¿Amas la vida? Pues si amas la vida no malgastes el tiempo,
porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida
Benjamin Franklin

 

El tiempo es uno de los bienes más preciados, pues inclusive quien no tiene nada al menos tiene tiempo. Pero este es implacable pues avanza, nunca se detiene, mientras más se quiere controlar, más difícil resulta conservarlo. Nadie lo puede controlar, nadie lo puede detener, por más resistencias que haya, continuará sin cesar.

Esa es la eterna constante, lo que hoy nace, mañana muere, lo que hoy es joven mañana será viejo, con el tiempo las alegrías pueden tornarse en tristezas, los triunfos en fracasos y viceversa. Todo continúa, nada se detiene, todo cambia, el tiempo no.

Así, unos gobiernos llegan, pero tarde o temprano se van, ni siquiera aquellos que se han tiranizado e impuesto, permanecen para siempre, pueden estar más tiempo del que les correspondía, pero el tiempo les cobrará factura, así tenemos muchos ejemplos desde la antigüedad, el más claro de ellos es el Imperio Romano que se expandió conquistando muchos territorios, floreciendo como uno de los más poderosos del orbe. La historia da cuenta de su ascenso, caída y desaparición.

Inclusive, tenemos ejemplos recientes en todo el mundo, en América hemos sufrido varios, los más emblemáticos: Cuba y Venezuela, países que, a pesar de los controles políticos de sus gobiernos, con el paso del tiempo merman sus líderes y el control que ejercen. No permanecerán por siempre al frente del poder.

En México, Andrés Manuel López Obrador, se tardó dieciocho años en llegar al poder de la nación, y sólo han pasado dos años en los que ha hecho más males que bienes al país. El tiempo inmisericorde ha avanzado y consumido buena parte de su mandato constitucional. Tiempo en el que se ha dedicado a echar culpas al pasado, amenazar, denostando a los críticos, la oposición, a todos los que piensan distinto a él.

Ofreció que cambiaría radicalmente al país, lo logró, desafortunadamente para mal. Pues en estos dos años hemos visto los peores problemas de inseguridad, jamás en la historia moderna habíamos amanecido con un ataque a un mando policial de la magnitud que vimos en pleno corazón de la capital.

A pesar de las severas crisis económicas del pasado, no habíamos tenido el decrecimiento en el que nos encontramos, mucho menos la expectativa de caída hasta un veinte por ciento debajo de cero, es decir, en contra.

Jamás habíamos visto denuncias de falta de medicamentos de familias enteras por problemas de enfermedades terminales como el cáncer.  Nos ha tocado ver un crecimiento desmedido de la corrupción, de supuestos adalides de la pobreza de espíritu pero no de la pobreza material.

Dos años desde que ganó en las urnas y solo se ha visto, falta de cumplimiento de promesas de campaña, hundimiento económico, ola de inseguridad pública, pérdida de empleos y ataques a las instituciones, que con toda honestidad, debemos mencionar que venían desde antes de la pandemia de Covid-19.

La crisis de salud solo ha agravado el oscuro panorama que estamos viviendo. Han pasado dos años, el sexenio sigue, avanza y se extingue, queda demostrado que  Dios siempre perdona, los hombres algunas veces, el tiempo nunca.

@perezcuevasmx

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