Entrevista a Rosa Aurora Freijanes/Esposa de Fernando González

Irma Ortiz

A unos días de cumplirse 14 años del encarcelamiento en Estados Unidos de los Cinco Héroes Cubanos, sus familiares se han enfrascado en una lucha permanente porque se les haga justicia y sobre todo que no se olvide el porqué de su movimiento.

Con expresiones de solidaridad recogidas en todo el mundo, los familiares de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González demandan acciones concretas para que éstos puedan regresar a su país. Sin embargo, la obstaculización a sus procesos judiciales donde el peso de la derecha anticubana en Miami se hace sentir y donde es patente la doble moral del gobierno estadounidense en materia de terrorismo, ha convertido la lucha por su liberación en una tarea titánica.

Rosa Aurora Freijanes, esposa de Fernando González, uno de los Cinco Héroes Cubanos está de visita en México y habla a Siempre! sobre la situación que viven.

 

Cuba condenó el 11/S

¿Quiénes son los Cinco Héroes Cubanos?

Los Héroes Cubanos son cinco hombres que en la década de los noventa decidieron posponer aspiraciones personales y sueños para un bien mayor para mi pueblo. Cuba ha sufrido el accionar de los grupos terroristas que desde Miami operan contra mi país desde el mismo inicio de la Revolución. Desgraciadamente, son 3 mil 478 personas que han perdido la vida, lo que equivale a igual número de familias que lamentan hoy la pérdida de un ser querido y 2 mil 99 lesionados.

Cuba tuvo que defenderse y la forma que encontró fue monitorear a estos grupos terroristas para saber dónde, cuándo y cómo se iban a realizar estas acciones, por eso esos cinco hombres fueron capaces de renunciar aspiraciones personales por el bien mayor de salvar vidas en Cuba.

Arriesgarse para salvar vidas en Cuba, para dar información al gobierno cubano de qué se preparaba y poder detener y evitar esas acciones, en total fueron capaces de evitar 77 acciones terroristas contra Cuba, dando información a tiempo.

Cuando se habla de terrorismo, se remite a hechos como los ocurridos el 11 de septiembre de 2001 con el ataque a las Torres Gemelas, en Nueva York, sin tomar en cuenta el papel desarrollado por Cuba en ese mismo tenor.

En el alegato de René, éste decía que se puede ser católico y buena persona; se puede ser musulmán, ser judío, ser comunista y ser buena persona, lo que no se puede ser es terrorista y buena persona.

La verdad es que hoy se habla del terrorismo del 11 de septiembre, donde Cuba fue una de las primeras naciones en condenar, incluso Fidel le dijo al gobierno de Estados Unidos que podían utilizar los aeropuertos cubanos porque estaban desviando el tráfico, que podían utilizarlos, que podíamos darle apoyo en medicinas, en sangre, lo que necesitaran para esas personas que habían sido víctimas de esas acciones.

Cuba lamenta la muerte de esas personas, pero no es coherente el gobierno de Estados Unidos cuando dice luchar contra el terrorismo y permite que esas personas, en el sur de la Florida continúen organizando acciones, que vayan a los medios de prensa a incitar la violencia contra nuestro país. Tanto valor tiene la vida de un ciudadano en Cuba o en cualquier lugar del mundo, el mismo que tiene un ser humano en Cuba y tenemos que protegernos.

Esa es la lucha contra el terrorismo, no es invadiendo otro lugar, es buscando esa información. Cuánto honor hubiera recibido alguien del gobierno de Estados Unidos, que hubiera dado la información adecuada y a tiempo de que esas cosas iban a suceder. Mientras los Cinco monitoreaban esas acciones terroristas, en el sur de la Florida precisamente se entrenaban pilotos que fueron en esos aviones. El gobierno de Estados Unidos monitoreaba a los Cinco y no a esas personas.

Hoy vemos la total protección a Luis Posadas Carriles, acusado de ser autor intelectual de atentados contra aviones cubanos o a otro terrorista como Orlando Bosh. ¿Qué significa para una familia que ha sacrificado tanto que ellos estén libres y sin problemas? 

