrito deberá precisar de manera textual que es bajo su más estricta responsabilidad…”

Por oficio de fecha 21 de febrero de 2019 el Juez Uriel manifestó al CJF: “….respetuosamente me permito ratificar lo expresado en el oficio …enviado el pasado uno de febrero, en el cual solicité el retiro de las medidas de seguridad que tengo asignadas”,

Otra faceta importante de su trayectoria fue su vocación por la docencia, maestro de un gran número de generaciones, querido y admirado por sus alumnos, impartió cátedra en diversas instituciones educativas, principalmente en Derecho penal.

Como lo han atestiguado el Presidente de la SCJN y del CJF, algunos Consejeros, compañeros y compañeras impartidores de justicia, así como su fiel Secretaria Particular, el Juez Uriel Villegas Ortiz, fue un gran funcionario jurisdiccional, dotado de una mente firme, brillante y decidida. Honesto, responsable, comprometido con la justicia, un gran ser humano y un mejor amigo. Con la idea de que un funcionario de bien que dirigió siempre su actuación por la recta interpretación y aplicación de nuestro sistema jurídico, nunca pasó por su mente que podía ser el blanco de un artero ataque como el que sufrió.

El Juez Uriel, y su esposa la señora Verónica Barajas a pesar de que sus vidas fue cortadas abruptamente a los 43 y 39 años, respectivamente, vivieron su vida plenamente. Amaron y fueron amados mutuamente. Amor que perdurará como el faro que guiará el camino de sus hijitas Olivia y Matilde, quienes, emulando la vida de sus Padres, auguro se convertirán en ciudadanas ejemplares. Uriel y Verónica vivirán siempre en el recuerdo y en el corazón de sus superiores, compañeros, amigos y sobre todo de sus seres queridos. Descansen en paz.

Ministra en Retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación

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