López Obrador y Claudia Sheinbaum son dos tiranos en caída. Las encuestas muestran el derrumbe de ambos gobiernos. Son dos gotas de agua, -ella copia de él, -desesperados por evitar un trágico final.

El presidente ya no sabe qué inventar para impedir que su “corcholata” favorita se convierta en un paria electoral. Todos los días intenta darle respiración de boca a boca.

La última ocurrencia fue hacer una “mañanera” en las oficinas de Sheinbaum para informar que la presencia de la Guardia Nacional en el Metro ha sido todo un éxito.

Se intenta ocultar que la militarización del Metro es uno de los peores errores políticos cometidos por la Jefa de Gobierno y por el mismo presidente.

Han lanzado una campaña para hacer creer que los trágicos accidentes en el tren subterráneo son consecuencia de sabotajes provocados por los enemigos del régimen.

Es decir, la señora Sheinbaum militarizó el Metro para esconder lo evidente: que la falta de mantenimiento, por el desvío de recursos, ha convertido el trasporte de los pobres en una trampa mortal.

El presidente y la Jefa de Gobierno son los responsables políticos directos de los muertos en la Línea 12 y en la Línea 3. Ellos son los que decidieron reducir el presupuesto del Metro y utilizar el dinero de los usuarios en la compra de clientelas políticas.

Ambos en complicidad intentan ahora “lavarse las manos”. Montan un teatro con 6 mil elementos de la Guardia Nacional para decir que alguien quiere dañar la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República.

Que la víctima es ella, no los usuarios. Ni la vida, ni la seguridad de los 5 millones diarios de pasajeros vale tanto –para el gobierno– como el futuro electoral de #EsClaudia.

El abandono del Metro representa el abandono de la base electoral de Morena. La chatarrización del trasporte público más popular demuestra que al régimen poco le importan los pobres. Por eso el presidente está metido de lleno en el control de daños. Quiere evitar que sus electores culpen a su partido de haber convertido al Metro en un viaje sin retorno.

La presencia de la Guardia Nacional pone bigotes y botas a la Jefe de Gobierno. La hace ver como una staliniana que inventa complots para reprimir libertades. Los pasajeros del Metro no sienten que su vida esté más segura con militares a bordo de los vagones. Más bien se sienten intimidados, agredidos en su privacidad cuando los soldados les toman videos.

Podrán ser pobres, pero no son tontos. Saben que eso no va a evitar que los trenes choquen o los vagones caigan al vacío. Tienen miedo. Son testigos y víctima del proceso de deterioro, de la incuria, del mal trato, de la saturación.

¿Dónde está el dinero del Metro, Claudia? ¿En qué lo usan tú y el presidente? Las encuestas dejan ver que la popularidad de la Jefa de Gobierno va en picada. Por eso el Presidente hace intentos desesperados por levantarla.

Sheinbaum podrá llegar a ser candidata, pero no presidenta. No le ha dado nada a la Ciudad de México, salvo muertos y más pobres.

 

@PagesBeatriz

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