Entrevista con Dr. Francisco Moreno, contratación de médicos cubanos

 

Los problemas de salud no se resuelven contratando 500 médicos mexicanos asegura a Siempre! Francisco Moreno Sánchez, médico internista e infectólogo, Premio Nacional de Salud 2020, quien ha sido uno de los firmantes e impulsores de la carta al presidente López Obrador donde manifiesta su rechazo a la contratación de galenos cubanos, cuando en nuestro país si hay médicos con capacidad avalada por las universiades mexicanas.

Y es que durante la pandemia, el presidente contrató a 585 médicos de esa isla a un costo de 136 millones de pesos. De acuerdo a Héctor Aguilar Camín en su columna en Milenio, esta erogación tendría un costo de 77 mil 500 pesos mensuales por médico mientras que en el IMSS, un director de la Unidad de Medicina familiar gana poco más de 13 mil pesos y un jefe de Medicina Familiar 14 mil 385 pesos.

Lo peor, señalaron médicos mexicanos como Pablo Vidal, es que muchos de los cubanos no tenían experiencia ni estaban capacitados. Trascendió que muchos de ellos eran activistas y no médicos. Sobre el tema platicamos con el doctor Moreno Sánchez.

 

Decisión del presidente de contratar a 500 médicos cubanos para atender zonas pobres en México. ¿Qué opina?

Igual que todo el gremio médico nos sentimos, diría poco respetados, con un desconocimiento del problema de salud por parte de la autoridad porque 500 médicos no van a resolver el problema de salud que hay en esas comunidades. Se necesita una infraestructura, evidentemente método, diagnósticos, medicamentos, laboratorios para dar realmente una práctica adecuada  a salud en comunidades alejadas.

El pretexto de que los médicos mexicanos no queremos ir a esa comunidades es un argumento muy triste, sobre todo después de lo que se ha vivido en estos dos últimos dos años, donde los que más han dado la cara han sido los trabajadores de la salud y más hemos perdido somos los trabajadores de la salud porque hemos perdido el mayor número de trabajadores del mundo. Si a eso la respuesta por parte de la autoridad es, vamos a traer a 500 médicos cubanos que no sabemos cuál es su preparación, qué certificaciones tienen para hacer el trabajo que no pueden hacer los médicos mexicanos, resulta un insulto.

 

Molesta mucho que luego de que corrieran a muchos médicos que dieron la cara a la pandemia y los mandaran sin el equipo necesario para enfrentarlo y cuando trascendió que muchos de los médicos cubanos que trajeron en esos días, eran activistas y no médicos que incluso pudieran intubar a los pacientes

México es el quinto país en número de muertes después de Estados Unidos, India, Reino Unido y Brasil. Somos el país con más trabajadores de la salud fallecidos durante la pademia; el segundo país con más orfandad después de Perú. Además somos uno de los tres países con más muertes durante el embarazo por covid. Es muy triste la forma en cómo se manejó la pandemia y lo que se puede rescatar de ésta, es la entrega de los trabajadores de la salud, los cuales hoy son insultados, degradados y discriminados por una situación que la propia autoridad provocó.

Toco otro punto delicado, si uno va a otro país que tenga una regulación de salud estricta y si no cumple con los requerimientos de ese país, no puede ejercer la medicina.

Si voy a Estados Unidos y quiero poner un consultorio y dar consulta, sus autoridades me exigen que demuestre que tengo ciertas características, incluso que realice algún estudio, prueba o exámen, para que ellos sepan que estoy ejerciendo la práctica médica sin poner en riesgo a la población.

Aquí no tenemos ni idea de cuáles son las aptitudes, las destrezas, qué capacidad tienen estas personas que van a venir. No dudo que puedan ser capaces, pero tampoco sabemos qué certificaciones, qué tipo de habilidades y conocimiento tienen, lo cual para cualquier parte del mundo, el hecho de llevar personal de salud, implica un riesgo que si no conoces cuál es su habilidad y vas a poner en sus manos vidas humanas, con gente que a lo mejor no está bien preparada.

 

¿Hay una aversión del presidente a los médicos, a los estudiantes de medicina de la UNAM, con ese reclamo de que no salieron a atender a la población?

Es triste ver que resulta muy fácil critiicar la profesión e incluir a todos los trabajadores de la salud, no solo a los médicos, por personas que nunca se pararon en un hospital, que nunca vieron cómo estaba sucediendo las tragedias que sucedían y que hoy plantean como una solución mágica, porque no hay otra forma de explicarlo o como un pretexto para traerse a este personal con otros fines, argumentando un problema que sí existe en México es el de la salud, pero también un problema de educación.

No sé si el siguiente paso será que como tenemos problemas en educación van a traer a 500 maestros; o que si ante la inseguridad que tenemos, a lo mejor van a traer a 500 soldados cubanos para atender esas problemáticas, que se debían ser resueltas por parte de la autoridad.

