Ritual electivo
Teodoro Barajas Rodríguez
Este domingo, las elecciones en Michoacán atraerán la atención de propios y extraños. Con el ritual electivo en las urnas todo culmina, lo realizado y omitido en las campañas por muchas razones atípicas; se registraron hechos lamentables, cantidad impresionante de promesas, propuestas y también demagogia común.
No se impedirá ese ejercicio democrático pese a los que auguraban el desastre, a los que formulaban la tesis de una planilla unitaria argumentando como pretexto condiciones de inseguridad, si esa propuesta hubiese permeado se habría impuesto el autoritarismo, la verticalidad e intenciones no gratas. Para fortuna de los michoacanos podremos votar por quien nos plazca, es un derecho para ejercerlo.
Cuestionamientos, críticas y señalamientos incluso rijosos son naturales en una contienda, son componentes de cualquier proceso, no deben verse como improperios. Lo que sí es detestable es la calumnia, los golpes bajos de bucaneros, chicanadas de los irresponsables, propagar rumores de mal gusto a falta de razones para exponerlas públicamente.
El deseo de la gran mayoría de michoacanos es que la elección sea civilizada porque las tentaciones de sembrar violencia no caben en medio de un contexto salpicado de virulencia en grandes franjas del territorio nacional. La vocación democrática de los candidatos será calibrada este domingo, la responsabilidad de los dirigentes partidistas es alta para evitar desbordamientos que culminen en actos condenables y antidemocráticos.
Michoacán representa un paradigma político diferente al resto de México, el gobierno estatal es de extracción perredista, sólo que el PRI y el PAN tienen posibilidades de inscribir la alternancia en este proceso electoral. El tripartidismo es un hecho, aquí no hubo matrimonio por conveniencia entre derecha e izquierda, si es que aún cabe hacer esa identificación en la era de la posmodernidad y el transformismo político.
Este domingo 13 de noviembre espero que sí haya una adecuada coordinación institucional entre los gobiernos de los diferentes niveles y dejen arrumbado su ya proverbial encono para supeditarse al interés público, a las necesidades de seguridad para abonar certidumbre.
Cada uno de los partidos políticos acentuaron sus cierres de campaña, algunos con lo mejor de su nomenclatura, otros apostando a cantantes y grupos como gancho para convocar multitudes, cada cual mostrando el músculo en los días previos.
El voto es secreto, cada ciudadano que acuda a las urnas expresará su voluntad que siempre será respetable, Michoacán es una entidad politizada, génesis de movimientos revolucionarios, epicentro de tradiciones liberales que registra sus propia maduración.
Deseable es que no se registren este domingo actos deleznables como la compra de votos o el derroche para la movilización, los gobiernos federal y estatal no deben involucrarse en tales menesteres porque serían partícipes de una monumental incongruencia.
La mesa está puesta entonces para que este domingo por la noche tengamos las primeras cifras que anticipen el desenlace de una contienda cerrada, como se pronostica, en el que compiten un partido que es gobierno federal que aparece como derrotado para el próximo año, otro partido que gobierna el estado cuyas pugnas nacionales lo exhiben desmembrado y un candidato del PRI que busca el retorno a Palacio de Gobierno. Cada uno tiene su propia estrategia, sólo recordemos que nadie da lo que no tiene.
