Entrevista con Gustavo Alanís Ortega, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental

Uno de los temas menos comentados en todo el debate que se ha desarrollado en torno a la reforma eléctrica, es el del impacto que con ésta tendrá el medio ambiente. Para especialistas, la apuesta que se hace por los combustibles fósiles –en especial por quemar combustóleo para producir electricidad– es algo que a la larga nos saldrá más caro, no sólo en términos energéticos, sino también en la salud de la población.

De acuerdo a Gustavo Alanís Ortega, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, “para decirlo claramente, una iniciativa como esta lo que está priorizando es la quema de carbón y combustóleo por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), entonces una de las dudas que surgen es donde está siendo contemplada la salud de las personas”.

Gustavo Alanís Ortega, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental

¿Qué opinión le merece el debate que se ha abierto por la reforma eléctrica, en especial el parlamento abierto?

“Me parece que es un buen ejercicio democrático de consulta hacia los distintos sectores de la sociedad, el chiste de estos ejercicios es que no sólo escuchen sino que retomen esos aspectos que puedan ser positivos para incorporar, en su caso, a la iniciativa; si es nada más para cumplir con una formalidad, si es para decir los escuchamos, pero no los tomamos en cuenta pues de nada serviría el ejercicio, entonces lo que se debe evitar es que sea una faramalla, un show montado, creo que de lo que se trata es de escuchar a todas las voces y, si en un momento dado, la iniciativa va a ir adelante, que vaya fortalecida con los diferentes puntos de vista”.

 

El tema del medio ambiente ha sido poco abordado en este debate, ¿cuál sería el impacto en este ámbito con la aprobación de dicha reforma?

El seguir quemando carbón y combustóleo es promover los combustibles fósiles, que además de causar daños al medio ambiente y a la salud de las personas, son combustibles que contribuyen con el calentamiento global y el cambio climático. Me parece que hay un tema importante, en donde seguir emitiendo gases de efecto invernadero tiene implicaciones ambientales y a la salud de las personas, reitero que estamos contribuyendo a que se siga exacerbando el tema del calentamiento global y el cambio climático.

En segundo lugar, está claro que al darle preferencia al carbón y al combustóleo, combustibles fósiles sobre las energías renovables, lo que va a generar es que releguen, se atrasen y se haga a un lado la transición energética. Esta transición, como está sucediendo en muchos países del mundo, lo que quiere decir es que cada vez estamos dependiendo menos de los combustibles fósiles y cada vez más de las energías renovables, nadie está diciendo que ahorita hay que eliminar los combustibles fósiles por completo, porque además no se puede, pero hay compromisos para ir transitando cada vez más hacia renovables, dejando de lado la utilización de los combustibles fósiles.

Vale la pena mencionar que en la reciente cumbre de cambio climático en Glasgow en noviembre del año pasado, muchos países se comprometieron a la descarbonización, y se comprometieron a llegar al 2030 y al 2040 sin carbón a nivel de sus países.

También otra cosa que vale la pena mencionar es que si seguimos promoviendo los combustibles fósiles, México no va a poder cumplir con los acuerdos internacionales como es el Acuerdo Marco de la ONU sobre Cambio Climático de 1992, que obliga a los países a la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero, y tampoco vamos a cumplir con el Acuerdo de Paris en el cual hemos depositado lo que se llama contribuciones nacionales que son los compromisos que voluntariamente hizo cada país; cuando depositamos nuestras primeras contribuciones nacional en 2015, se consideraba por el Climate Action Tracker que la política climática de México era insuficiente y ahora, en 2020, cuando se presentó la nueva contribución nacional dentro del Acuerdo de Paris pues México debió haber presentado una iniciativa climática más alta, mas ambiciosa y no lo hizo, entonces pasamos de tener una política climática insuficiente a una política climática altamente insuficiente.

Nos enfrentamos a ese tipo de problemas, no vamos a cumplir con los acuerdos internacionales, pero tampoco vamos a poder cumplir con algunas disposiciones en el contexto nacional.

Un par de ejemplos de lo anterior. El primero tiene que ver con que en el caso particular de nuestro país, el seguir promoviendo los combustibles fósiles no va a permitir cumplir con la Ley de Transición Energética que nos mandata llegar a 2024 con el 35 por ciento de energías renovables, y tampoco vamos a cumplir con la Ley de Cambio Climático que nos mandata que vamos a llegar a 2024 con un 35 por ciento de fuentes limpias.

Entonces lo que preocupa también de la Reforma, es que al estar privilegiando este tipo de combustibles –carbón y combustóleo– es que se va a seguir con la emisión de gases y compuestos tóxicos, como es el dióxido de azufre y el mercurio, plomo también, lo que implica que se van a mantener o aumentar las enfermedades respiratorias y también, sin querer ser sensacionalista, las muertes prematuras por la mala calidad del aire.

Viéndolo desde el punto de vista ambiental, podemos decir que estamos frente a una política energética que es regresiva y que, obviamente, tiene sus implicaciones que acabo de comentar.

¿A qué atribuye la concepción que se tiene en este gobierno de las energías renovables, desde los ventiladores que afean el paisaje hasta enfatizar la intermitencia de la energía solar?

Puede haber varias razones, una que haya ignorancia, desconocimiento, otra razón puede ser añorar el pasado, regresar a los 70 y depender de lo que llamaban empresas productivas del Estado, cuando sabemos que son ineficientes y no se administran adecuadamente, un tercer elemento pudiera ser que es un tema ideológico, que están casados con el tema de los hidrocarburos, con el tema del gas, del carbón y que se considera que esa es la solución y por ahí hay que darle.

Hablar de los años 70 es hablar de hace 50 años y estamos en un mundo totalmente diferente, con nuevas oportunidades, tecnologías, en el cual podemos aprovechar muy bien el sol, el aire, las olas del mar, para efectos ir generando energías limpias.

Debemos apostar a lo nuevo, hay que estar a la vanguardia, y pensar que no sólo será algo eficiente, sino totalmente bueno no sólo para el entorno sino también para la salud de las personas.

¿Considera a la actual iniciativa, con lo que nos acaba de comentar, se pudiera corregir, que se escuchen los argumentos a favor del medio ambiente?

Viendo como han sido estos tres años de gobierno, tengo mis dudas honestamente. Creo que están casados con una iniciativa, como hemos visto en el pasado no le cambian ni un punto ni una coma y no le hacen caso a los otros grupos parlamentarios, y en este caso no será diferente –espero equivocarme, por supuesto–, pero me parece que están casados con un proyecto, con una iniciativa, y es lo que quieren empujar y nada más.

Ojalá y las cosas cambien, para poder asegurar a los mexicanos una buena calidad del aire, una buena salud y una buena calidad de vida.

@AReyesVigueras

 

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