La iniciativa apunta a proteger animales que no solo están amenazados de extinción, sino que además presentan características evolutivas y genéticas únicas, desde que nació el programa se han puesto en marcha proyectos de conservación específicos para 40 de esas especies.

El mapa aparece publicado en la revista PLOS (Public Library of Science), y para público general estará disponible en www.edgeofexistence.org. El instrumento revela que las áreas prioritarias de conservación para los mamíferos y los anfibios son diferentes, lo que , según los autores de la revisión, refleja variadas historias evolutivas y las amenazas que enfrentan los dos grupos.

Para los mamíferos, por ejemplo, los esfuerzo de manejo están más enfocados en el sudeste de Asia, el sur de África y Madagascar, en este última isla destacan tres especies de Lemur.

El gran lémur del bambú, por ejemplo, es uno de los pocos mamíferos especializados en comer vegetal, es un animal tan escaso o que fue recién descubierto en 1870 y se creía extinto hacia 1920, pero volvió a ser detectado en 1972.

En caso de los anfibios las áreas prioritarias de conservación se concentran en América Central y del Sur, incluyendo las dos especies chilenas. Para el zoólogo y herpetológo de la u. Católica , Ándres Charrier, “esto es una llamado de alerta no solo sobre las especies, sino del estado de conservación general de los anfibios y del bosque”

“Estas áreas destacadas deben ser prioridades mundiales de conservación, ya que contienen especies que no solo están amenazadas, sino también son únicas en la forma de mirar su entorno, vivir y comportarse”, enfatiza Jonathan Baille, director de conservación de la ZSL.

“Estos nuevos mapas informarán el desarrollo del trabajo a gran escala para ayudar a asegurar el futuro de algunas de las especies más notables de la Tierra”, añadió.