Empezar por nosotros mismos

Carlos Alberto Pérez Cuevas

Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus acciones, tus acciones se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino. Mahatma Gandhi

En tiempos electorales siempre escuchamos propuestas y promesas de campaña que buscan mejorar la situación en general de las personas. Los temas como empleo, salario, educación, salud resuenan todo el tiempo como campanas al vuelo anunciando el inicio de un gran acontecimiento.

La pregunta es realmente si los políticos, empresarios, funcionarios públicos, maestros, doctores, enfermeras entendemos lo que significa el verdadero valor de las personas.

El hecho de valorar a una persona o a todas las personas implica de origen el conocimiento de sus derechos y obligaciones, tanto de los que quieren gobernar como de los que son gobernados.

Todo aquel que quiera trabajar en la búsqueda del bien común, lo primero que debe ofrecer es calidad de vida. La calidad de vida debe entenderse de manera integral, no solo en cuestión de números. Los temas de salud, educación y empleo no deben ubicarse solo en estadísticas.

Pero si queremos hablar de estadísticas, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, informó el año pasado al Congreso de la Unión que una de las instituciones con más denuncias en su contra por violaciones a derechos de los ciudadanos son el IMSS, con 2,185 casos. Estas denuncias por mencionar algunas son por prestación indebida del servicio público, faltar a la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y omisión para proporcionar atención médica.

Si hablamos sobre educación, México es el tercer país dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mayor número de jóvenes que no estudian ni trabaja (superado solo por Turquía e Israel). En 2011 la OCDE dijo que son más o menos 7 millones de mexicanos en esta situación. Entre los países de la OCDE ocupamos el último lugar en expectativa de graduación de bachillerato con solo 47 por ciento.

Cuando realmente creemos en el valor de las personas, debemos hacer un compromiso con la vida, promover una política educativa integral, de calidad y con valores, exigir una educación equitativa, considerar los estándares de calidad educativa para ser competitivos.

Si queremos ser valorados, es nuestro deber obligar y obligarnos a dar y pedir salarios reales que sean suficientes para cubrir nuestras necesidades y las de nuestras familias, pedir igualdad de oportunidades para las mujeres, comprometernos con los niños para que tengan futuro, con los jóvenes para que desarrollen de manera integral sus capacidades, con los adultos mayores para que tengan oportunidades reales, empezar por nosotros mismos y respetar a las personas con discapacidad, rechazar todo tipo de discriminación en cualquiera de sus modalidades

El creer en el valor de las personas no es una tarea únicamente del Estado, de las empresas o del gobierno, es empezar por uno mismo, creer que tenemos el suficiente valor para no dejarnos engañar, para dejar de pensar que es responsabilidad de otro, es nuestro compromiso primero creer en nuestro valor y en el de los demás para poder después exigirles a las autoridades y a los que trabajan por el bien común que nos respeten y así exigir calidad de vida, no simples, fríos números vanos.

@perezcuevasmx

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