El 29 de agosto se conmemoran la fecha de nacimiento y muerte de una las máximas divas de la historia del cine.

Ingrid Bergman llegó al mundo en Estocolmo exactamente en 1915. Hija de un pequeño industrial de la fotografía, tuvo la desventura de la orfandad a muy temprana edad, siendo dejada al cuidado de su tío Otto Bergman. Al finalizar sus estudios formales en el colegio, su vocación actoral ya había llamado a su vida y obtuvo sus primeros roles como extra de cine, aunque su verdadero objetivo era debutar en teatro. En la víspera de sus 18 años, fue seleccionada para ingresar en la prestigiosa Royal Dramatic Theater School de la capital sueca; su primera película acreditada fue Munkbrogreven.

Para el año de 1939, después de consolidarse en varias películas suecas, arribó  su gran oportunidad de debutar en el apogeo de Hollywood y es convocada para realizar una nueva versión de Intermezzo; sin embargo, es hasta 1942 que llegaría uno de sus papeles más icónicos al interpretar a Ilsa en la película Casablanca, papel protagónico que, junto con Humphrey Bogart, la lanzaría al estrellato internacional debido a que en la 16º entrega de los Premios Oscar se llevaría el galardón de mejor película y mejor director para Michael Curtiz.

Tan sólo una edición después en la afamada presea, Bergman obtiene su correspondiente como mejor actriz por la brillante actuación en la película Gaslight, lo cual marcaría una historia romántica entre la actriz y la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, pues Ingrid Bergman recibió un total de tres estatuillas, récord que únicamente ha sido igualado por Meryl Streep y superado por Katharine Huepburn con 4 premios ganados.

Justo en el momento cumbre de su carrera cinematográfica, Ingrid Bergman se vio envuelta en un terrible escándalo personal cuando, producto de un tórrido romance con el director italiano Roberto Rossellini, quedó encinta sin haberse divorciado de su anterior marido, Petter Lindström. Los grupos más conservadores de la sociedad norteamericana tramaron una campaña negativa sumamente perjudicial para la actriz, quien se vio obligada a formalizar su relación con Rossellini una vez concluidos los tramites de separación de su matrimonio; este episodio dejó una mancha negra en la vida profesional de Bergman, quien tuvo serias dificultades para obtener papeles exitosos durante el desagradable episodio, lo cual derivó en una fuerte crisis artística y financiera para ella.

Una vez superado el conflicto, la diva sueca  regresó al salón de las luminarias con Anastasia, protagónico por el cual se adjudicaría su segundo Oscar. A partir de 1958 alternaría su carrera entre películas norteamericanas y europeas, además de que aparecía ocasionalmente en televisión y teatro. Durante esta trayectoria, cosecharía también numerosos premios y distinciones como Globos de Oro y BAFTAs.

Entre sus cintas más recordadas se encuentran en las que colaboró con destacados directores como Alfred Hitchcock, Gustav Molander, Jean Renoir y Gene Saks;  sus papeles protagónicos en Juana de Arco, Por quien doblan las campanas y Sonata de otoño, se encuentran entre la lista de referentes indiscutibles de calidad en el rubro, de hecho es considerada por el American Film Institute como la cuarta estrella femenina más importante en la historia del cine, únicamente precedida por Katharine Hepburn, Bette Davis y Audrey Hepburn; pero la desenvoltura que Bergman tenía en cuanto al manejo de diversos idiomas le permitió poseer una mayor trascendencia y reconocimiento a nivel internacional.

En su cumpleaños número 67, perdió un larga y extenuante batalla contra el cáncer que padecía desde 1975, falleciendo en su residencia de Londres. Según la cosmología hindú, quien muere el día de su cumpleaños no volverá a reencarnar jamás: Ingrid Bergman es irrepetible.