Entrevista con Gonzalo Monroy, especialista en temas de energía

La iniciativa de reforma eléctrica presentada por el presidente López Obrador ha generado un amplio rechazo en sectores sociales y empresariales, a pesar del argumento del mandatario de que con esta modificación legal los precios del suministro eléctrico se reducirán.

Es algo que, de acuerdo con Gonzalo Monroy –especialista en temas de energía y consultor en la materia entrevistado por Siempre— no sucederá y, muy por el contrario, los precios aumentarán, así como los problemas legales derivados de las transgresiones a tratados comerciales, como el T-MEC, el firmado con Europa o el TPP, sin que haya algo en la iniciativa que se considere rescatable

“Realmente hay muy poco que se pueda negociar, quizá lo único que vería salvable y que se podría votar a favor de todo esto sería únicamente lo del litio; por ejemplo, la eliminación de los órganos reguladores afecta a todas las industrias, ahora te vas a tener que enfrentar a los problemas legales en materia de electricidad y hay que sumar los que se darán en materia de petrolíferos, obviamente se va a tener que hablar con la gente de las grandes petroleras por parte de la producción de hidrocarburos, eso va a ser complicado y en el punto eléctrico, por desgracia, nada es negociable, es un todo o nada, hay un ejemplo que me llamó la atención: se habla de que el CENACE se reincorpora a CFE, es la visión que siempre fue de ellos de un órgano que era el operador independiente del sistema eléctrico, en ese sentido, cualquier área que veamos como la cancelación de los permisos, es un sí o un no y no es negociable, los cambios en la parte del despacho tampoco porque se están expropiando flujos de efectivo lo que lleva a la expropiación indirecta o que la CFE sea el único suministrador, hice mi propia inversión de paneles solares en mi casa, ¿por qué no puedo recibir mi propia electricidad que estoy produciendo? Esto, por desgracia, nos lleva a puntos que puedo adelantar de posiciones irresolubles, no hay prácticamente nada negociable en esta iniciativa”.

¿Qué hay detrás de esta idea? Nuestro entrevistado señala que hay que voltear a ver al autor de la iniciativa, mismo que durante años ha mostrado sus posturas que ahora puede traducir en ley, el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.

Gonzalo Monroy

La revancha

Gonzalo Monroy va directo al grano, al señalar que la autoría de la iniciativa es del director general de la CFE.

“El autor intelectual de esta reforma, lo puedo confirmar, es el director general de la Comisión Federal de Electricidad, es la reforma de CFE para que gane CFE, entonces vemos que muchos de los argumentos que están en esta iniciativa, cuando habla de que las sociedades de autoabasto estaban en violación de la entonces ley del servicio público de energía eléctrica, estamos hablando de los argumentos que Manuel Bartlett ha estado esgrimiendo por los últimos 20 o 30 años y por eso sabemos que es una parte que viene de las filias, de los miedos, de las visiones anacrónicas que tiene Manuel Bartlett.

“Es la revancha de Manuel Bartlett. Como senador del PRI se opuso a la reforma del 94, después como senador del PT intentó, no lo pudo hacer, un recurso de inconstitucionalidad en contra de estos contratos, hoy desde la posición que tiene y con el apoyo del presidente López Obrador y defendiendo este nacionalismo que él ve, trata de imponer esta visión del mercado.

