A las 12 horas del domingo 2 de octubre, el periodista y escritor Luis González de Alba fue encontrado sin vida en su casa de Guadalajara, Jalisco.

El también líder del Movimiento del 68 falleció a los 72 años. Aunque se desconoce la causa de su muerte, el historiador Héctor Aguilar Camín, así como la escritora Ángeles Mastretta, publicaron en su cuenta de Twitter que el narrador se había suicidado.

Aguilar Camín

Mastretta

González de Alba nació en Charcas, San Luis Potosí, pero creció en Guadalajara, donde realizó sus primeros estudios. Después se trasladó a la Ciudad de México para cursar Psicología en la Universidad Autónoma de México (UNAM).

“Es uno de los columnistas más leídos y controvertidos, así como una de la mentes más lúcidas de la actualidad. Sus puntos de vista, casi siempre heterodoxos y provocativos, ajenos al dogma y políticamente incorrectos, son ejercicios de una inteligencia y una ironía que suelen producir urticaria entre los bien pensantes, sobre todo de la ortodoxia seudo izquierdista de nuestro país”, se lee en el sitio web Nexos en donde el periodista colaboraba.

Fue integrante del Consejo Nacional de Huelga en el cual encabezó el movimiento estudiantil del 1968 y fue participe de múltiples hechos en aquel momento histórico. Fue encarcelado por dos años en Lecumberri, en donde escribió su primera novela, Los días y los años (1971), en la cual hace una narración sobre ese acontecimiento.

A lo largo de los años fue militante de izquierda, participó en la fundación de partidos políticos como el Socialista Unificado de México (PSUM), el Mexicano Socialista (PMS) y el de la Revolución Democrática (PRD).

En agosto de 1975 publicó en la Revista Siempre! junto con Nancy Cárdenas y Carlos Monsiváis, el primer manifiesto en defensa de los homosexuales: Contra la práctica del ciudadano como botín policíaco.

Recibió el Premio Nacional de Periodismo por su labor en la divulgación de la ciencia en 1997. Fue miembro fundador de diarios como Unomásuno y La Jornada; escribía dos columnas en Milenio (“La calle”, de corte político, y “Se descubrió que…”, de divulgación científica).

La noche del 4 agosto de 2016, Luis González de Alba escribió por última vez su columna, que fue publicada el 2 de octubre: Se descubrió que: Podemos adivinar el futuro…

“Hoy repiqueteará el teléfono de Elena Poniatowska, devenida y experta y abrumada por preguntas que no sabrá responder, pero tendrá para cada una el debido cliché, el redondo lugar común que la hace adorable y linda. Nunca dirá que su hermano, Jan Poniatowska, a quien dedica su crónica La noche de Tlatelolco, murió el 8 de diciembre, sí: de 1968, pero en un accidente de auto al salir de una comida en la hacienda de Juan Sánchez-Navarro, padre de otro Juan, más joven de Jan y gran amigo suyo. Tampoco admitirá Elena el origen de su inclinación por noviecitos gays: cuando la palabra no se usaba y homosexual era impronunciable a la mesa, Jan, de 21 años, tuvo un amigo muy querido, de 20 años, con el que llegó a caricias, besos y eyaculaciones de ambos. Pero la familia, incluida su hermana Elena, no quería ni pensar que eso ocurriera”.

En su escrito, el potosino una vez más deja claro sus pleitos con la escritora Elena Poniatowska, de quien, decía, fue amigo cercano cuando regresó a México tras salir de la cárcel de Lecumberri y pasar un año de autoexilio en Chile. Sus diferencias de opinión vinculadas con la izquierda, así como cuando encontró que Poniatowska tergiversó en su libro La noche de Tlatelolco (1971) varias frases que alteraban su propio libro Los días y los años, hizo que su amistad de más de 26 años terminara.

Luis Gonzáles escribió: Y sigo siendo sola (1979), Cielo de invierno (1999), Cuchillo de doble filo (2008), Otros días, otros años (2008), Olga (2010) y No hubo barco para mí (2013); el libro de cuentos El vino de los bravos (1981); los ensayos Las mentiras de mis maestros (2004) y AMLO, la construcción de un liderazgo fascinante (2007), entre otros.

A continuación te presentamos el Primer Manifiesto en Defensa de los Homosexuales: Contra la práctica del ciudadano como botín policíaco, que se publicó en agosto de 1975 en el suplemento La Cultura en México de la revista Siempre!

contra-la-practica-del-ciudadano-como-botin-policiaco