Es muy doloroso para nosotros que hemos compartido con familiares de las víctimas de las acciones terroristas que llevan años clamando por justicia para sus familiares, ver la farsa que fue el juicio a Posadas Carriles, apenas acusado de mentiroso por las autoridades de Estados Unidos, cuado ellos tenían suficiente información para acusarlo de lo que realmente es un terrorista, un hombre capaz de poner una bomba en un avión civil además de otras miles de acciones que organizó. El hombre que pagó y entrenó para que un ciudadano salvadoreño fuera a Cuba, pusiera bombas, donde perdió la vida un turista italiano y que ese hombre ahora esté impune y vaya a los medios y diga que sigan las acciones violentas contra Cuba. Es muy doloroso escuchar semejante cosa y ver que no hay respuesta, que no se toman acciones contra esos grupos que siguen activos contra Cuba.

Situación legal de los Cinco

¿Cuál es hoy la situación legal que guarda su esposo?

Mi esposo, Fernando González, cumple una condena de 17 años y 9 meses, realmente a él le quedan dos años y 20 meses para cumplir su sentencia. El debe salir en febrero de 2014, y como es ciudadano cubano va a salir de esta prisión para una prisión de inmigración y ahí se le hará un proceso de deportación para Cuba.

Sin embargo, dos de los Cinco —Antonio Guerrero y René González— son ciudadanos norteamericanos por nacimiento y por lo tanto les han puesto una condena adicional de libertad supervisada. Esta libertad es para las personas que se van a reinsertar en la sociedad en la que viven y no es el caso ni de René ni de Antonio, porque la sociedad a la que pertenecen está en Cuba, e igual que su familia, entonces sería un castigo adicional no permitirles regresar que es lo que están haciendo.

René cumplió hasta el último día de su sentencia en prisión y hoy tiene que permanecer tres años más en Estados Unidos cuando sus padres, que son ancianos, viven en Cuba; su esposa e hijos viven en Cuba. A su esposa no se le permite viajar a Estados Unidos porque está deportada, igual que a la esposa de Gerardo que no le otorgan visa.

Gerardo está condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años; Ramón a 30 años, que los cumpliría en 2024; son muchos años, hablamos de muchas luchas para concientizar a hombres y mujeres alrededor del mundo. Recuerdo una frase de Gerardo en un momento en que batallábamos por llevar el caso a la Corte Suprema, y dijo: “la justicia y la libertad me la van a dar un jurado de millones de hombres y mujeres que se sumen a la lucha, y a eso apelamos, por eso hoy estoy aquí con ustedes”.

¿Cómo ha sido el trato de la justicia norteamericana?

Bastante cruel, inmediatamente de que fueron detenidos, los llevaron a aislamiento solitario, a celdas de castigo, en el sistema penal norteamericano existen las celdas de castigo para el preso que tiene un mal comportamiento en un momento determinado y, por supuesto, lo castigan, llevándolo a ese aislamiento, no los tuvieron con la población penal, fueron detenidos y llevaron esa condición 17 meses.

Posteriormente, a lo largo de todos estos años, en distintos momentos, los han llevado sin haber cometido ni una sola indisciplina, sino como un castigo adicional con diferentes pretextos.

En 2003, cuando se preparaba el ataque a Irak, fueron llevados a celdas de castigo, en algo que no tenía absolutamente nada que ver con ellos, y les dijeron que podían estar en esa celda por tiempo indeterminado, podía ser un año o el tiempo que determinaran, y hubo mucho clamor y reclamo internacional.

Luego de 59 días los llevaron nuevamente a la población penal, pero hay situaciones muy difíciles como es el hecho de no permitirle ni a Gerardo ni a René la visita de sus esposas. Son tratos crueles e inhumanos que no están recogidos en ninguna legislación, que incluso las leyes de tratamiento de reglas mínimas al tratamiento de un recluso dicen que el castigo no puede trascender a la familia. Usted está preso por un delito, supuesto o no, que usted cometió, pero su familia no y no se puede interrumpir el vínculo familiar.

Ya el castigo es que estés preso, pero el castigo no puede ser que no puedas recibir a tu familia; que tu familia no pueda transmitir el apoyo y el amor en un momento dado, en una visita. Sin embargo, a ellos dos, se les ha privado de esa posibilidad con relación a sus esposas. Al resto de los familiares nos dan visa que aproximadamente se comporta una vez al año, es poco pero es algo, pero a ellos dos ni siquiera eso, es un tratamiento muy cruel.

