Después de las declaraciones por parte de Jorge Volpi, Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre no cancelar el proyecto de la artista estadounidense Jill Magid, el cual consiste en exhibir un anillo de diamante hecho con las cenizas del fallecido arquitecto Luis Barragán en el MUAC, las inconformidades y críticas ante dicha muestra siguen.

El escritor Juan Villoro y el pintor oaxaqueño Francisco Toledo, han calificado al anillo como una ofensa a la memoria de unos de los arquitectos más representativos de siglo XX.

“Es una falta de respeto para el arquitecto Luis Barragán, pero también falta de imaginación de la artista conceptual al intentar un intercambio”, expresó el oaxaqueño. Lamentó que las autoridades de Guadalajara permitieran, en septiembre del 2015, la toma de una porción de las cenizas de Barragán para la realización de este anillo.

Calificó como una profanación la acción de Magid de transformar las cenizas en diamante, cuando no existe el famoso trueque que tanto a mencionado la artista, sobre intercambiar el anillo por los archivos y derechos de la obra de Barragán, resguardados por la directora de la Fundación Barragán, Federica Zanco.

Por su parte, Juan Villoro argumentó que la pieza de Jill Magid, “es muy banal y muy frívola, mejora gracias a lo que nosotros discutimos de ella”. Declaró que pronto tendrá una reunión con abogados especialistas para discutir las omisiones legales sobre la realización de la pieza. Aseguró que con esto se buscaría principalmente una reflexión jurídica y a una mayor protección del legado.

“No se puede ignorar el contexto de violencia social en que ocurre esta trama. En la irresponsable lógica mercantil de Jill Magid, las fosas comunes que se abren a diario en México deberían ser vistas como joyerías”.

En respuesta a las declaraciones de Villoro, el curador y director del MUAC, Cuauhtémoc Medina, explicó que el anillo con las cenizas del arquitecto Barragán es una obra de arte que abre una historia muy compleja, “a la cual se le debe dar la oportunidad de ser percibida como tal”. Aseguró, que en la zaga del escándalo en torno a la obra de Magid en México, el rol de Villoro ha sido inmenso, “el de un verdadero incitador”.

Medina indicó que la pieza se presentará a partir del 27 de abril en el MUAC. “Es un proyecto a largo plazo y con varias etapas y entregas en que Magid examina el legado del arquitecto mexicano Luis Barragán y plantea preguntas incisivas, radicales y pragmáticas, acerca de las formas de poder, el acceso del público y los derechos de autor que construyen un legado artístico”.

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