No todos los fracasos de la ciencia financiada por el gobierno son tan malos como una lobotomía, o tan controvertidos como las ganancias de experimentos funcionales. Pero mientras que cualquier gobierno se mantenga como el mayor fondeador de recursos para la investigación, el riesgo permanece como espada de Damocles.

Raymond J. March

Miembro académico del NSDU Centro de Estudios para la elección de gobiernos y empresas privadas. También es socio investigador del Instituto Independiente y de FDA Review.org, proyecto de comunicaciones de la FDA.

 

Deplorable el presidente López Obrador. No encuentro otro adjetivo, para calificar su desprecio por eventos tan importantes para México, —al margen de lo que él quiera, piense o crea—, como su inasistencia al G-20 en Italia, y a la COP-26 en Glasgow, Escocia.

A nadie le importan ni sus complejos, ni sus miedos por no hablar sino escasamente español, sus inseguridades frente a viajes al exterior. Él es presidente de México para representar a 130 millones de habitantes aquí y extra fronteras. No nos importan sus delirios bolivarianos, ni sus sueños con crear sus propios organismos latinoamericanos. Mucho menos nos importa que lo único que a él le importa es su juego electorero para fundar su nuevo Maximato. Mientras tanto con vergüenza llegaron a Roma y a Glasgow mensajeros que hicieron el ridículo, porque francamente llegaron con las manos vacías.

México descubrió el hilo negro: Sembrando Vida es nuestra lamentable propuesta para frenar mágicamente la migración creciente, al tiempo que controle el cambio climático junto con su contrarreforma energética que da prioridad al combustóleo por encima de las energías de transición y limpias.

Mientras tanto cree que puede engañar a todo el mundo, como engaña a viejitos, pobres extremos y jóvenes sin preparación.

Pero en esta ocasión, ¡ohhh sorpresa!, quedaron las bases para darle la espalda a naciones idiotas, entre ellas México. En particular a México, garrote y control. Eso es lo que ganaremos gracias a un deplorable no-Estadista.

 

Estados Unidos de América se hizo escuchar

En la Reunión del G-20 en Roma la semana pasada, las acciones y decisiones fueron del todo atípicas para estos eventos. El G-20 versión 2021 se hizo sentir a nivel mundial. Se preveía una reunión de flojera, con comunicados diplomáticos anodinos, sin sustancia. Nada más alejado de la realidad. Fue una reunión trascendental:

Los EE. UU. y la Unión Europea haciendo de lado las costumbres del G-20 dieron a conocer un Acuerdo Tentativo Comercial, que se orienta a juntar todas las baterías de esa región (UE+EE. UU.), para eliminar los riesgos de competencia de China, y para de una vez por todas restar importancia a un grupo de países, que con su ausencia del Evento mostraron que no les interesan los planes de desarrollo y combate al cambio climático.

Concretamente se refirieron a China, Japón, México, Rusia y África del Sur, que esperan que tengan para esta nueva Alianza, una disminución de importancia en sus estrategias de desarrollo de nuevas cadenas de valor y cadenas de producción.

La noticia más importante del G-20 nada tuvo que ver con el G-20, sino con este Acuerdo Comercial anunciado por la presidenta de la UE, Úrsula von der Layden y el presidente de los EE. UU., Joe Biden.  Más allá de suspender las tarifas de castigo contra el acero y el aluminio del gobierno de Trump, el nuevo Acuerdo presenta un nuevo acercamiento al Comercio Mundial, que de ponerse en marcha generará los cambios con mayores consecuencias en materia de Comercio Internacional del último medio siglo, por lo menos.

En lugar de pelearse por acero y aluminio, EE. UU. y UE acordaron enfocar sus baterías en contra de China. La UE obtendrá una preferencia de 4.4 millones de toneladas de exportaciones de acero a EE. UU. libre de aranceles por los próximos dos años, y de 3.3 millones en los años subsiguientes.

A cambio los EE. UU. obtendrán la cooperación de la UE en contra del acero chino y se le otorga la preferencia a la UE para compensaciones por tarifas comerciales de los EE. UU. que se comprueben sean ilegales dentro de las reglas de la OMC.

En pocas palabras el presidente Biden sembró el umbral de un Acuerdo de Libre Comercio EE. UU.-UE, y sobre todo la alianza transatlántica en contra de China.  Al mismo tiempo este inicio de alianza destensa los problemas que tiene en casa el señor Biden con sindicatos, y con activistas climáticos.

Para los sindicatos y trabajadores en general, esta alianza ayuda a la creación de empleos en EE. UU. y a eliminar la competencia de bajos salarios, principalmente de China.

Para los activistas climáticos, el trabajo cercano con la UE garantiza una amplia reducción en las producciones intensivas en carbón, y acerca a EE. UU. a una nueva era de Políticas Comerciales Internacionales que utilizarán tarifas, aranceles, cuotas compensatorias, para castigar a emisores de gases de efecto invernadero que no quieran colaborar con el resto de Norteamérica y la UE.

Sin mencionar a países como México, queda claro que este nuevo Acuerdo EE. UU. con UE eliminará a naciones contaminantes, que quieran colaborar con China y Rusia, y que hagan poco o nada para continuar generando basura contaminante que dañe a todos los Ecosistemas. Simplemente se le hace a un lado, con todos los efectos negativos que se mantengan en sus fronteras, sin derecho a participar en esta nueva Estrategia Comercial y de Alianzas Regionales.