 

Llama la atención es el trato que el propio gobierno cubano da a los médicos que envía, que ha sido calificado por algunas organizaciones como una especie de trata de personas, ya que les pagan una mínima parte y el resto es para el gobierno…

De acuerdo totalmente, se ha demostrado que el dinero que se da, no se les proporciona directamente a los médicos sino que se le paga al gobierno cubano y éste, de lo que recibe les da un porcentaje muy bajo para un trabajo que si realmente realizan, es un trabajo duro, difícil, pesado. Sin embargo, las características de las poblaciones no son iguales, aunque seamos países latinoamericanos, los problemas médicos que se tienen en Cuba son distintos a los que se tienen en México, donde hay más diabetes, hipertensión y obesidad que en Cuba  donde los medicamentos son diferentes.

Es una medicina diferente, no es que hay que poner a alguien a hacer un muro, es tratar de salvar vidas humanas con una preparación que insisto, no conocemos.

 

Hay otro punto, la decisión de la Suprema Corte de Justicia  de reservar los datos sobre la condiciones  en cómo se contrataron las vacunas contra el covid donde la Corte dijo que era un asunto de seguridad nacional, —el presidente acaba de anunciar que dará a conocer los contratos de compra—.

Mientras más oscuro, menos transparente es y más perspicacia produce. No entiendo porque decir se compraron tantas vacunas a tal precio o se hicieron tales convenios constituye un asunto de seguridad nacional. Estamos hablando de vacunas que  si se pagaron, se hizo con el pago de los impuestos de los mexicanos, no nos las regalaron. Lo único que generan estas situaciones, es mayor inquietud en la forma en cómo se han revisado el manejo de la pandemia.

Y es que la vacunación fue monopolizada totalmente por el gobierno; éste decidió cuándo te vacunaban, con qué te vacunaban, en dónde te vacunaban y con qué vacuna te inoculaban, por eso los médico privados y los trabajadores de la salud de instituciones privadas, no recibieron la vacunación a tiempo y hubo muertes de trabajadores de la salud del sector privado, amigos míos, un compañero que falleció después de que se había iniciado la vacunación, porque a los privados se nos negó en un inicio el poder tener el acceso al biológico.

 

¿Qué opina de la vacuna Abdalá para inocular a los niños?

Es tomar otra vez, tristemente, una decisión de salud que es tan importante, de una forma totalmente política. Lo hicieron con la vacuna Cansino, se lo aplicaron al personal del magisterio, cuando ésta vacuna —hasta el pasado día 19, fue aprobada por la Organización Mundial de la Salud—, casi ya no se aplica en la mayor parte del mundo ni siquiera en la propia China porque los resultados de esa vacuna fueron muy por debajo de lo esperado.

Lo mismo va ocurrir ahora pero con los niños, donde si realmente se aprueba Abdalá por parte de la autoridad sanitaria, que todavía no ha dado la última palabra, estén realmente experimentando porque no sabemos la eficacia. No sabemos, sobre todo, algo muy importante sobre todo para niños: la seguridad de una vacuna. Ésta solo se ha aplicado en países con régimenes totalmente autoritarios: Nicaragua, Venezuela y Cuba.

 

¿Qué quiere el presidente con este tipo de medidas, ser líder de América Latina?

No sé que busca, soy trabajador de la salud. Lo único que me preocupa es que también nos esté utilizando como pretexto para llevar a cabo planes que no tienen como objetivo final un beneficio en salud, pero sí un beneficio en lo político, en aspectos que no conozco pero un beneficio en salud no lo tiene y el país está enfermo. México tiene un problema de salud muy grave y la manera de resolverlo no es a través de 500 médicos cubanos.

 

Ahora van a publicar los lugares donde hacen falta médicos  y donde si se apuntan, el gobierno asegura que los contratará…  

Por el INEGI, sabemos sobre el último reporte de médicos certificados con cédula profesional. La pregunta es ¿quién les va a dar la cédula a estos médicos cubanos?, ¿cómo van a poder recetar un medicamento si no van a tener cédula?. Estas cuestiones que vienen como preguntas a algo que parecería ocurrencias por las decisiones que toman sin ver todo el panorama de las cuestiones legales, de interacción social, de conocimiento.

Yo tengo una cédula profesional que me permite recetar, pero esa cédula no funciona en Costa Rica, en Argentina ni en Estados Unidos. ¿Quién va certificar que realmente estos médicos tengan la capacidad para diagnosticar , para tratar y evaluar a mexicanos?

Que no se utilice la salud con otros fines que no sean meramente los de cuidar el bienestar de los mexicanos porque parecería que la salud ha resultado ser una forma de hacer política. ¿Por qué? Porque se monopolizó la vacuna, porque no se permite todavía la venta de medicamentos para el tratamiento Covid-19 y ahora porque van a traer médicos cubanos. Es una politización de la salud que en lugar de ayudar, enferma.