La represión no fue para castigar a los que tiraron las murallas de acero. Fue para desacreditar una manifestación auténtica y espontánea que tiró de una vez por todas y para siempre la popularidad de la señora Presidenta.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo