Hoy cumple 47 años Angélica Rivera y, el primer minuto de este martes, el presidente Enrique Peña Nieto felicitó a su pareja vía Facebook: “Feliz cumpleaños a mi muy amada esposa, quien ha estado conmigo en todos estos años de gran responsabilidad. Te amo, amor”. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para la primera dama. Aquí te presentamos algunas “sorpresitas” con las que ha lidiado la llamada “Gaviota”:

Casa Blanca

La famosa Casa Blanca de Angélica Rivera, ex actriz de Televisa, se dio a conocer a finales de 2014 luego de una investigación de Carmen Aristegui y su equipo. En la portada de la Revista Hola se encontraba la Primera Dama de México, pero lo que llamó la atención de la publicación no fue la imagen de la “Gaviota”, sino el lugar donde se encontraba: una casa valuada en 7 millones de dólares y que estaba a nombre de una empresa que logró contratos con el gobierno del Estado de México, cuando Enrique Peña Nieto era gobernador. Angélica afirmó que la casa era de ella y que la pagó con el sudor de su frente. El mes pasado, el presidente Peña Nieto reconoció como un error el tema de la Casa Blanca, e informó que Angélica Rivera regresó la posesión del inmueble.

Independencia de México

Para la celebración de la Independencia de México en septiembre de 2014, Angélica usó un vestido Óscar de la Renta, que tuvo un costo de 6 mil 290 dólares (alrededor de 83 mil pesos). Además lució para la ocasión un collar y aretes de diamantes.

Visita a Londres

En la visita oficial del presidente Enrique Peña Nieto a Gran Bretaña en marzo de 2015, el guardarropa de la Primera Dama y su hija Sofía Castro causó revuelo en las redes sociales, por su alto costo. De acuerdo con lo publicado por el diario Reforma, Angélica Rivera gastó 7 mil 800 dólares (más de 120 mil pesos) en vestidos para actos protocolarios. Por su parte, su hija Sofía Castro, utilizó un vestido Dolce & Gabbana valuado en 7 mil 274 dólares (114 mil 363 pesos), que resultó ser más caro que el que usó su mamá en la cena de gala con la realeza británica.

Gira por China

En su viaje oficial a China en noviembre de 2014, la Primera Dama fue señalada por haber llevado a su maquillista personal, el cual se dice cobra al menos 30 mil pesos por día y que por ese trabajo especial se estima cobró alrededor de 200 mil pesos. “China… allá voy”, anunció el maquillista Alfonso Waithsman, en sus cuentas de Twitter y Facebook.

Boda secreta

A pocos días de la llegada del Papa Francisco a México, el equipo de investigaciones de Aristegui Noticias reveló que la boda entre el Presidente de México, Enrique Peña Nieto y la Primera Dama, Angélica Rivera, se llevó a cabo de manera irregular, rompiendo varios de los reglamentos eclesiásticos de la Iglesia Católica. La boda se consideró como una farsa, arreglada por la Arquidiócesis Primada de México, encabezada por el Cardenal Norberto Rivera.

Beverly Hills

Angélica Rivera, sus hijas e hijastras recorrieron las tiendas más exclusivas del barrio de Beverly Hills, y gastaron miles de dólares en ropa y accesorios, según se ve en un video que publicó un programa de farándula. Rivera y sus acompañantes acudieron a las tiendas Dolce & Gabbana, Versace Collection, Prada y Tiffany, en abril de 2015.

 

Adiós a las Primeras Damas

A través de la historia de México, hubo mujeres importantes que han influido en la cultura, la moda, la música y la vida pública en general. Pese a que el trabajo de las primeras damas en cierta época fue fundamental –segunda mitad del siglo XX–, en muchas ocasiones se olvida la labor de estas mujeres que estuvieron muy cerca del poder presidencial.

En su libro “La suerte de la consorte”, Sara Sefchovich hace un recuento de 500 años de la historia de México a través de las primeras damas. Junto con la historia nacional, la socióloga relata historias personales en las que deja ver lo que su tiempo les permitió hacer y pensar. Relata cómo en los últimos años las circunstancias políticas y económicas del país han provocado que estemos ante el fin de la figura de la “primera dama”.

