Entre represión y coercitividad jurídica
Nadie quiere matar ni encarcelar estudiantes, sólo deseamos que estudien, y ajusten su conducta a derecho.
Nadie quiere matar ni encarcelar estudiantes, sólo deseamos que estudien, y ajusten su conducta a derecho.
Las majaderías personales serán un obstáculo insalvable para quien gobierne.
El mal hábito nuestro es culparlos de palabra y retóricamente.
Cuestiones de mayor importancia deben ser la causa de nuestro rechazo o de nuestra aceptación al momento de emitir nuestro sufragio.
Muchos medios masivos de comunicación dieron a conocer destacadamente este principio de búsqueda de votos como: “Arranca la «guerra» por la Presidencia”.
Los sismos han pegado en la economía, la política, la religión, la educación, la justicia y en todos los fenómenos de carácter social.
Quienes han salvado lo mejor de la educación en nuestro país son los maestros y los educandos.
Nuestro petróleo nos hace más dependientes de Estados Unidos, petrolizando insanamente nuestra economía.
Los intereses representados por el gobierno gringo han sido factor a la vista en los problemas electorales de México.
Vender petróleo, para comprar gasolina, es tan absurdo como vender jitomate para comprar jugo de esta verdura.
Unicamente el trabajo socialmente organizado genera capital, bienes y servicios.
Estimulemos a las autoridades honestas y capaces; repudiemos y castiguemos a los funcionarios incapaces y deshonestos.
Con todo y esas porquerías electorales, ningún panista, hasta el momento de escribir este artículo, ha pedido la nulidad de la elección interna del PAN.
Y… ¿los resultados prácticos?, o al menos, ¿cuál fue la conclusión o los aportes reales? ¡Nada! Todos los asistentes se van con las mismas preguntas, pues no ha habido respuestas.
Nuestros partidos políticos les han ocasionado daño, y la población mayoritaria de Cherán ha tenido el atinado juicio de rechazarlos.
Los acusadores piden castigo penal para el supuesto inculpado, pero también la reparación del daño cuantificada en millones de dólares.
Al parecer, sin vergüenza ni recato, recibieron instrucciones superiores para actuar fuera de la Constitución.
El eco de su admonición llegó hasta el Congreso Constituyente de 1916-1917, y fue, por ende, un pionero de las cuestiones sociales tan debatidas a principios del siglo XX.
Por la paz y la reconciliación en México podemos, debemos y queremos luchar todos, independientemente de creencias religiosas.
¿Cómo pueden ser capaces el PAN, su dirigente real y su líder formal, de tamaña afrenta?