Ha sido una vida que, le digo, en sentido personal, muy difícil y dolorosa. Empiezo por los padres y las madres, personas muy ancianas y que sacan la cuenta no sólo de los días que les quedan en prisión a sus hijos, sino los días de vida que les quedan a ellos para disfrutar de la libertad de sus hijos.

Desgraciadamente, la madre de Gerardo falleció hace dos años y no tuvo ni siquiera el alivio de tener a su hijo en libertad en Cuba, y desgraciadamente hacía cuatro años que no lo podría visitar. Son cosas que duelen mucho, la mamá de Gerardo se enfermó de Alzheimer, perdió su mente; Gerardo la llamaba por teléfono y le decía a la hermana que, “por favor, ponla al teléfono que aunque ella no sepa lo que le estoy diciendo y no sepa con quién está hablando, yo sí necesito hablar”, y entonces le ponían el teléfono y ella hablaba y eso para ella era algo porque le estaba transmitiendo su amor, su cariño, pero ella no podía recibirlo porque su mente estaba ida.

Los hijos han crecido sin ellos; la hija más pequeña de René tenía 13 meses de nacida el último día que lo vio; como a Olga la deportaron para Cuba, ella no podía viajar para llevar a la niña y tuvo que esperar a que su hija tuviera 8 años para poder conocer a su papá. Digo “conocerlo” porque si la última vez que viste a tu papá tenías 13 meses, no sabes quién es ese hombre que tienes delante.

Los cubanos somos querendones, cargamos a los hijos, aunque sean grandísimos, los abrazamos y besamos constantemente. Ellos ya no pueden cargar a sus hijas porque ya son grandes, la más pequeña tiene 14 años y la más pequeña de Ramón tiene 15 y solo se pueden ver una vez al año. Aman mucho a sus padres, pero desgraciadamente sólo los pueden ver en esos momentos.

Con el padre y la madre uno comparte todas las cosas buenas y malas que le pasan en la vida y el padre también está ahí para trazar el camino y decirte te estás equivocando, ese no es el camino y ellos tienen que hacerlo a la distancia, con una carta, con una llamada telefónica. Es muy duro y para nosotras ha sido también muy difícil, pero los amamos y respetamos mucho y los admiramos mucho.

Más allá del dolor de esta separación, está por encima de todo el amor que sentimos por ellos y el deseo de tenerlos pronto en casa y la lucha y vamos a seguir y cada día, nos levantamos con la angustia de no haber hecho lo suficiente, con la necesidad de hacer más para que estén junto a nosotros.

Duele, pero uno también siente orgullo y le da gracias a la vida de haber podido compartir la vida con ellos y qué bueno que me escogió, qué bueno que tengo el marido que tengo. Ha valido la pena todo lo que hemos vivido, las luchas políticas son largas y éste es un caso político y vale la pena.

Vale la pena porque soy optimista y sé que al final la justicia va a prevalecer y la victoria va a ser nuestra y los vamos a tener en casa. Ha valido la pena también porque hemos conocido personas muy buenas, personas que se han unido y han puesto alma, corazón y mente para ayudarnos.

Tenemos que agradecer muchísima solidaridad, que hemos recibido en diferentes lugares del mundo y mucho que agradecer a nuestro pueblo que ha estado junto a nosotros, lo mismo que al gobierno de Cuba, que se sumó a esta lucha desde el principio.

Lavar la cara de la justicia

Con el arribo de Barack Obama al gobierno de Estados Unidos se esperaban cambios en la materia.

Obama tiene la posibilidad que le da la Constitución de Estados Unidos de firmar una amnistía para los Cinco y nosotros llevamos paralela a esta campaña, la lucha porque firme la amnistía, que los devuelva a Cuba, que sea coherente con ese discurso de lucha contra el terrorismo y reconozca que tiene presos a cinco antiterroristas, y que la manera un poco de lavar la cara de la justicia norteamericana precisamente es corrigiendo todos los errores que han cometido en el caso de los Cinco tanto jurídicos, como políticos.

José Martí dijo que la justicia que se demora se vuelve contra sí misma y creo que en 14 años ya la justicia se ha vuelto contra la justicia norteamericana. Es el momento de lavarle la cara y de hacer una acción que de verdad le diga al mundo que es verdad que están luchando contra el terrorismo, que pongan en libertad a nuestros luchadores antiterroristas cubanos.