Los daños ocasionados por el terremoto de 7.1 grados en Guerrero se multiplicaron con las intensas lluvias que se precipitaron en los días siguientes, mientras las autoridades estatales y municipal, se enfrascaron en diatribas.

Una semana después del sismo, como si apenas se estuvieran sacudiendo la modorra, los tres niveles de gobierno aceptaron que subestimaron los daños ocasionados por el movimiento telúrico pero la respuesta fue insuficiente y se apegaron a la justificación de la falta de recursos económicos.

Entre tanto, la población damnificada por el movimiento de tierra tuvo que enfrentar, sin ayuda, las inclemencias de las lluvias por lo que decidió recurrir a la protesta bloqueando vías carreteras para que se produjera una incipiente respuesta.

Las autoridades entrantes, permanecen a la espera de la ayuda que pueda brindarles la federación para hacer frente a la problemática que están por recibir.

Hasta el 14 de septiembre 8 mil 330 viviendas están afectadas, de ellas 7 mil 727 son casas y 603 departamentos y Unidades Habitacionales.

Además 27 hospitales, 47 escuelas, 13 centros religiosos y 13 hoteles, plazas y edificios gubernamentales y cinco vehículos resultaron con daños por el movimiento telúrico en 40 municipios.

El municipio más afectado es Acapulco con 5 mil 149 casas, departamentos, unidades habitacionales con daños. También ocho hospitales, cinco hoteles, plazas y edificios públicos, tres centros religiosos, y se reportaron 51 derrumbes, 44 fugas de gas, cinco vehículos dañados y dos postes caídos.

Hay cerca de 300 escuelas con afectaciones por el terremoto, principalmente en la zona urbana por lo cual, remarcó, se requiere la ayuda del gobierno federal para la rehabilitación de los planteles.

En general, indicó que son 13 hoteles, plazas y edificios públicos con algún tipo de daño, y en carreteras hubo más de 60 de desprendimientos, derrumbes, además de grietas en algunos tramos.

Además, hay tres víctimas por el sismo, el joven que falleció al caer de su motocicleta en Coyuca de Benítez y la señora María Concepción de 75 años de edad que murió en una clínica de Xaltianguis, en Acapulco, y el adolescente José María de 14 años que falleció la madrugada del sábado en Acapulco, al resultar herido al caerle una barda; y un lesionado más en este municipio.

La Secretaría de Turismo de Guerrero informó que dos hoteles y un centro comercial, siguen cerrados después del terremoto de magnitud 7.1 del pasado 7 de septiembre, para continuar realizando trabajos de reparación.

Confirmó la dependencia, que dichos establecimientos no presentan daños estructurales, pero que determinaron cerrar sus puertas para realizar los trabajos y garantizar seguridad a sus clientes en cuanto se dé la reapertura.

A consecuencia del fuerte movimiento telúrico que ocurrió la noche del martes, han ocurrido 772 réplicas la tarde de ayer en la entidad.

Héctor Astudillo Flores, gobernador guerrerense informó que el gobierno federal aprobó la declaratoria de desastre en 16 de los 20 municipios que solicitó el estado por el terremoto de magnitud 7.1 del martes pasado. A través de sus redes sociales, el mandatario estatal indicó que se instalará el Comité de Evaluación de Daños con la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y la Dirección para la Gestión de Riesgos, así como instancias federales y estatales. Los municipios incluidos son: Acapulco, Chilpancingo, Juan R. Escudero, Mártir de Cuilapan, Chilapa, José Joaquín de Herrera, Eduardo Neri, Mochitlán, Tixtla, Coyuca de Benítez, Atoyac, San Marcos, Tecoanapa, Ayutla, Acatepec y Tlacoapa. Quedaron fuera como no corroborados: Metlatónoc, Copalillo, Pilcaya y Huitzuco.

Varias viviendas de la comunidad Pueblo Madero, “El Playón”, la Providencia, Las tortolitas, Xaltianguis, Xolapa entre otras más resultaron afectadas tras el sismo. Lo mismo que una decena de colonias de la periferia de Acapulco que permanecieron sin luz ni vigilancia durante las siguientes 72 horas después del sismo.

El 11 de septiembre Adela Román Ocampo, presidente municipal, advirtió que el gobierno de Acapulco no cuenta con la capacidad financiera ni operativa, para atender las afectaciones generadas por el sismo, en viviendas e infraestructura municipal. Tuve la voluntad de ayudar pero no tengo dinero, llegó a decir.

El problema de la protección civil tanto en Acapulco como en Guerrero no es un asunto de percepción o voluntad, su primer problema radica en el presupuesto y es que el criterio para asignarlo es un enfoque reactivo y no preventivo.

En el caso del municipio en los últimos seis años fuera de lo administrativo, solo se han destinado cuatro millones de pesos. El área de bomberos no tiene pipas y sobre la costera han desparecido los hidrantes.

Con la precipitación pluvial de las costas del estado fueron afectadas por un nuevo evento de mar de fondo que favoreció un oleaje de hasta tres metros de altura con un periodo de 16 a 18 segundos, elevación del nivel del mar, reducción de zonas de playa, marejadas recurrentes y corrientes de arrastre. De acuerdo con un boletín, se prevé que los efectos de dicho fenómeno marítimo disminuyan de manera gradual en el transcurso del próximo jueves 16 de septiembre, por lo que la dependencia estatal recomendó extremar medidas de precaución en zonas de playa, a fin de evitar incidentes que lamentar.

Y junto con ello sobrevino una lluvia de protestas. En Zihuatanejo, ocho familias que fueron reubicadas tras los huracanes Ingrid y Manuel en 2013, bloquearon la entrada a la Secretaria de Finanza del municipio pues desde entonces la Secretaria de Desarrollo Urbano, Agrícola y Territorial no ha pagado el predio que ahora ocupan y ya tienen orden de desalojo promovida por el propietario.

Luego vino otra lluvia de protestas sociales. Trabajadores de Salud de los municipios de Copanatoyac, Tlapa, Atoyac y de Tecpan se sumaron al paro de labores que se mantiene en todo el estado, por el incumplimiento del pago correspondiente al Fondo del Estado de Guerrero de Ahorro Capitalizable (FEGAC).

Los trabajadores acusaron que el Sindicato Nacional de Trabajadores de Secretaría de Salud (Sntsa) de la sección 36 ha hecho caso omiso y no hay un trato parejo para los trabajadores del sector.

Exigieron una auditoría a la Secretaría de Salud porque ha desatendido al gremio en la entidad, donde hay más de 8 mil trabajadores afectados.

Al Centro de Salud de Copanatoyac le falta su equipamiento como laboratorio, radiografía, Rayos X y construir los accesos.