Dejaron el frío con el que se iniciaron

Por Teodoro Barajas Rodríguez

Hace tiempo, las campañas políticas se han transformado en cadenas de imputaciones graves, acusaciones sin pruebas que solo generan confusión y Michoacán no es la excepción porque hace días se pretende vincular a candidatos con el crimen organizado.

Si tal presunción es realidad, entonces el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, quien ha dicho que algunos candidatos del PRI están vinculados con el narco, debe presentar las pruebas que acrediten sus dichos, que ponga nombres y apellidos para encaminarse a la Procuraduría General de la República quien por mandato legal investiga los delitos del fuero federal.

El PRD está abajo en las encuestas, particularmente su abanderado por la gubernatura Silvano Aureoles Conejo, incluso este lunes 19 de septiembre el diario Reforma sitúa al priísta Fausto Vallejo Figueroa con 37 puntos, seguido del perredista con 34 y Luisa María Calderón con 29.

Jesús Zambrano, conspicuo miembro de la corriente Nueva Izquierda que suele ser una expresión pragmática encargada de promover a ex priístas como candidatos por el Sol Azteca, anunció que en unos días más presentará en la Cámara de Diputados las pruebas de las imputaciones realizadas, además de documentar presuntos desvíos del gobierno federal a favor de Luisa María Calderón y de gobiernos municipales a favor del PRI.

Lo cierto es que las campañas en Michoacán comienzan a dejar el frío con el que se iniciaron, lo patético es que ha sido el PRD el instituto que se ha dedicado a cuestionar, reprobar e insultar a los candidatos de las otras expresiones, parece un retroceso a sus años fundacionales, solo que en ese entonces las circunstancias fueron otras.

Silvano Aureoles ha llamado dinosaurio a Fausto Vallejo y ha pedido a la panista Luisa María Calderón que se retire de la contienda, sus propuestas quedan sepultadas bajo el alud de pronunciamientos rijosos.

Los electores, en  gran cantidad, están hartos de la política porque la asocian con los conflictos, el engaño y la demagogia; si los propios actores inmersos en ella participan para provocar mayor desprestigio entonces cómo pedir el voto si de entrada desmotivan.

La actividad política vinculada por antonomasia con la cosa pública es de capital importancia, por ello los antiguos griegos le daban un estatus superlativo, en aquellos tiempos en que se forjó la antropología occidental se les llamaba idiotas a quienes no se involucraban en ello.

Insisto en que los candidatos a la gubernatura tienen una alta responsabilidad al igual que sus cúpulas partidistas en Michoacán para evitar el despeñadero, la guerra sucia, la proliferación de rumores mal intencionados que no pueden tener una buena ruta.

Nuestro país es uno en el que los rumores se pueden sembrar con suma facilidad, digamos que se trata de un divertimento costumbrista, se forjan mitos que son arrancados de la picardía o la mala leche.

Por los tiempos que nos han alcanzado requerimos otro nivel que se debe escalar a golpe de ciudadanía, porque los procesos electorales son fuente de legitimidad de los gobiernos,  porque son la forma legal para dirimir y disputar lo político en las modernas sociedades de masas.