Cómo andar en bicicleta

Por   Marco Antonio Aguilar Cortés

Albert Einstein, en carta dirigida a su hijo Eduard con fecha 5 de febrero de 1930, le señala como consejo paterno: “La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio debes seguir hacia adelante sin parar”. Este consejo trasciende más allá de la física, y puede implicar todos los aspectos de la vida social, lo mismo el área política como la conducta ética.

Dentro de la trascendencia del anterior consejo, en el debate o fuera del debate, en la ciudad o en el campo, en Michoacán o fuera de él, la más segura en el pedaleo es Luisa María Calderón Hinojosa, candidata del PAN a la gubernatura de nuestra entidad federativa.

Segura por las protecciones y recursos a su alcance, y esto la conduce a tener desplantes de seguridad en su decir y en su hacer, aunque su expresión y su conducta sean equívocas. Y esto genera, desde ahora, peligros para Michoacán, en todos los aspectos de la vida, que son, al decir de Einstein, como andar en bicicleta.

Pero… ¿Cuánto le durará la protección del Estado Mayor Presidencial a su derredor?, ¿por cuánto tiempo podrá disponer de recursos federales?, ¿hasta cuándo dejará de tener acceso a la información privilegiada de la Presidencia de la República?, ¿a partir de qué día los altos funcionarios federales ya no le harán caso?, ¿en qué momento desaparecerá de su patrimonio personal ese elemento ajeno y objetivo que le sirve de base y sustento para sus desplantes seguros?
El sexenio de su hermano, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, concluye el último día de noviembre del año 2012; y sea quien sea la persona que lo sustituya como titular del Ejecutivo federal, el encanto del poder para esa familia Calderón Hinojosa y ese grupo llegará a su fin.

Cada seis años se repite, con algunas variaciones, el ritual emblemático de “el Rey ha muerto; viva el Rey”. Este decir tiene un hálito francés, pero no dista mucho de lo que en México se manifiesta al respecto: No hay mal que dure seis años, ni pueblo que lo resista.

Pero expresiones populares aparte, la visión inicial que los michoacanos en su mayoría tuvimos cuando nos enteramos de que el presidente Felipe y su hermana Luisa María habían decidido que ésta fuera gobernadora de Michoacán fue de rechazo contundente.

No es posible que con tan mal gobierno federal se imponga el nepotismo, se oía por dondequiera. El Estado Mayor Presidencial al rededor de la hermana le espantará a los electores. Nunca ha hecho una campaña electoral propia, se decía, siempre ha sido de las plurinominales.

Jamás ha tenido cargo de responsabilidad en la administración, manifestaban no pocos, y no sabe nada al respecto. Es inaudito que se embarquen el presidente Calderón y su hermana en una campaña en la que irremediablemente perderán. Si ganara Luisa María, pésimo para los dos; y si pierde, peor para ambos.

Durante esta campaña hemos visto los michoacanos que no sólo los guardias presidenciales están en acción a favor de la Cocoa, también el presupuesto federal trabaja arduamente en esa misma tarea, y los funcionarios públicos del Ejecutivo federal, tan malos para administrar, han venido a hacer una grilla estruendosa.

Están aquí, pagados con recursos federales, estrategas extranjeros en todas las tareas político electorales para favorecer a la hermana del señor presidente. El proyecto Cocoa, con referencia a Michoacán, es el más dispendioso y exorbitante de todo el sexenio calderonista. La prioridad del presidente de la República, del PAN y de toda la mal llamada derecha mexicana, la que no tiene nada de derecha, porque es tan chueca como el otro extremo, está en que gane la gubernatura Luisa María, con todas las consecuencias que esto acarrearía, para ellos no importa cuáles sean ni de qué costo.

La polvareda confusa que no deja ver la realidad, provocada por tanta y tan costosa y superficial propaganda, llegará a su fin el 9 nueve de noviembre próximo, y entonces, los michoacanos tenemos que hacer que la tolvanera programada se asiente y se disuelva, para en esos momentos ver todos con mayor claridad que el mejor de los tres candidatos es quien no ha gastado tanto en publicidad, el que nos ha hablado con la verdad, expresando que debemos de partir de una auditoría externa al gobierno del estado, para saber en qué condiciones quedan nuestras posibilidades económicas.

Quien haya prometido que a su salida también hará una auditoría externa, a efecto de dejar cuantas claras, bajando cuando menos un poco el multimillonario adeudo en que nos tienen sumidos los dos gobiernos perredistas, el que ofrezca cosas que pueda cumplir en el lapso breve de 3 años 7 meses y 15 días, tiempo que durará la administración a elegir, el que sepa manejar la vida política como la bicicleta, hacia adelante y sin parar, con talento propio, y no con fuerza prestada del presidente que ya se va, ése será el próximo gobernador de Michoacán.

No lograrán el triunfo los que dependen, para todo, de los actuales recursos federales (PAN); o de los estatales (PRD); porque sin esa fuerza externa y ajena no son nada ni nadie, y pierden el equilibrio.