 

Por si fuera poco…

El Comisionado Comercial de la UE, de nombre Valdis Dombrovskis, dio a conocer que la UE y los EE. UU. invitarán a naciones con los mismos criterios productivos a que se unan a este Acuerdo.  Lo anterior abre la iniciativa ahora sí para una muy inteligente reestructura de la OMC y sus regímenes de Comercio, enlazando mercados de acceso a bienes que sean producidos de acuerdo con un sin número de estándares laborales, ambientales, financieros y tecnológicos por definir.

Así las cosas, uno de los principios centrales de la OMC desde su nacimiento, —separar el comercio mundial de cualquier visión ideológica o política—, dejará de tener validez a partir de esta nueva alianza, para contener la competencia desleal china, para de una vez por todas combatir el cambio climático en las fechas y límites drásticos que ya quedaron sentados (2030 y 2050). Esta estrategia que nadie esperaba, sí tendrá un efecto de desfase de China, aislándola del resto del mundo. El costo: habrá mayores fricciones y agresiones comerciales de uno y de otros lados.

También se admite que la utopía original de la OMC no funcionó. Ahora serán los que quieran mejores mercados, Ecosistemas y preservación de nuestra especie, frente a los que prefieran, contaminar, acabar, hacer trampa, vivir en la corrupción, el narcotráfico, y la manipulación poblacional con figuras que en su momento fueron importantes, pero que hoy y hacia el futuro resultan inoperantes, como Mao, Fidel, Juárez, Bolívar, y la cooperación entre muertos de hambre para regodearse en su miseria intencional.

 

g20

El Segundo Tema a Destacar del G-20 de 2021

La ausencia de los idiotas. No hay más qué decir. Xi Jinping era de esperarse. Su desprecio por declaraciones moralistas de países que él desprecia.

Vladimir Putin considera estas reuniones una pérdida de tiempo. Mejor concentrarse en analizar su poder con el gas natural, y cuánto subirá los precios de venta a la UE.

¿Y el primer ministro del Canadá? ¿Por atender los problemas que tiene en su país sobre asuntos de derechos con minorías sexuales? ¿De verdad?

¿Y México? ¿Por qué no llegó el señor López Obrador? ¡Ahhh claro, —ya es famoso en gran parte del mundo—, porque él no es presidente de México, sino el responsable de los madruguetes políticos, trampas contra la democracia, y debe de estar muy ocupado con su Contrarreforma Energética, que lo hace pensar que tiene, “La sartén por el mango” …

Pero AMLO nunca se percató, que todas las reuniones que hubo en meses pasados entre funcionarios mexicanos y funcionarios del más alto nivel de EE. UU., fueron para entender bien, muy bien a México. La conclusión final es que ya el T-MEC no puede contar con México. Así pues, México habrá de permanecer hasta algún día, más como país maquilador, que como Nación innovadora que participe en nuevas cadenas de valor centrales para las economías avanzadas.

Será la UE, Gran Bretaña, Australia, Corea del Sur, Taiwán, quienes cubran lo que México no quiere cubrir, por incapaz de enfrentarse a un hombre que no llegó por vanagloriarse frente al G-20 pasado en Roma.

Tal vez ahora la secretaria de economía, Tatiana Clouthier, entienda la respuesta a su lamento de que hay competencia desleal de EE. UU. a México en la industria automotriz eléctrica y no traen para acá las cadenas que ya deberíamos estar recibiendo.

Tal vez no entiende Tatiana Clouthier que es más que imposible que la mina de litio que se encuentra entre los estados de Sonora y Chihuahua permanezca en manos de una empresa china. Olvide usted a la canadiense. La empresa china.

Tal vez Clouthier no entiende nada. Qué sé yo.

Es muy probable que mal entendieron las estrategias del “viejito” que comanda desde la Oficina Oval, a la nación que sigue siendo en más de un sentido, la potencia más formidable del mundo.

Por eso López no fue ni a la Reunión del G-20 ni a la COP-26. En esta ocasión no lo va a rescatar el Canciller Ebrard. Eran reuniones de Estadistas, no de segundos de abordo.

Tal vez en su muy reducida visión geopolítica y global, el autor de la muy pobre 4T esta vez sí tuvo una equivocación mortal para su juego electorero: No haber asistido al G-20 ni a la COP-26.  Por desgracia tendremos que volver a aprender después de tantas veces, que México no es la última Coca-Cola en el desierto.

O cambia la actitud el gobierno federal, muy en particular Palacio Nacional, o este señor del que todas las planas de medios despotrican, terminará por llevarnos a todos los mexicanos allá a esa palabra, que de forma perfecta define a su rancho, a ese donde debe de haber ido a pasar el puente de día de muertos.

La inmensa mayoría de mexicanos, aspiracionistas, no queremos terminar viviendo apretujados, allí en su infame rancho de gran nombre que merece su dueño; no así el resto de los mexicanos.

 

Nota: Para esta colaboración me basé en información en vivo, fidedigna, de varios medios de comunicación: WSJ, Bloomberg, FT, DW, Quartz, NYT, entre otros.

Efrén Flores es licenciado en Economía. Durante más de 35 años se ha dedicado a la comunicación en medios electrónicos, impresos, digitales, con temas financieros, económicos, empresariales, estratégicos, RSE, PyMEs, y nuevas tecnologías que revolucionan a nuestro mundo. Es conferencista en México y en EE. UU. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor. Efrén Flores nunca ha pertenecido a Partido Político alguno.

 

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