“(Con esta iniciativa) desaparecería el mercado, CFE mismo pasa de ser un participante más en la generación a ser el mercado de la industria de la electricidad en México, ahí se ve cómo es Manuel Bartlett y por qué entró la parte del litio, mucha gente se ha preguntado que tiene qué hacer el litio en una reforma eléctrica, la respuesta está en el quinto transitorio de la parte de la transición energética, la cual –como lo dice la iniciativa— será responsabilidad y facultad de la CFE, en otras palabras, la CFE va a hacer política pública, puede determinar la política industrial, de combustibles hasta la manufactura de equipo, de maquinaria, puede hacer y manejar la política de patentes, puede incluso manejar la política de financiamiento hacia los proyectos renovables y el litio –ya se está pensado— pasa por baterías para celulares, para los semiconductores, es esencial para la transición energética, pero no existe un plan de desarrollo y no existe una idea de cómo integrar esto a las cadenas globales de suministro que ya tiene México o simplemente saber qué hacer con el litio, de lo que se trata es que esto lo va a desarrollar el Estado, la CFE, no sabemos cuándo, con que dinero, no sabemos nada, ni siquiera si alguien más lo desarrolla, se trata justamente de la visión de Manuel Bartlett de que México no es para los mexicanos, es para el Estado mexicano, para él el Estado lo es todo, por eso justamente cuando nos damos cuenta de esta idea es cuando vemos que se trata de mitigar los mercados, éstos para Manuel Bartlett y para la CFE son una amenaza existencial, no puede coexistir el mercado con un Estado fuerte, obviamente en la visión que se ve reflejada tanto de Manuel Bartlett como en la iniciativa el mercado es algo que tiene que ser reducido a su mínima expresión y es ahí donde logramos empatar tanto la visión del presidente como también, obviamente, de Bartlett”.

Peligrosa reforma

Para Gonzalo Monroy, uno de los puntos más negativos de la iniciativa es la desaparición de los órganos reguladores, incluso algunos que no tienen que ver directamente con la CFE, algo que “afectará más” y que pone en duda la intención de que bajen los precios de la electricidad.

“El corazón de la reforma radica en que sea la propia CFE el único ente que puede vender electricidad en México, no importa que tengas tu propia planta, desde los paneles solares hasta los proyectos de gas natural o de energía eólica o renovable, la energía, toda, va a ser vendida por CFE, sin embargo, la propia Comisión admite que no puede abastecer todo el mercado ni corriendo todas sus plantas al 100 por ciento de capacidad apenas cubriría el 55 por ciento del mercado, eso significa que México tendría apagones, ¿cómo lo soluciona la CFE? Muy sencillo, cancela todos los permisos y hace que toda la electricidad sea vendida a la propia Comisión, y así puede –y es una consecuencia de que quieran eliminar a la CRE— lograr un reclamo histórico de que pueda poner sus tarifas, por ende, cuando le vendes toda la electricidad puede decir a ti sí te compro y a ti no, la realidad es que hay una discrecionalidad enorme en este proceso.

“Ahora la CFE te puede comprar la energía y revendértela, obviamente incluyendo costos adicionales y márgenes de ganancia o de pérdida, según sea el caso, y de ahí nos vamos a un tema incluso potencialmente más escabroso, CFE queda en la posición en la que puede imponer a los consumidores de un estado de la república, pensemos en Tabasco, la electricidad en un peso al bimestre, pero en lugares en donde no son tan amables con el presidente como en Tamaulipas subirles las tarifas un 5 mil o 7 mil por ciento, esa discrecionalidad que abundan en la reforma mandan una muy mala señal.

“En las consecuencias de más largo plazo, es una renacionalización de la industria eléctrica, un elemento fundamental va a poder no sólo determinar tarifas, sino incluso que plantas son –y de una manera muy extraña porque no está definido en ningún lado— auténticas y cuales no, va a poder escoger de todo, incluso los esquemas de autoabastecimiento que para CFE son un monopolio, por lo que se van al otro extremo y ahora la Comisión será el único vendedor.

“Dice el presidente que es para bajar las tarifas y eso no es cierto, la CFE admite que –en un intento desesperado del presidente por imponer su voluntad, cambiando la Constitución para evitar amparos— cambiando las reglas de despacho de las plantas que producen electricidad, en las que las plantas renovables van primero al ser más baratas y dejando en la cola a las que usan combustibles, que son las de la CFE con las que tienen pérdidas porque no se despacha la electricidad, por lo que buscan cambiar los costos porque la propia Comisión busca mover este esquema de manera artificial”.

“Esta reforma borra lo hecho en 1997, en 2013 y es prácticamente regresar a 1960, va a llevar a una serie de litigios porque es violatorio del T-MEC, del acuerdo que tenemos con Europa y del TPP, que durarán años cuyo costo, tan sólo en el caso de las plantas IPP sería de 28 mil millones de dólares”.

@AReyesVigueras