Entrevista con Marco Arellano Toledo, politólogo por la UNAM

Tras los resultados que se dieron en los comicios del pasado 5 de junio, cuando se renovaron 6 gubernaturas, toca el momento de la evaluación de lo realizado por los actores políticos. Siempre pidió a Marco Arellano, politólogo por la UNAM, que compartiera con nuestros lectores el balance que hace de los más recientes comicios en nuestro país.

 

¿Qué evaluación hace de las elecciones del 5 de junio? En especial por las expectativas existentes con relación a cuántas gubernaturas iba a ganar Morena.

Lo primero que hay que decir luego de la jornada electoral, es que Morena todavía, con todos los reveses y con lo atropellado que han estado sus resultados a nivel nacional, debemos reconocer que es un fenómeno político vigente. Sigue ganando elecciones, le está costando a la oposición capitalizar los errores del presidente y de su proyecto político y el presidente aún, sin aparecer en la boleta, sigue teniendo un arrastre importante, interesante, que hay que dimensionarlo.

Cuatro a dos me parece que no es un mal resultado para la oposición, pero es un muy buen resultado para el proyecto del presidente López Obrador y de Morena, porque al final es un resultado que sigue avalando que la gente sigue votando por dicho partido político.

Eso sería de manera general.

Otra cosa que resalta, es que la oposición no tiene un proyecto todavía lo suficientemente sólido que emocione, ni siquiera en lo local, mucho menos en lo nacional. Hay una difícil interpretación desde el electorado de qué significa votar por el PRI, el PAN y el PRD juntos; parece que esa interpretación un tanto simbólica es antinatural o contranatural para el electorado que educadamente durante 20 ó 30 años se ha dedicado a votar proyectos políticos y esa alianza no suena con cierta lógica, entonces la oposición no tiene un proyecto que emocione.

También parece que el PRI lleva derrotas a la coalición, es otro saldo, el PRI cuando participa en coalición, a excepción de la Ciudad de México en donde les fue más o menos bien en 2021, en el 2022 prácticamente lleva derrotas a la coalición, es costoso votar al PRI porque es el partido que más votos pierde cuando gana Morena, eso se observa claramente en todos lados.

Otra lectura, es que se hace recurrente como ya fue en 2021, pero también en la consulta de revocación de mandato, que lo que estamos experimentando en México es una suerte de elecciones de Estado; Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, gobernadores, el presidente participa en elecciones locales, van, promueven, o sea, está el aparato del Estado mexicano en elecciones locales teniendo una injerencia importante con los apoyos, con la presencia de los políticos, de los aspirantes a la presidencia, y eso nos recuerda al viejo PRI.

Finalmente diría que el INE y los OPLES vuelven a cumplir, es una elección ordenada, los conteos rápidos funcionan, se instalan el 99 por ciento de las casillas, se llamó a votar a 11 millones de mexicanos en estas seis entidades y un porcetaje de participación interesante a nivel gubernatura; el INE y los OPLES cumplieron y habrá que ver cual será el siguiente episodio de disputa con la autoridad electoral, pero hay que señalar en el balance ellos cumplieron, se hicieron elecciones, hay paz pública, después de la elección hubo resultados que dieron certidumbre ayer en la noche, hubo PREP, conteo rápido y se instalaron las casillas, entonces cumplieron.

Revisando el caso de cada partido, qué pasa con el PAN, ¿se está manteniendo, resiste o estamos volviendo a la época de los años 50 y 60 cuando había un partido oficial y escasa oposición?

Hay dos fenómenos que están pasando en el sistema de partidos actualmente. Primero, Morena es la reencarnación del PRI, hay que decirlo así, la base militante de Morena, la base operativa y el voto duro que vemos ahora es el del PRI; el PRI se desfonda claramente y ha ocupado Morena todo el circuito electoral bajo el cual transitaba el PRI.

También hay que decir que el pacto de Morena con gobernadores del PRI le da resultado, en los estados donde no hay una transición pactada de los gobernadores con Morena, las elecciones resultan de alta competencia, por el contrario, los gobernadores, estoy pensando fundamentalmente en Hidalgo y Oaxaca, cuando pactan los gobernadores del PRI actuales con los candidatos de Morena se vuelve una elección que gana fácilmente Morena y esa es una lección para el PRI en el Estado de México, que es la última joya de la corona.

Eso es por el caso del PRI y hay otro fenómeno que sucede en el sistema de partidos.