En entrevista para Siempre!, Sara Sefchovich afirma que el trabajo de la primera dama desapareció en México a finales de los 80 y principios de los 90, “cuando la crisis mexicana lleva al cambio del modelo que teníamos después de la Revolución a la entrada del neoliberalismo, con la globalización y el TLC, el trabajo que hacían esas señoras como la gran mamá nacional deja de existir, desaparece”.

“En ese momento, el Estado mexicano deja de ser –no completamente por que no se atreve a destruirlo del todo– el Estado paternalista que fue a partir de los años 50’s, porque ellas ya no tienen absolutamente ningún lugar en el nuevo esquema”.

Sin embargo, la historiadora resalta que, antes de ese cambio, las primeras damas dejaron una huella invaluable para el país como fundadoras del INPI lo que posteriormente fue el DIF, y que hoy en día –según Sefchovich– ante las circunstancias es un cascarón vacío que se ha dejado en el olvido.

“Anteriormente las señoras decidían lo que querían y el gobierno mexicano tenían todos los recursos del mundo, no tenían que pedirle permiso a nadie, no había leyes de transparencia. Si la esposa quería 500 millones pues se los daban, si quería formar un voluntariado y obligar a todas las esposas de los funcionarios y diplomáticos a colaborar, las podía forzar. Ahora ya no se puede nada de eso, afortunadamente, en el sentido de que ya no existe ese mando autoritario; pero desafortunadamente se acabó con un trabajo social importantísimo para México”.

La suerte de la consorte

El papel fundamental de las primeras damas

Sefchovich explica que, a lo largo del tiempo, las primeras damas únicamente han cumplido con dos funciones: el papel público y fundamental: atender el DIF nacional. “Con este papel se pretende que sean la gran madre, enfermera, es el mismo papel que hacen en su casa con su familia, pero a nivel de la nación”. Y la segunda: el cargo de acompañantes, “este es un papel que no sólo se usa en México, sino en todo el mundo. Se estila que la esposa del presidente esté parada a su lado y lo acompañe a una serie de actos oficiales”.

Afirma que en la manera en que se han desenvuelto cada una de las primeras damas siempre influyen dos aspectos: lo que está sucediendo en términos políticos y económicos, la acción de cada señora en particular.

Un recorrido histórico

Sefchovich destaca que la señora Eva Sámano de López Mateos tuvo una relevancia especial, ya que tuvo la posibilidad de construir instituciones – el INPI– “tienen que ver con el momento económico y político de la época de lo que llamamos en México el ‘milagro mexicano’. Antes de ella, también existieron algunas instituciones de mucho menor escala, la más importante se llamaba la gota de leche y que era de las señoras Portes Gil y Alemán, que le daban leche a muchos niños, pero ya como una institución más formal y con recursos del gobierno fue con la señora López Mateos”.

En relación a la señora Díaz Ordaz, indica que “como no quería que la señora López Mateos se quedara con todo el crédito de haber fundado el INPI –se llevaban de la patada– y como éramos muy ricos, el presidente le funda su propia institución, el Instituto Mexicano de Asistencia a la Niñez, IMAN, que es exactamente lo mismo que el INPI, desayunos escolares y empiezan a meterse en cuestiones de salud, de educación”.

“La señora Echeverría sigue con las mismas actividades, pero mete cosas muy mexicanas: artesanías, bailes y es la que funda y obliga a las esposas de todos los funcionarios hacer voluntariado; así, un día podían barrer las calles y entrenar parteras empíricas”.

“A la esposa de López Portillo le interesaba la música, por lo que agrega toda la cuestión de cultura. En 1977, crea el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Cuando entra De la Madrid se inicia el neoliberalismo y ahí se acaba el derroche de recursos que había. Como hay menos dinero, Paloma de la Madrid únicamente agrega a los viejitos, para que también los atienda esa institución”.

