Entrevista con Mario Di Constanzo, especialista en economía

En lo que va del sexenio, pasamos de festejar la modernización de lo que se conocía como Tratado de Libre Comercio, incluso con la firma del actual presidente, a la condena por la solicitud de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá a varias políticas implementadas por el actual gobierno que, consideran, afectan a empresas de ambos países.

De hecho, el presidente López Obrador advirtió que enviará una carta a Joe Biden para aclarar que México no ha violado las reglas del T-MEC y que el 16 de septiembre dará a conocer la postura oficial de su gobierno.

Para Mario Di Constanzo, en entrevista con Siempre, lo que hay detrás de todo esto es una intención política.

“Habría que poner tres cosas en consideración. Fue este gobierno, esta administración la que firmó el Tratado, fue esta administración, esta Cámara de Senadores con mayoría de Morena los que ratificaron incluso el Tratado y, efectivamente, lo celebraron. Me parece que Andrés Manuel lo que está buscando es utilizar este conflicto con tintes políticos para reagrupar a su movimiento; para mi es un tema que lo está viendo desde el lado político cuando en realidad tenemos un acuerdo comercial en el cual es muy claro que se puede hacer y que no; no está en juego la soberanía de los recursos naturales o del sector energético, la soberanía en todo momento es del Estado mexicano, lo que sí está en juego es lo que se acordó que era un libre mercado, una participación privada en el sector energético bajo la tutela del Estado y lo que no quiere hacer Andrés Manuel pues es, efectivamente, permitir este libre juego en inversiones públicas y privadas.

“Es claro que su estrategia es fortalecer, contra lo que dice el Tratado o sacar a la iniciativa privada de esto; entonces, la lectura es que es utilizar con tintes políticos, con medias verdades un elemento para que le sirva de cohesión a su rebaño, a su movimiento como lo he expresado, para qué, porque está leyendo que su movimiento ha perdido fuerza, el Estado de México y la Ciudad de México están en juego, hoy sí existe la posibilidad real de que Morena pierda frente a la alianza Va por México las dos entidades, lo cual sería una derrota muy importante para su movimiento.

“También está percibiendo que requiere su movimiento, independientemente de quien sea el candidato de Morena, tener una mayoría abrumadora en el poder legislativo y todo lo que está haciendo es por eso”.

Mario Di Constanzo

Entonces, podemos decir que todo esta reacción de López Obrador tiene de fondo un tema electoral.

Exactamente, él está viendo hacia el 2024 y está viendo nuevamente la posibilidad de obtener una mayoría abrumadora en la Cámara de Diputados, a él no le sirve que las cosa se equilibren en el Poder Legislativo porque, precisamente, no va a lograr que su gobierno o el que herede sea otra vez sin tener una oposición como le sucedió en sus primeros tres años de gobierno, entonces está usando este factor de cohesión buscando un enemigo común y que mejor que los Estados Unidos adueñándose del sector energético.

A mi no me extrañaría que el 16 de septiembre incite a una votación a mano alzada para decir que está cumpliendo la voluntad del pueblo. Sabemos como actúa, está llevando todo a un terreno que conoce muy bien que es meramente electoral y político, so pena de desconocer un tratado, creo que no va a llegar a tanto porque sería desastroso para el país y le estaría heredando al próximo gobierno, sea del color que fuera, un problema realmente grave en un contexto económico muy complicado.

Hoy se acepta que en 2023 las posibilidades de una recesión son muy altas y esto se vería recrudecido con un panel o con un conflicto en el Tratado, que no sería bajo ningún concepto para México, pero sí sería bueno políticamente fijar el discurso: necesito nuevamente tener una mayoría abrumadora en la Cámara de Diputados para rescatar a nuestro sector energético, esto es reeditar su visión de su reforma eléctrica cuando quiso modificar la Constitución, algo que no pudo por no tener la mayoría y no ha quitado el dedo del renglón y lo está utilizando como un factor de cohesión, es decir, no tiene una lógica ni jurídica ni comercial, es una lógica meramente política y por eso escogió el 16 de septiembre para dar su respuesta, sabemos que será una feria de arengas contra el neoliberalismo internacional, contra la voracidad internacional, ya hemos escuchado este discurso y no nos debe extrañar que tome una decisión a mano alzada, que diga que vamos a hacer la voluntad del pueblo, ya lo conocemos y que este elemento lo utilice como lema de campaña para las elecciones presidenciales y para la Cámara de Diputados en 2024.