Lo que se puede advertir del PAN, es que es un partido que tiene una base dura que no ha podido ser identificada, o que no ha podido ser seducida por Morena, que es una clase media aspiracional o una clase media alta, esa clase media –aspiracional o alta— pareciera que sí tienen el voto de mayor nivel socio económico, de mayor nivel adquisitivo y educativo y sigue siendo un voto duro por el PAN y ese voto es el que mantiene al PAN competitivo en ciertos estados y eso parece que va a ser, quizá, la gasolina que eche a andar una posible coalición a futuro combinada con Movimiento Ciudadano, que es por quien simpatiza la clase media.

Es por eso que el fenómeno del PAN sigue siendo un partido que gana elecciones o cuando menos es competitivo en algunas entidades y que al final está dando la nota como la única oposición frente al nuevo priismo.

En cuanto a Movimiento Ciudadano, con las tres posibles candidaturas que tiene –Colosio, Samuel García y Enrique Alfaro–, ¿qué pasa con este partido?

El balance con Movimiento Ciudadano, desde mi perspectiva, es optimista. Asumiamos que se iba a desfondar más en entidades en donde no tenían un candidato competitivo, donde históricamente no tiene un respaldo como si lo tiene en algunas entidades en donde ahora gobierna, o en otras como el mismo sur-sureste del país, pero Movimiento Ciudadano está teniendo una cuota fija también, le quita votos al PAN en la clase media, estos votos de ciudadanos que están aspirando a una candidatura mucho más políticamente correcta, que no sea polarizante, tecnicamente con empaque, y parece que ahí le está ganando o compotiendo al PAN un bastión interesante si Movimiento Ciudadano puede perfilarse con los candidatos que ahora tiene, puede convertirse en una opción bisagra entre dos partidos, no veo tanto al PRI, pero veo al propio PAN y lo que quede del PRD, no veo al PRI sobre todo después de la filtración de los audios de Alito y todo lo que ha pasado, el PRI va cada vez más hacia su extinción y, por el contrario, la alianza puede ser PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, donde el candidato lo pondría este último y Dante Delgado tendría que tomar una decisión, o sigue construye un partido político que le dé el 30 o 35 por ciento de la Cámara en 2024 con un candidato por un solo partido o intenta ganar la elección presidencial pudiendo, quizá arrastrar al partido a una coalición que lo vuelva a meter en el costal claramente identificado por el presidente como los traidores a la patria, los fifis, la mafia en el poder; MC no entra en ese costal hoy, o al menos no es claramente identificable, el presidente se refiere normalmente al PRI, alPAN y al PDRD, y no a Movimiento Ciudadano, entonces van a tener ese dilema, pero es un dilema que se trendrá que resolver ya, porque una vez pasadas las elecciones lo único que queda es la aduana del Estado de México en 2023 y el proceso electoral de la sucesión presidencial.

Finalmente, ¿qué podemos esperar, porque las elecciones de este año despertaron muchas expectativas con relación a la oposición, en especial luego del resultado en la Cámara de Diputados en 2021?

La oposición tiene, hasta hoy, tres problemas de origen que no ha logrado resolver. Uno es que el principal articulador es Claudio X. González y eso cancela muchas de las simpatias tanto de políticos de otros partidos como de la ciudadanía; dos, es un alianza de todos unidos en contra de López Obrador, pero no una alianza con un proyecto de nación definido, y tres es una alianza que representa, tanto desde la óptica presidencial como de muchos electores, una negación para que termine o se acabe el viejo status quo de aquella mafia en el poder.

Esos tres problemas de origen llevan a la oposición a no tener un entusiasmo directo con la ciudadanía y que no logra despegar, las victorias de la oposición tienen, allá donde hayan sucedido tanto en 2021 como en 2022, incluyo Ciudad de México en ello, tienen que ver más con temas de coyuntura o trmas de lo que no hizo Morena en términos de pactar con gobernadores priistas, en general, pareciera que es eso lo que le está dando la explicación a los triunfos de la oposición, pero ésta no gana por un proyecto de nación que ya se sepa cual es y que se vote, que se esté ensayando en las elecciones, esperaba que en 2022 la opisición empezara a perfilar un proyecto, una coalición por la reconciliación nacional o una coalición por algo que empezara a sonar, y no, sigue siendo una alianza partidista muy de lo inmediato y con muy poco trasfondo político y muy poca densidad en términos de proyecto.

@AReyesVigueras