El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, lo ha negado, e incluso se ha exhibido como un político desinformado o ignorado. Sin embargo, la sacudida que ha recibido ha sido más grande por tratar de ocultar lo que ya sus mismos ciudadanos saben y lo que las autoridades de seguridad conocen.

Ha transcurrido un mes desde que se dieron a conocer los acuerdos entre los cárteles de los Beltrán Leyva y Los Caballeros Templarios, que trabajan en conjunto para hacer de Querétaro un estado con algunas peculiaridades que lo distingue de otras entidades.

Fuentes de inteligencia y seguridad explicaron que Querétaro es un estado con una peculiaridad, en el que los acuerdos entre ambos cárteles para operar juntos mantienen a esta entidad con un índice abajo del uno por ciento en referencia a la media nacional, “porque no quieren que se les caliente la plaza”. Es pues su paraíso.

Querétaro es uno de las siete entidades en las que no existe el predominio absoluto de un solo cartel del narcotráfico, pero que tiene presencia de los grupos criminales de Los Caballeros Templarios y de la Organización Beltrán-Leyva, advierte el último informe del Departamento de Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA por su sigla en inglés).

En ese sentido, el mandatario queretano no ha tenido la pericia de echar un vistazo a la página de la DEA y sus funcionarios no lo ayudan; otra vez, o ignora o es ignorado, porque no puede salir a decir que “no conoce esa información”. Tal vez no hablan inglés.

Al ser el principal paraíso comercial, Querétaro representa un refugio y centro de operación importante para estos dos cárteles, que en este caso no se disputan el territorio como en otras entidades donde son antagónicos.

“Esto ha mantenido al estado con el índice delictivo más bajo del país y con comportamientos criminales distintos a los del resto del país, al ser Querétaro una entidad ubicada también en un punto muy estratégico de la República Mexicana para poder llegar a otras rutas de dominio para el trasiego de drogas”, comentó la fuente de seguridad consultada.

Mientras, el mapa desclasificado de la DEA sobre la presencia de los cárteles de la droga en México, indica que Querétaro se encuentra rodeado de cuatro de los más poderosos cárteles en sus colindancias con los estados de San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán y Estado de México.

Por ejemplo: al norte colinda con una franja del estado de San Luis Potosí, donde de acuerdo a la oficina antidrogas de EE.UU., el Cartel del Golfo es el que mantiene el control absoluto.

Al sur de Querétaro está el Estado de México, en donde se disputan el territorio La Familia Michoacana -en una parte de la franja fronteriza- y en la otra La Organización de los Beltrán-Leyva, por lo cual se ha convertido en la colindancia más peligrosa, junto con la de Guanajuato hacia el noroeste, debido al control de Los Zetas, uno de los grupos criminales considerados de los más violentos del país.

Aunque en Michoacán Los Caballeros Templarios y el Cartel Jalisco Nueva Generación se pelean el dominio del estado, justamente en la franja colindante de esta entidad con el estado de Querétaro, el control lo ha mantenido durante años La Familia Michoacana.

No obstante, de acuerdo a los informes de seguridad y análisis, los presuntos acuerdos entre los Beltrán Leyva y los Templarios han impedido que otras células criminales ingresen y se apoderen de Querétaro.

Aun así,  las fuentes de seguridad explicaron que han detectado que las bandas de secuestradores, de asaltantes con violencia y dedicadas al robo de automóviles que ya operan en algunas regiones de Querétaro, son conformadas por exintegrantes de carteles que han sido debilitados en sus operaciones, principalmente de los estados de Hidalgo, Michoacán y Estado de México, por la lucha antinarco.

Explicaron que si bien se pudiera hablar de un efecto “cucaracha”, aún se investiga porqué líderes criminales se han refugiado en los últimos años en zonas residenciales de Querétaro al sentir tras ellos los pasos de la justicia.

Las alertas de que Querétaro se había convertido en refugio de líderes criminales se activaron cuando tras 11 meses de labores de inteligencia y seguimiento, en octubre de 2009 las fuerzas federales lograron en San Miguel de Allende, Guanajuato, la captura de  Héctor Beltrán Leyva.