Lo que debería estar haciendo en estos momentos la oposición es, precisamente, contrarrestar este discurso con una campaña territorial informando veraz y objetivamente de lo que está en conflicto y lo que no, el va a desvirtuar esto con medias verdades señalando la pérdida de soberanía energética en este país, pero qué es más soberano, tener empresas en tu país reguladas por leyes mexicanos, con trabajadores mexicanos que ocupen insumos mexicanos o comprar una refinería en Texas que está sujeta a leyes estadounidenses, que está operada por extranjeros y que, además, recibe petróleo holandés.

Me parece que la soberanía no radica quien sea el dueño del capital, sino que el Estado lo pueda regular, como lo ha hecho hasta ahorita y como lo marcan las leyes mexicanas y los acuerdos del propio T-MEC.

Sería un grave error destruirlo o buscar salir del mismo, pero es un excelente discurso desde el punto de vista político para darle cohesión a un movimiento que ha perdido fuerza, en particular en la Ciudad de México, mientras en el Estado de México las encuestas dicen que en una contienda contra una alianza será muy complicado.

Hay plumas que van a tratar de justificar o repetir los argumentos de lo que se dice en Palacio Nacional, incluso con el tema de que quien más se verá perjudicado por la cancelación del Tratado o por una guerra comercial será Estados Unidos, ¿qué sucederá realmente si se acaba el T-MEC?

En un conflicto comercial, en el caso de que llegáramos a tener una ruptura o una serie de sanciones, vamos a decir pueden perder los tres países, es cierto, pero va a perder más México porque el 84 por ciento de nuestras exportaciones están dirigidas a Estados Unidos y Canadá; la industria automotriz, por ejemplo, en México depende de las exportaciones a Estados Unidos y esto genera empleos para muchas personas.

Efectivamente, mandamos muchas cosas a Estados Unidos, alimentos por ejemplo, y somos su tercer socio comercial, esto haría que la Unión Americana batallara, pero lo vamos a hacer más nosotros porque de nuestro PIB casi el 30 por ciento depende del sector exportador y del comercio con los Estados Unidos.

También vamos a tener una mayor migración, que van a sufrir, y México no tiene diversificadas sus exportaciones. Si de algo se encargó el presidente actual fue en acabar con Proméxico que se encargaba de diversificar las exportaciones.

Hoy, nuestro mercado enfrenta un contexto mundial sumamente complicado como lo va a ser el 2023 y el 2024, entonces estaría heredando a la siguiente administración un problema muy grave.

Sí, todo mundo saldría dañado, pero México sería el más dañado, las estimaciones indican que el costo de esto sería de 30 mil millones de dólares tan sólo en el impacto directo, con los empleos que esto implica y con toda la pérdida de competitividad que tendríamos.

Es cierto que en una guerra comercial todo mundo sale lastimado y México lo estaría más porque venimos de una crisis económica por la pandemia y por cosas que dejó hacer el gobierno, que ha creado más pobreza, desigualdad y desempleo.

Evidentemente, quienes saldríamos más dañados seríamos nosotros.

El presidente dice que se defiende la soberanía, pero no dice nada de los desacuerdos por favorecer a la CFE.

Precisamente, no estamos hablando de un tema de soberanía, el país no la ha perdido porque sigue teniendo el control de su sector energético. Es muy diferente el tema del petróleo al de electricidad, el petróleo es un recurso natural y la electricidad depende de quien la genere, son dos cosas que se están confundiendo.

La soberanía energética no radica en que CFE o Pemex sean los únicos que actúan en el mercado, la soberanía radica en que la gente, la industria tenga acceso a energía limpia, económica y eficaz, en esto radica la soberanía.

Hoy la soberanía energética de México no está en juego, el presidente ha manejado mentirosamente el tema.

@AReyesVigueras