Equívocos: amplio surtidor de ignorancia
Teodoro Barajas Rodríguez
Michocán.– Los equívocos manifestados en algunos políticos desatan los chascarrillos, las puyas cargadas de ironía y sarcasmo, al final, concluyen como anécdotas, de las cuales tenemos un amplio surtidor en nuestra historia reciente.
Lo anterior viene a cuento por el furcio de Enrique Peña Nieto a propósito de la Feria Internacional del Libro al confundir a Enrique Krauze con Carlos Fuentes, antagónicos, por cierto.
La silla del águila, celebrada obra de Carlos Fuentes que conduce al lector por los hilos del poder, los laberintos y encrucijadas entre las intrigas, una mezcla erótica, es en suma un retrato de esa insoportable levedad del ser.
Vicente Fox se lleva las palmas en cuanto al desconocimiento de libros, autores y efemérides. No fue extraño escucharle alguna vez al hablar con una mujer mayor quien le expresó al entonces mandatario que ella no sabía leer, a lo que el presidente la felicitó porque le dijo que entonces sería más feliz.
Vicente Fox seguro inspiraría odas a la ignorancia, a la frivolidad y al tedio. La incultura en muchos personajes políticos de nuestra historia reciente es ostentosa, simplemente escuchar la seguidilla de exabruptos en la Cámara de Diputados, algunos de esos representantes seguramente confundirían lo que es el verbo con el adverbio, ya no digamos que ignoran el pensamiento político clásico, porque eso salta a la vista.
Ernesto Cordero pretendió corregir a Peña Nieto, quien le lleva años luz en las encuestas, para concluir peor porque confundió autores, pero no sorprende toda vez que es patético en su decir, el precandidato panista fue el que nos dijo, convencido, que con seis mil pesos se vive feliz porque se tiene casa, auto y escuela de paga para los vástagos de muchas familias mexicanas.
La literatura no puede ni debe estar divorciada de la actividad política porque la cultura general es atributo, valor agregado que jamás será ocioso.
México es un país de pocos lectores como se ha evidenciado en diversos estudios, estamos rezagados si nos comparamos con Argentina, Chile, Brasil, ya no digamos con España o Francia. Las reformas educativas no se han traducido por afinar políticas públicas para motivar el hábito por la lectura; hubo en la historia mexicana del siglo XX dos personajes que diseñaron esquemas fructíferas en este renglón tan singular: José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet, otro personaje de reconocidos méritos intelectuales fue don Jesús Reyes Heroles, ya no hemos contado con personajes de esa visión. La letra no mata.
En otra razón de ideas Michoacán continúa en medio de un caos financiero, el gobierno godoyista que está en sus postrimerías se ha distinguido por su opacidad, no informa qué ha ocurrido con el destino de los préstamos millonarios que serán herencia trágica. La incertidumbre es segura para esta navidad en muchos proveedores del gobierno michoacano, incluso en empleados.
Muchos ya esperan el relevo gubernamental para modificar el estado de cosas, el tema financiero es prioridad para Fausto Vallejo Figueroa, no se trata de salir de cacería de brujas, simple y llanamente ordenar, transparentar para generar confianza para en su momento rendir cuentas.
Los mexicanos tenemos el derecho a saber qué ocurre con los dineros públicos que administran los sujetos obligados, en este caso el gobierno de Michoacán, no se trata de una concesión, simplemente es el cumplimiento de la ley máxima, así lo dispone la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
