Juan Pablo Aguirre Quezada*

“Lo más permanente en un país es el espíritu del territorio”. Ángel Ganivet

Taiwán -también llamado China Nacionalista o Taipéi- es una nación con más de 23 millones de habitantes y que es el reducto de la republica que en su momento gobernó el Partido Nacionalista Chino (Kuomintang) en toda la región de China Continental hasta 1949, ya que como resultado de la guerra civil tuvieron que establecerse en esta isla de 36 mil kilómetros2, mientras que en el resto del territorio (9.6 millones de kilómetros2) fue ocupado por el Ejército Rojo y el Partido Comunista Chino, bajo la dirección de Mao Tse Tung en 1949.

Debido a este proceso histórico China Nacionalista estableció su capital en Taipéi pese a que por población y territorio la República Popular de China era mucho mayor y más representativa. No obstante, en 1971 la resolución 2758 de la Organización de las Naciones Unidas desafilió a Taiwán como Estado Parte para dar su lugar a la RP de China, además de agregarlo como miembro permanente del Consejo de Seguridad. Este acuerdo contó con la aprobación de 76 países miembros de la ONU por 35 en contra, lo que redujo la influencia de Taiwán en el ámbito internacional.

El hecho de perder su lugar en la ONU también le represento a Taiwán una merma en sus relaciones exteriores, por lo que otros países dejaron de reconocerlo o rompieron sus relaciones, a favor del reconocimiento de la RP China. Si bien los nacionalistas buscaron su reconocimiento por parte del organismo internacional este ha sido rechazado debido al reconocimiento de una sola China.

Actualmente, únicamente 22 países reconocen a Taiwán como un país soberano, de los cuales 13 se ubican en el continente americano. Este apoyo en gran medida a proyectos de desarrollo locales que reciben financiamiento del gobierno de Taipéi, por lo que son naciones económicamente pobres las que han mostrado su cooperación con China Nacionalista.

El no reconocimiento internacional de Taiwán también tiene repercusiones en eventos de talla mundial como los Juegos Olímpicos, que si bien ha tenido constantes participaciones desde 1956 participa bajo el nombre de China Taipéi, lo que ha dado lugar a controversias, ya que por una parte no es el nombre oficial del país, además de que desfilan bajo la bandera de su comité nacional y no con el lábaro de su país, además de dificultades con su himno nacional. Caso similar aplica en la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) en la que el país debe usar el mismo nombre y un emblema parecido al del Comité Olímpico.

Taiwan

Los países que actualmente tienen relaciones China Nacionalista son: El Vaticano en Europa; Suazilandia, Santo Tomé y Príncipe y Burkina Faso en África; Kiribati, Nauru, Palaos, Islas Marshall, Islas Salomón y Tuvalu. Pero donde más reconocimiento tiene el gobierno de Taipéi es en América Latina, ya que mantiene relaciones con: Belice, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y República Dominicana. Es decir, ningún país del continente asiático -donde está ubicado Taiwán- lo reconoce.

Pese a la falta de reconocimiento de gran parte de todas las naciones, China Nacionalista ha logrado fortalecer su comercio internacional y por ello sus contactos con buena parte del mundo. No obstante, la falta de representación política o permanencia en grupos mundiales o regionales han dificultado la participación multinacional de la isla.

Entre los principales socios comerciales de Taiwán destacan: Japón, la RP China, Hong Kong, Estados Unidos, Singapur, entre otros. Con un interesante superávit producto de sus exportaciones como electrónicos, computadoras, autopartes o productos de plástico, lo que le ha permitido ser uno de los países con mayor número de divisas extranjeras en reserva. Debido a ese dinamismo China Nacionalista ha sido considerado como uno de los llamados “tigres asiáticos”, es decir, países que, con escaso territorio, pero una gran labor de su población ha alcanzado importantes niveles de vida, tal como Corea del Sur, Hong Kong o Singapur.

¿Cuál es el futuro para Taiwán? En este momento está aislado de las grandes reuniones diplomáticas, además de que la ONU ha desarrollado la política de una sola China, con plenas garantías para la RP con capital en Beijing. Si bien Taiwán renunció a la posibilidad de gobernar el extenso territorio continental, aún no se ha definido el futuro de esta nación.

Una eventual independencia no podría ser posible debido al riesgo de guerra con la RP China, situación que dejaría en suma desventaja a Taiwán, además, una negociación también podría ser difícil por los antecedentes históricos previos a 1949.

Algunas voces consideran que el estatus de región Administrativa Especial como ha sucedido en Hong Kong y Macao podría ser una solución al problema; sin embargo, estos territorios provienen de un pasado cercano colonial administrado por una nación europea (Reino Unido y Portugal) situación que contrasta con la demarcación de China Nacionalista, por lo que es probable que esta situación se prolongue por tiempo indefinido.

Una solución armada tampoco es conveniente para ninguna de las naciones, pese a que Taiwán ha desarrollado un sistema fuerte de defensa, puede perder más. El futuro para esta nación pasará por los diálogos y acuerdos internacionales, pero mientras que no se formalice este país seguirá siendo ignorado diplomáticamente, por gran parte del mundo.

*Doctor en Humanidades, Universidad Latinoamericana.