“El H”, líder del Cártel de los Beltrán-Leyva vivía en la ciudad de Querétaro, donde se hacía pasar como empresario.

Tres años después del reacomodo de cárteles, elementos de la Policía Federal detuvieron en octubre de 2012 en Querétaro a Elmy Noé Hermosillo Trujillo “El Potrillo”, quien coordinaba acciones delictivas de La Línea, principal brazo armado del Cártel de Juárez, y que encabezaba las operaciones financieras de la organización.

Elmy Noé Hermosillo Trujillo “El Potrillo”.

Elmy Noé Hermosillo Trujillo “El Potrillo”.

Ese mismo año, la Secretaría de Seguridad Ciudadana detuvo a ocho integrantes de Los Caballeros Templarios, luego de secuestrar a un reconocido empresario.

Los implicados fueron detenidos sobre la carretera Amealco-Aculco y durante el operativo también se les aseguró un arsenal, vehículos con reporte de robo y equipo de comunicación.

Meses después tres personas que confesaron ser integrantes del mismo grupo criminal fueron detenidos en el municipio de Corregidora mientras pretendían colgar una narcomanta con mensajes dirigidos a Los Zetas, a quienes habían desplazado en el año 2011.

El entonces procurador de Querétaro, Arsenio Durán Becerra, confirmó la captura y señaló que de los tres detenidos, dos eran originarios de Michoacán y uno más del estado vecino de Guanajuato donde meses antes de desempeñaba como elemento de la Policía Ministerial.

Empero, los focos se volvieron a encender cuando el primero de abril del año 2014 fuera abatido a tiros uno de los principales líderes de LCT, Enrique “Kike” Plancarte, tras lidiarse a balazos por varios minutos con elementos de la Marina-Armada de México en el municipio de Colón.

Tan sólo detrás de Servando Gómez Martínez “La Tuta”, “Kike” Plancarte se convirtió en el segundo hombre más poderoso de Los Caballeros Templarios tras la muerte en marzo de ese mismo año de Nazario Moreno “El Chayo”.

A principios de ese mismo 2014, la Policía Federal detuvo el 18 de febrero en Querétaro a Juan Reza Sánchez “El Nito”, responsable del manejo de recursos de procedencia ilícita de Los Caballeros Templarios y por quien la Procuraduría General de la República ofrecía una recompensa de hasta 5 millones de pesos por información que llevara a su captura.

El “Nito” inició sus actividades delictivas bajo el mando de José de Jesús Méndez Vargas y Nazario Moreno González, informó la Comisión Nacional de Seguridad en un comunicado emitido tras su captura.

“La detención de Juan Reza Sánchez se logró en seguimiento a los trabajos de inteligencia de la Policía Federal con apoyo del sistema Plataforma México, lo cual permitió identificar su desplazamiento en los estados de Jalisco y Tamaulipas hasta llegar a su localización y aseguramiento en Querétaro, en un operativo sin realizar un solo disparo”, detalló la CNSP. 

Templarios

 

OTROS CAPOS EN QUERÉTARO

  • En mayo de 2015 se conoció que bases de inteligencia de fuerzas federales ubicaron en el estado de Querétaro a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, principal líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, por lo que se desplegó un intenso operativo, sin que lograran su captura.
  • El 8 de noviembre de ese 2015 fue ubicado y detenido Martín Navarro Escutia “El Cebollón”, considerado como uno de los principales jefes de plaza en la estructura del CJNG en la zona colindante con Guanajuato. El Cebollón fue detenido en la colonia 10 de abril en la capital del estado, informó la procuraduría General de Justicia de Querétaro.
  • Días después, elementos de las Fuerzas federales detuvieron en Querétaro a Alejandro Castro Alfonso, presunto líder de la organización criminal “Los Zetas” en Veracruz , y considerado como uno de los 122 objetivos prioritarios del actual gobierno federal, informó entonces Renato Sales Heredia, comisionado nacional de Seguridad.

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