John Maxwell Coetzee es uno de los novelistas más trascendentales en la historia moderna de la literatura. Nacido en Ciudad del Cabo en 1940, ha construido una brillante trayectoria que lo llevó en 2003 a ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura, sin mencionar los numerosos reconocimientos por parte de escritores, académicos e instituciones que reconocen su obra como un extraordinario faro en temas como el papel del hombre en la sociedad y el mundo, y la creación de los espejos del autor dentro de sus creaciones.

Este 2018, en los albores del Festival Hay de Cartagena de Indias, el diario El País, ha logrado conseguir unas breves palabras escritas por parte del autor de La infancia de Jesús, quien siempre se ha caracterizado por una férrea timidez que lo hace inflexible frente a los medios de comunicación. Accediendo a responder una entrevista mediante correo electrónico, Coetzee habló del último de sus trabajos que llegará a los lectores, Siete cuentos morales, donde reivindicará los principales temas de su pluma y volveremos a encontrarnos con Elizabeth Costello, entrañable personaje que ha fungido como una especie de “homo dúplex” en sus escritos.

Al respecto, J.M. Coetzee dijo dentro de su intervención del mencionado evento que Siete cuentos morales será dado a conocer primero en español, pues no le gusta que “el inglés se haya apoderado del mundo”. En materia temática, ya en la entrevista epistolar, resaltó que la obra versará específicamente sobre la familia y los derechos de los animales, tópicos nada desconocidos para Elizabeth Costello.

“Los llamo Siete cuentos morales porque giran en torno a cuestiones morales que considero importantes. ¿Qué deberes tienen los adultos con su padre o madre, particularmente cuando es, a sus ojos, difícil o irracional?”, dijo Coetzee del ámbito de la familia; respecto a los derechos de los animales, definió sus relatos como un análisis ”del deber de los humanos con los animales”: ¿Tienen una existencia completamente fuera del ámbito moral, como si fueran objetos como paraguas o bicicletas, o podemos ir tan lejos como para defender que deberían tener derechos como los humanos?”.

Poseedor de una vida fascinante y a la vez trágica, Coetzee nos da en Siete cuentos morales una oportunidad de conocer al cuentista más allá de una impecable labor novelesca que le ha dado fama y aplausos. El también estudioso de las matemáticas y la lingüística computacional, regala, en un instante frente al público, un esplendido fragmento de inteligencia condensada mediante una perspectiva filosófica y aguda con la que únicamente puede lidiarse con las preguntas difíciles. Cuando la timidez se rompe, el genio brota.