Momento de sembrar porvenir

Teodoro Barajas Rodríguez

Los desastres pronosticados por los agoreros sensacionalistas no se cumplieron, Michoacán eligió gobernador, un nuevo diseño en el mapa político electoral se ha definido con el trazo del voto. La alternancia se ha manifestado en esta entidad, signo inherente a la normalidad democrática, acusaciones, imputaciones incluso temerarias  se han pronunciado.

El saldo es que el PRI retorna al poder. Otra nota es que un reducto trascendente en la historia del PRD ha cambiado de estafeta, lo cual agrega un tinte dramático para esa causa en otros tiempos tan loable y refrescante.

Mucho se dijo, se atacó, se propuso,  hubo quienes anticipadamente hacían cuentas alegres pero al final sólo uno es el vencedor y ahora corresponde trabajar en favor de Michoacán, efectuar una reingeniería porque los saldos negativos en nuestra entidad son ostensibles en materias como la seguridad y la educación. A todo esto qué dirán ahora algunas encuestadoras que pronosticaron un triunfo rotundo de Luis María Calderón Hinojosa, la verdad es otra y el resultado también.

Será un lapso recortado el periodo del próximo gobernador, apenas tres años siete meses y quince días, entonces no habrá tiempo que perder, el momento es ahora mismo.

Las elecciones se ganan con votos no con denostaciones, quienes son demócratas refrendarán su vocación, quienes sólo hicieron la finta se descubrirán.

Todos los partidos deben ser autocríticos porque no hay lugar para mezquindades ni regateos, la verdad es una: Michoacán eligió.

Fausto Vallejo Figueroa ganó por tres puntos porcentuales la contienda, su partido gana once diputaciones locales y un alto número de alcaldías, entre ellas Uruapan y Apatzingán, en otros tiempos fortalezas perredistas. El PAN reitera hegemonía en algunas regiones y el PRI registra un resurgimiento que va de la mano de una inercia favorable para su causa.

Aunque concurrió a las urnas más de 50 por ciento del electorado hubiese sido mejor una mayor participación, no obstante algo para resaltar es que no hubo incidentes graves como los falsarios oráculos del desastre lo anunciaban, sus fatídicas profecías sólo caben en su imaginación sensacionalista. Hace años como reportero de la fuente cubrí unas elecciones en Michoacán y una enviada de una agencia internacional me preguntaba insistentemente a qué hora comenzaría a desatarse la violencia porque ella había venido a eso, a testificar la barbarie, que por cierto nunca ocurrió. Los tiempos cambian.

Las imputaciones que hagan quienes perdieron la elección espero que sean responsables, acrediten sus dichos y acudan ante las instancias facultadas para ello de acuerdo con nuestro marco jurídico vigente, pero insisto, es imperativo respetar la voluntad popular, primer requisito para ser demócrata.

Fausto Vallejo habla de reconciliación porque más estridencias no serían benéficas, la polarización hasta cierto punto fue previsible en tiempos de campaña, ese lapso ya feneció y es momento de sembrar porvenir. La radicalización de protestas tampoco abonaría para construir civilidad. Silvano Aureoles Conejo no fue un mal candidato, ganó la elección interna del perredismo lo cual ya entraña un mérito ante las conocidas tribus de sus compañeros de partido, ahora es el candidato que ha dicho desconocer el resultado y pide la anulación del mismo. Más temprano que tarde salieron Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard para pedir a las izquierdas en Michoacán reconocer los resultados del domingo 13.

En cuanto al PAN podemos decir que si alguien hablaba de una nueva dinastía en Michoacán sencillamente erró en sus pronósticos.