Comienza la decadencia del DIF

Sara Sefchovich reitera que es a partir del viraje de Miguel de la Madrid para dar paso al esquema neoliberal, cuando se presenta un cambio en las políticas de bienestar social, “las señoras ya no son las que deciden todo, ahora hay un director del DIF y aunque la primera dama forma parte de un Consejo Consultivo, ellas no son las que hacen las cosas. Todo eso se va cayendo, y cuando llega la señora Nilda Patricia Velasco de Zedillo, el DIF está muy venido a menos y a ella ya no le interesa”.

“La señora Martha Sahagún le da el golpe de gracia: toma la decisión de crear la fundación Vamos México, donde hace lo que le da la gana. Cuando quiere reparte techos de lámina y bicicletas, y cuando no quiere, no hace nada. Aunque en el DIF nombraron a Ana Teresa Arana –muy amiga de los Fox– se queda prácticamente sin recursos, ya no es el tiempo de la señora Echeverría que mandaba a hacer galletas nutritivas”.

Relata que Margarita Zavala no sigue trabajando con Vamos México, pero se encuentra a un DIF que es un cascarón vacío. “La señora de Calderón se preocupa por dos tipos de trabajo que tienen que ver con la políticas de su esposo: los niños que tienen adicciones, pues el combate principal de Calderón fue contra las drogas y los narcos. Por otra parte, apoya a las organizaciones que ayudan los niños migrantes no acompañados”.

La Gaviota

“Cuando llega la señora Angélica Rivera se sigue encontrando ese cascarón, además se tarda mucho en tomar posesión del DIF. Cuando asume el cargo hace un gran evento de nombramiento al que acuden artistas de Televisa y gente relacionados con ellos, sin gente de organizaciones civiles. Anuncia todas las maravillas que impulsará y luego de eso no vuelve a pasar nada”.

En opinión de Sara Sefchovich, Angélica Rivera no ha hecho absolutamente nada pese a momentos difíciles por los que ha pasado el país. “La señora Angélica ha tenido una actuación nula, por eso el titulo de mi capítulo ¿El fin de la primera dama? Cuando escribí el libro tenía unos meses de haber asumido el papel en el DIF, por lo que no estaba tan segura de que iba a tomar las cosas en sus manos, aunque lo veía venir, ahora te lo puedo decir que sí fue el fin de la primera dama”.

-¿Cuál ha sido la actuación de Angélica Rivera como primera dama, cómo la definiría? ¿Aciertos, errores?

Su actuación en el DIF ha sido nula, aunque no es nada más culpa de ella, sino es la situación política en general y de la manera que estamos insertos en la globalización. En términos del papel de acompañar a su esposo, ha sido espectacular. En todos los lugares del mundo en donde ha viajado el presidente Enrique Peña Nieto, ella ha sido un hit, guapísima, preciosa, perfectamente bien arreglada, bien portada, nunca se equivoca, nunca mete la pata, es una mujer muy bonita, es una mujer que sabe estar en público, que sabe estar frente a los reflectores y lo hace muy bien. Así que ese papel lo ha cumplido perfecto. En el aspecto de la familia feliz, que es muy importante en el imaginario social mexicano, me parece que lo ha cumplido muy bien. La pareja presidencial tiene como gran acierto el hecho ideológico de que los dos sean divorciados, que los dos tengan hijos de otros matrimonios y que eso se acepte en México, situación que ni en Estados Unidos es aprobada.

-El que Angélica Rivera haya sido una actriz mediática antes de convertirse en primera dama, ¿ha beneficiado o afectado al presidente Peña Nieto?

Las dos cosas. Cuando ellos se casaron fueron una pareja muy bonita, muy joven, muy atractiva que a la gente le encantaba ver, porque él es muy guapo y ella es muy conocida, eso les beneficiaba. Evidentemente lo de la Casa Blanca los afectó, pero no podemos pensar que es culpa de sólo ella. Ahí es una responsabilidad compartida, donde quisieron enseñarnos y presumirnos la casa que se estaban comprando y al final todo se convirtió en algo muy incómodo para ellos.

Gaviota